sábado, 31 de julio de 2021

 

EL NAVEGANTE DE ESTRELLAS

Como en un panel de abejas, zumbo mi música y me comunico con las demás, haciendo de ello algo celestial sin llegar a estar a tan alto nivel. Descubro dentro de mí algo que era opaco y no creía que era yo poseedor de ello. Eso es, eso se llama acertijo o quizás no, yo aquí lo dejo, porque yo no voy de flor en flor y menos para que ellas fecundan.

Rompo en llanto, las lágrimas me caen en cascada y yo con la espada enfundada cobarde de mí, no soy capaz de traslucir lo que hay dentro de mí, haciendo de ello un verdadero polvorín.

       Por Orión, por Pegaso. Yo clamo a todos los dioses, yo clamo al universo entero y con ello a todas sus constelaciones, para que sean capaces de hacer revivir todo aquello que ha desaparecido en sí.

Que daría yo por poder tirar la vida para atrás, pero en fin son cosas que pasan. No quiero decir con ello ni quiero nombrar nada, simplemente me apego a mi futuro y nada más que a ello. Navegante estelar soy yo, que circula por el entorno de las estrellas, ellas brillan en la oscuridad, ellas se quedan inmóviles mientras los planetas y todo aquel Ser que tiene vida circula en bucle en torno a ellas.

Todo es como es y no hay nada hay nada más, es cierto y por ello escribo este relato y por ello todo lo navego. Soy navegante de las estrellas, no lo olvidéis porque si lo hacéis no conoceréis nunca la verdadera verdad del qué, del cómo y del porqué. Son grandes preguntas a la querríamos responder y como buen navegante no digo del país que soy, porque no hace falta decirlo. No digo ni mi nombre al menos por ahora, porque no tiene sentido alguno, los que saben la verdadera verdad yo lo descubrirán.

Sombras en la noche se venden en la oscuridad, para poder vivir sin tener que renacer ya que ese derecho lo han perdido.

       Sí, es cierto vengo de otro mundo paralelo he rasgado la cortina transparente y ahora me encuentro entre vosotros, soy una mujer dulce con aquellos que me respetan, pero soy una mujer vengativa y rencorosa con aquellas que me traicionan, no lo olvidéis nunca por si se os ocurre hacer lo propio.

Cinco segundos de pausa, y suelta una frase….

       Vengo, no me olvides, que esto no quiero que sea un simple coloquio.

Me quedo sorprendido de la energía que he absorbido y tan chocante es, que casi la expulso, pero le doy una oportunidad, la oportunidad de que hable y se explique, a qué razón esta prepotencia.

       A mí tampoco me gusta escribir un relato sin sentido, todos absolutamente todos, da igual condición, raza o sexo, nos debemos dar todos la mano para seguir adelante en todo aquello que queremos alcanzar. Quienes al menos proponemos necesidad de aquello que es vital, porque yo me pregunto, ¿qué será de aquellos que no siguen el camino que algunos dicen recto?

Siento tal vibración, que me hace casi perturbar mi conciencia, pero sigo atento y le respondo….

       Yo no los sigo. ¡Oh!, sí simplemente quiero hacer mi vida y que nadie me falte el respeto, ¿porque he decidido seguir un camino diferente?, ¿qué sería de todos, sí todos si siguiéramos el mismo patrón y el mismo camino?, la vida en sí no tendría sentido. 

Si tiene alguno vamos a hacer, que ella dice que al menos lo sigue y sabe que simplemente hacemos el bien, no sigamos diciendo que nada es perfecto, porque ello nos condiciona a seguir sin querer adaptarnos a todo aquello que  quienes nos perjudican  siguen campando.

       María, simplemente María te voy a llamar con tu permiso, siempre que tú me lo permitas. Siempre que tú me lo permitas no olvidaré jamás este acercamiento,  yo soy un simple narrador de historias. A veces unas más que otras, muchas me dejan alguna vida real, pero todo lo que digo quién sabe si es ficticio. ¡Oh!, es de verdad que alguien me la cuenta, ella escribe su vida, qué sentido tiene la vida sino podrías explicar María lo que  yo no lo sé.

