martes, 16 de junio de 2015

Hola padre, cuanto tiempo hacía que no te veía. Como estás, yo solo te veo con más canas. Pero también te veo con más ganas, más ganas de vivir. Desde que falleció madre, que no te veía tan sonriente. Como es eso? Has conocido a alguien o simplemente, te tomas la vida con más filosofía.
Hola hijo, que te puedo contar. No, no he conocido a ninguna mujer. Mi corazón pertenece a tu madre, en que no esté en este mundo, sigue estando en mí. Solo, como tú dices. Me tomo la vida con más filosofía y sabré esperar, para reunirme con ella. Me siento vivo, vivo en todos los sentidos de la palabra. Que más da, aquí estoy y me fijo en cada paso que doy. Por donde ando y por donde camino.
Que alegría me das, pensaba en el temor de que cayeras en depresión. Soy testigo, desde mi niñez, de vuestro gran amor. Puedes conocer a quien quieras, vive y disfruta del tiempo que tienes concedido, ya que en este mundo no se queda nadie.
Sabes una cosa? Existen los ángeles, el otro día me visitó uno. Me dijo en mis sueños, que tu madre se encontraba tranquila, en el nuevo mundo. Ese mundo,  donde van aquellos que son de bondad.
Caminando y fijándose en el paso. Fueron por el sendero de la vida, durante largo rato. No hablaron y se quedaron callados. Como si pasase un ángel, se hizo el silencio. Siguieron caminando y no fue de discordia alguna, su marcha. Como padre e hijo, fueron largo rato. Un tiempo que se detuvo para ellos, haciendo que su unión y lazo fuera más fuerte. No habían muchas piedras y el terreno era llano. Fácil fue la tarea y hasta que se despidieron, no abrieron boca.
Se despidieron con un abrazo, hasta la próxima. Deseando que fuera pronto, se alejaron uno del otro. No habrían paredes  suficientemente gruesas, que separasen el respeto y el cariño familiar. Solo estaban ellos dos, ni mujer, ni madre. Nadie más que ellos, cada uno en su casa, cada uno en su sitio.
Entonces,  a los pocos días. Un demonio visitó al padre y susurrándole al oído le dijo….
Porque pertenecer a una sola mujer, cuando son ellas las que pueden ser de tu posesión. Si quieres te presento algunas, tiene que hacer tiempo que no sientes el éxtasis con ninguna o es que solo has sido de una?
Dobló la almohada y se tapó la cabeza, no quería escuchar tal sugerencia. Dada la persistencia de él, le dijo que se marchará y éste se fue. Quedando aliviado, durmió todo lo que restaba de noche. Por la mañana y  tomando el primer sorbo de café, pensó en lo que le decía y no dándole valor alguno, se marchó a dar un largo paseo. Esta vez solo, no le diría nada a su hijo de lo acontecido por la noche y seguiría amando a su esposa en silencio.
Paseaba alrededor de unas fuentes, solo escuchaba el correr del agua. Se sentía tranquilo, aliviado de la noche vivida. Se acercó a una de ellas y ésta le dijo al oído, quieres que sea tuya? Se sobresaltó y dando dos pasos para atrás se marchó rápido. No entendía nada. Es cierto, solo había estado con su mujer. A lo mejor por eso era tan codiciado, pero no quería y deseaba  que la paz reinara en su vida, hasta el fin de sus días.
No volvió a reunirse  con su hijo, hasta pasadas unas semanas. Semanas en que estuvo tranquilo,  pero temeroso y siendo consciente de lo ocurrido. No fue ninguna locura y sí muy real. Solo, le dejaron solo y envejeció, pero no se supo a ciencia cierta si volvieron a visitarle. Solo se sabe, que a los años. El hijo enterró al padre, al lado de la madre. Ahora nadie podrá separarlos, en carne y alma. Juntos hasta la eternidad, por tener un amor tan puro.
Se rumorea entre los parques y jardines, que ellos dos ahora pasean juntos de la mano y no hay nada ni nadie, que les perturbe la paz. Siendo grandes amantes, se unieron en una sola alma y en una sola luz. Esto es lo que se rumorea, de que sea cierto o mentira. A saber.
El hijo fue el más perjudicado, se quedo en la soledad completa. Quedando a merced de una barra de algún bar, haciendo charlas con la copa de compañera ideal.


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