lunes, 10 de agosto de 2015

El sexo entre las rosas.

Quien dice que entre ellas, no tienen sexo. Quien es capaz de afirmar con tal rotundidad, de que no tienen amor ni sienten celos. Cuando están llenas de espinas, quien no las coge y las entrega a una persona amada. Entre ellas tienen sexo, solo que no lo vemos y no son las abejas, no señoras y señores. Son cuando atrapadas por la noche y ocultas entre la Luna, juntan sus pétalos haciendo emanar tal olor embriagador, que deja aturdido al más seductor.
Siguen su viaje sin moverse de la tierra, que les hará arrastrarse por la noche. Que hace invisible sus roces y sus besos, entre pétalos anda el juego. Algunas se pintan de rojo, otras se pintan de amarillo y aunque tengan sexo entre ellas, no se consideran lesbianas. Sino rosas, solo rosas que se ven con el mismo derecho que el ser humano y juntan sus pétalos y entrelazan sus tallos, en símbolo de su amor y de su unión.
Hacen el amor y no la guerra, son símbolos de paz y prosperidad, pero entre sus espinas ocultan un oscuro secreto y es aquel que se corte con ellas, su sangre, su mala sangre hará germinar en la tierra. Una clase de rosa, una rosa que hará mover los vientos a su puro capricho. Haciendo desaparecer al hombre del planeta, un planeta que consideraba solo suyo y solo de él, cuando en verdad viven más seres, más formas de vida. Que no sabía ni enumerarlas. Pero el destino, hizo que esa gota de sangre, esa minúscula gota cayera al barro. Germinó una clase de rosa que su espina no hacía dolor alguno, como la picadura de un escorpión entraba y se colaba su veneno. Sin saber alguno, quien era dueño de él se hacía con el poder, destruyendo al prójimo. Las demás rosas solo deseaban sexo a pleno sol, sin ocultarlo, iban a ser las próximas dueñas de un planeta que había sido dominado por el hombre.
De que color será la rosa en cuestión? Quien sabe, a saber. Solo se sabe, que el corazón que la bombea es negro como el tizón. Solo se sabe eso. ni cuando será ni cuando pasará. Solo que ocurrirá y será el fin de los días, de una paz nunca conseguida. Por culpa de las envidias y los celos, los sentimientos rotos han hecho salir una rosa destructiva. Una rosa con tal espina, que engaña por su falsedad e ironía. Solo eso llevará al mundo al ocaso. Quien girará entonces de la rueda, ya no será el buey. Quien se sentará, látigo en mano, A quien azotará para que vaya más de prisa y la rueda muela más rápido el grano si la rosa solo le hace falta una buena tierra y un buen riego, como también el sol de la mañana y la luna de la noche.
No caerá ninguna lágrima que haga rodar la rueda, ni caerá ninguna lágrima que haga germinar una flor, la flor que una abeja....aquella abeja cualquiera y olvidada haga la cópula y vuelva el hombre a correr entre los campos de trigo sin ningún peligro. De quien tiene que ser esa lágrima sino del ser más puro, que haga volver la esperanza a un mundo sumergido en la desesperación. Un mundo en el que la mitad no ve a la otra mitad o se hace la ciega o la sorda, no viendo ni sintiendo los lamentos de aquellos que no tienen culpa, que no tienen culpa de que no germine ni una rosa de paz ni una flor de amor.


sábado, 1 de agosto de 2015

Estoy cansado, muy cansado. Cansado y triste de ver, como funcionan las cosas. Que más da, que más se puede pedir. Que si no esperar, un esperar que puede ser largo. Largo y penoso, penoso como aquello que se hace, sin ilusión y con esfuerzo. Gira, que gira. Como un ratón en una rueda, es a veces la vida. Una vida, que puede tener dos caras o dos cruces, todo depende de donde nos ubiquemos. Todo y todo es relativo. La felicidad en sí, es relativa. Solo, solo un hecho en un momento puede provocar la tristeza, dentro de tu ser.
Abrázame, dame un abrazo y sentiré la felicidad de nuevo. Que más da, hay muchas clases de amor. Pero ya sabes, cual es la que más necesito. A lo mejor es el amor y deseo carnal o simplemente es el cariño y el mutuo respeto. Cógeme de la mano, apriétala fuerte y hazme sentir seguro, seguro de mí mismo. En un entorno, que parece hostil.
Llueve, llueve a cántaros y yo lo miro a través del cristal de la ventana. Viento, mucho viento. Me hace estremecer y me abrazo yo mismo, dándome cuenta que no me hace falta nadie. Solo yo mismo, yo mismo con confianza. No dependo de nadie, solo de mí mismo. Ahora, un abrazo real y no hipócrita sienta bien. Solo aquel, que no viene acompañado con un puñal, es de agradecer.
Blanco o negro, porqué no puede ser gris. Hay muchas tonalidades de grises, pero solo un blanco o negro. Solo un sí o un no, solo lo real o lo irreal. No puede ser todo relativo, tiene que ser como debe de ser. Todo tiene un precio, hasta un beso lo tiene. Que puedo pedirle a la vida, que sea gratis. Gratis, casi no lo es, ni el aire que respiramos. Que va a ser gratis, que va a ser si hasta el amor tiene un precio. Dime cuanto tienes y te diré lo que vales, dime un precio por quererte y yo me lo pensaré detenidamente. No te estoy poniendo en venta ni quiero que me regales tu cariño, solo saber si es de verdad o tiene una etiqueta por detrás,  por la espalda que no veo claramente.
Estoy solo, muy solo. Ni la compañía de la televisión, llena mi cuerpo ni mi tiempo y decido escribir, escribir para poder soltar. Soltar por no llorar, porque la humanidad no tiene corazón. Solo tiene el recelo de el del al lado, de aquel que tiene cerca. De aquel, que dice ser amigo. Pero que a la hora de cerrar la puerta, no se sabe si por dentro  escupe y  maldice.
Quien está libre? A saber, yo no sé nada. Solo que el que dice, que tiene muchos amigos, en verdad tendría que contar los enemigos. Seguro que son cientos, pero el que dice tener pocos, es aquel que los cuenta con los dedos de una mano.
A veces y solo a veces, vale solo escuchar el sonido del viento. Nada más, ni música ni lamentos. Solo el viento, que se cuela por una rendija. Eso significa soledad? No es así, eso significa compañía. No hace falta, estar acompañado físicamente. Para sentir el aire colarse a gran velocidad, como si quisiese decir algo. Como si quisiese dar palabra y con su sonido interpretar algún mensaje. No hay que pensar mucho y solo tener cuidado, de cuando hace viento. Viento y agua, que golpea sobre el cristal de la ventana. Mientras yo me siento seguro dentro de casa, solo el aire que se cuela. Me avisa y me alerta, de que nunca se está solo y que nunca se sabe, de donde puede venir un abrazo.
Duermo o sueño despierto, que es real? Solo lo que vemos o sentimos, es lo que verdadera-mente creemos. Lo demás, solo no queremos verlo o sentirnos identificados. Por la sencilla razón de que somos así, escépticos para lo que no queremos. Que es más real, que el propio nacimiento y la propia muerte. Solo la vida está por el medio, una vida en la que intentamos querer o abrazar a los que más sentimos cariño sin preguntarnos si realmente nos quieren a nosotros mismos.