Corre el aire, corre una brisa, hasta convertirse en un viento que hace peligrar mi propia existencia en mi panel de abejas.

       Javi, si me permites te llamaré Javi. Yo no soy el Ángel de la muerte, yo solamente me acerco a ti, porque algunos han dicho que tienes una sensibilidad extrema, no escuches a aquellos que no están conmigo, yo estoy aquí. Sígueme, sigue mi camino, te voy a demostrar que no hace falta ser un adivino para nacer, vivir y procrear. Es lo que hacen algunos, otros crean ilusión, otros,  aquellos que llamamos sombras crean destrucción y dolor. De esos nos debemos de alejar, nada, no hagas caso a las habladurías.

Ella sigue tu camino, hay que quien destruye hasta que un alma vuelve a nacer, que vuelve a crecer y vuelve a construirse. Tú qué sabes realmente de la vida, debes realmente saber más que muchos que mueren son por influencias.

Entra, entra por la puerta trasera y no tendrás escapatoria, vivirás un sinfín de aventuras, Mi vida, lo que vivirás ya hasta que no acabe esta aventura, no lo olvidarás ni morirás ni en pintura.

       Eres lo que eres gracias a mí, no lo olvides, porque si lo olvidas puedes llegar a cometer el mismo error y eso, eso no significa que tú te perdones sino significa que yo te haga tuyo.

Cómo un merodeador, voy pasando por las vidas de cada uno de vosotros, como un Ángel de la muerte habéis hecho destrozos en vuestras propias vidas. No lo olvides ni me faltes el respeto, ya que puedo llegar antes y dejarte sin aquello que más aprecias, que es tu propia alma. Como un paseante o un marchante de comercio, voy negociando los minutos de vuestras vidas. Como un comercial voy vendiendo ilusión a vuestras propias vidas, ya que sin ello nada tendría sentido, no lo olvidéis nunca yo soy lo que soy porque así son las cosas no lo olvidéis.

    Me choca escuchar esas palabras de alguien de la que todos decimos qué es el mal. Qué es el mal en verdad sino todo aquello que es de sufrimiento, la ilusión estoy de aquello qué nos hace felices ya que puede ser de amor,  del deseo o quizás de tener alguna virtud. Tenemos que dar gracias a estar vivos, mira ahora por la ventana y no veo el Sol. Me refugio en mí mismo y hago de mi virtud un escape y un aliento de vida, que sin ello o sin ella no sería feliz del todo. Qué le vamos a hacer si la vida se ha presentado así, con el Ángel de la muerte aceptando mi cuerpo dentro de mí.

       No, no sufras por ello. Tú que me lees, tú qué me escribes, no sufras y vive. Ya que ello nos llena el alma, que vamos a hacer si las cosas son así, nadie que se va dice algo sincero de lo que hay detrás de la cortina transparente. Nadie, nadie es capaz, ni los vivos ni los muertos, creo que nos quedamos no con fe, pero sí con la esperanza de que todo continúe. No sufras, no sufráis ya que tarde o temprano, lo que antes parecía mentira ahora será verdad. Qué más da lo que diga, lo que escriba sí hasta que me muera no sabré la verdadera verdad.

Antorcha ardiendo, espadas en alto, llegué a la resurrección. Ya era hora,  vuelvo a estar aquí, qué más da lo que fuera antes, en realidad lo importante es el ahora y el momento que vivo. Estoy escribiendo estas letras a través de la música que me entra, ella me hace autosugestionarme, evadirme un rato y todo eso es mejor.

       Creo que voy a hacer cosas peores, tú qué sabes sigue caminando por el sendero que tú quieres seguir, al final de ella está la meta y esa meta no es la que has elegido tú, ya la ha elegido el destino por ti.

Fue más fuego cae del cielo, nubes de ceniza se forman en las montañas, solo  un fuego hace del día un infierno, qué más da, yo sigo mi camino esté bien o mal, solo no sé si es el destino. No vi ninguna luz el día de mi muerte, no vi nada, solo una extraña sensación y un extraño presentimiento de que todo era familiar para mí. No descubrí nada más que aquello que era salir, despegarse de mi cuerpo y volver a renacer. Quizás sea el sueño de una simple abeja o sea el destino que me tenía marcado el Ángel de la muerte.

Un navegante soy yo, un navegante de estrellas que transcribe y plasma lo que percibe, compartir es mi obsesión y por ello quizás sea lo que soy. Quién sabe la verdadera verdad, yo no, os lo aseguro. Pero en fin, si la encuentro, esa será otra historia.

sábado, 24 de julio de 2021

 

A la sombra de una farola

Dime una verdad, dime un acertijo y te diré un secreto, un secreto de almas perdidas, un secreto de aquellas que andan sin rumbo. Todo es como es y nada es igual en ningún lado, solo debes leer este relato y te darás cuenta de lo que cuento al cabo de un rato, ya que nada es como es, tal cual como que yo tampoco existo. Así que lee, analiza y que conste, que fue él el que se acercó a mí, por ese motivo me resulta extraño hasta escribirlo.

Hay personas que creen en un ser superior, de acuerdo, pero sí así.  ¿Cómo es cierto de cómo puede haber tanta gente tan baja, tan baja que no se elevan ni tienen conciencia? Es posible, que lo que narre no sea del agrado de algunas personas, pero así fueron los actos que al menos traslado a letras impresas aquello que me viene a la mente, si existe verdaderamente un cielo este tiene que estar vacío o al menos de aquellos que no son dignos de estar. Para estar en sociedad deberían acabar por  el infierno, un sin nombre es que lo me viene a la cabeza, un sin nombre me viene y como pidiendo disculpas, me ruega, me pide que cuente su historia. Una historia que en muchos casos llegan a ser tabú y que muchas mujeres así se callan la boca, como si no tuvieran el derecho a alzar la voz y a pedir protección y respeto, ya que en los años que vivimos todavía sigue existiendo cierto conjunto de individuos que no tienen ni un nombre, son personas anónimas que no tienen derecho ni a su propia existencia ya que con ella misma dañan a la ajena.

He estado en Nueva York, donde dicen que los sueños se hacen realidad, pues yo digo qué son las pesadillas lo que nos inundan de verdad y por ello pasa lo que pasa o al menos puede ocurrir. Alguien pasa cerca de mí y yo sentado en un banco público se me detiene y fumando de manera compulsiva me cuenta su historia que yo comparto con todos vosotros.

Está cansado, camina despacio, pitillo en mano todo se le hace cuesta arriba. Qué más da para donde mire, qué más da para donde gire la vista, ahí está la chica de la falda roja. Se quedaría esperándola para poder cogerla y achucharla como si fuese su novia, se imagina mil y una fantasías, se  quedaría por la mujer con la falda roja, pero es que no es extraño y no os extrañe, porque girando otra vez la cabeza observa un sin fin de mujeres y él anda suelto por las calles. Es un peligro, la policía lo ata en corto pero no lo pueden detener, pero no lo pueden meter en la cárcel, son muchas las expectativas macabras que tiene en su mente pero ninguna la lleva a cabo al menos hasta ahora, que lágrima en lágrima me va confesando.

Ya le gustaría acabar con todo y acabar en el  infierno, lo que daría por ello por quitarse las pesadillas del color de las faldas, porque no son estas en cuestión. Son las mujeres, así que puede llegar a la violación, a forzarlas a hacer aquello que a él le desfoga y que ha ellas les puede quedar secuelas, hasta  traumáticas. Son las diez de noche y cerveza en cerveza, va cavilando un sinfín de movimientos y de ideas, ninguno y ninguna de ellas llenas de buena intención.

La mente le juega malas pasadas a veces y se acerca demasiado a ellas, tanto qué las llega a ahuyentar. Las mujeres llenas del pánico llaman a la policía, pero todo queda en agua de borrajas, ya que con él no pueden hacer nada ya que  si no hay acto no hay nada. Que hacer, maldita sean las leyes, maldito sea el hombre que las crea, yo no sé si es sí o no  es no,  porque no soy juez. No siempre es siempre, como narrador que se pone en su piel para poder describirlo y escribirlo  pero  no por ello significa que voy a salir haciendo lo que no debo hacer, ni se me pasa por la mente el intentar hacerlo. Pero ponerme en su piel, pensar en este enfrentamiento que está pasando ese hombre no es del todo agradable, es cierto, no sé si es un sin nombre o no es ni siquiera el hombre de verdad, ya que se deja llevar por los impulsos provocando a veces, haciendo de la vida real, de todo ello una película de terror.

Camina despacio, sin miedo, alguna vuelve a su casa a la mitad de medianoche, solo las farolas le muestran su mala sombra y además le alumbran, mucho a su pesar sale por las noches de caza. Es demasiado el impulso, la pobre mujer la que se le acerca o sea le cruza con él. No sabe quién es y va con la guardia baja, en cambio él…  en fin de hacer va a hacer lo que va a hacer. Él sabe realmente quién es y lo que hace, no lo puede remediar, aquí llega a encomendarse a algún Ser superior para no llegar a tal fin. Pero la ha visto,  ya es tarde, se acerca sigilosamente y empujándola hacia adentro de un cajero automático, la fuerza. Le pone la mano en la boca, y mientras le sube la falda  se hace con ella,  provocando una verdadera barbaridad. Comete el delito, se desfoga, respira en forma de ahogo, se lamenta ahora, pero ya el acto está hecho y  ahora corre para no ser visto y llegar pronto a casa. La mujer fuera de sí, no acierta a coger el teléfono móvil, rompe en llanto, rompe en lágrimas, le tiemblan las piernas. Qué le va a hacer si un sin nombre, un hombre peligroso para andar con  la sociedad se ha aprovechado de ella, tarda tiempo pero al final atina y llama a la policía. Rápidos como un rayo están allí, se presentan, pero  ella entre sollozos y gritos de espanto no sabe explicar ni como describirlo. Ya que para ella ha pasado todo en un segundo, un segundo de maldita maldad de un individuo que no se le puede clasificar como persona. Él ya ha llegado a casa, toma asiento en la silla del comedor y empieza a fumar como un carretero, nervioso fuera de sí tira la botella de vino al suelo. En cierta manera se maldice por haber nacido y se maldice por el acto que ha cometido, ganas no le faltan de ir a la comisaría, entregarse y confesar todo. Pero la cobardía se adueña de su cuerpo y de su alma, que echando una sonrisa, se dirige hacia la habitación donde una cama solitaria le aguarda.  Pero que sueño puede ser reparador de tal suceso, solo el de unos años en la cárcel, el quizás para siempre y así mantener las féminas a salvo de tal malhechor.

Dime Ángel caído sí es cierto o no tengo razón, dime ángel caído que de verdad este acto no lo cometió, es posible que la mente se vaya tan lejos de la verdad, haciendo realidad tales pesadillas. Qué será de mí me dice él, qué será de mí, se veía para encarcelar, qué será ti.

A veces y solamente a veces, ¿qué es mejor al escribir tales atrocidades?, hacer eco de este relato, de esta humilde historia, que no está tan lejos de una realidad continua. Este personaje tiene que servir para qué nunca más ocurran tales hechos y no vuelvan a ocurrir nunca más, qué más da que una mujer a medianoche ande sola ante las farolas de Nueva York, lo importante es que caminen libres y seguras, pero hoy en día todavía  es toda una aventura y yo no sé realmente dónde se meten si así lo saben.

Tomaste vino para cenar, el agua dice que  solamente es para ducharse, como si eso fuese cuando realmente le apetece. No lo hace todos los días, solamente se ducha cuando vuelve de su cacería y el agua le  resbala de la  misma forma que lo hacen las lágrimas de aquellas mujeres que ha forzado a lo largo de su vida. Una vida corta todavía, ya que solo tiene 30 años pero ya  algunos los ha pasado entre rejas. Pero como siempre o como a veces ocurre dejan suelto un Ser peligroso, un Ser que debería estar encerrado toda su vida ya que ni se adapta ni cambia de vida.

Alcanzar el sueño bien, sin remordimiento, sin pensar en el desconsuelo de aquellas que han sido víctimas y que no lo olvidarán nunca en toda su vida esos diez minutos de forzoso atropello. Solo el  cajero ha sido testigo, pero se tapa la cara para que la cámara no le reconozca y sea rápidamente cogido, pillado y encarcelado. Andar con cuidado que él anda suelto, andar con cuidado, que cuando las agujas del reloj alcancen las doce de la medianoche, es un momento que  antes o después llegará cuando se llene de lamentos. Eso sí, si es que alguien sin escrúpulos  se nutre de sus víctimas, que yo creo que es así.

         Cómo eres capaz de contarme este sueño, como  eres capaz me contarme lo que verdaderamente sientes si a ti te desprecio, no solo porque no sigues las leyes, sino porque tu falta de empatía y de respeto hacia aquellas que son libres de pensamiento y de movimiento te lleva a cometer tal bajeza. Tú, si tú con tus actos sé que las destrozas, haces de sus vidas un verdadero infierno, ya que ni la mujer más fuerte supera tal hecho y ¿deseas explicarme tu sueño? Tú ni quieres ir a pasear a mi lado ni quieres nada más, todo ello no es respetable, cuando es así no tienes derecho alguno. Salir a tal  cacería a medianoche y después dormir tranquilamente en un lecho vacío y lleno de amargor. Falto de amor y de remordimientos, todo ello se te acabará algún día, te lo digo de verdad cuando la policía te agarre y la justicia aplique con toda su fuerza la condena a cumplir.

No quiero ni pensar si me toca de cerca, no quiero pensar si te desearás a una de ellas,  con ellas bailo un tango argentino, con ellas bailo un pasodoble español. Todo lleno del respeto que se merecen, por qué me vengaría, serás tú el que vendrías a contarme tus sueños para ti, ya que demasiadas pesadillas tienen ellas por culpa tuya. No puede callarse más y me responde bravucón y con chulería, cosa que no admito con tanta palabrería.

         Mira, me da igual que me digas que soy un sin nombre, me salpica lo justo, precisamente me resbala por el chubasquero. Yo hago lo que hago porque lo hago y con ello me desfogo y me siento libre, porque nunca me cogen y nunca me cogerán. Me dice con una sonada carcajada.

         Andas equivocado, siempre al final se han cogido a tus semejantes, espero que te encierren y  tiren la llave, y te nieguen del  derecho de la vida y sí al de la muerte, porque  solamente te mereces el desprecio y el aislamiento

         Gracias, por la mañana me levanto temprano y veo a salir la luz del Sol, ahora hablo yo que tú demasiado has dicho de mí, ahora me marcho a mi trabajo. Nadie absolutamente nadie sabe de mis cacerías nocturnas todavía, tenéis que dar gracias que todavía las dejó vivas.

         ¡Do, Re, Mi, Fa, Sol!, con estas acordes puedes escribir una canción de amor o de desamor. Tan feo no eres, pero al igual la maldad que albergas en tu interior, conspira con tu mente haciendo que cometas tales hechos. Pero no existe el perdón para ti, no pienses que va a ser así, ni yo ni las mujeres que has dejado marcadas para toda la vida te olvidaremos y te haremos borrar de la vida misma.

         No me pillarán nunca, no seré sometido a ningún tribunal ni nada por el estilo. Mira me fumo un cigarrillo a tu lado y el humo te descubre, eres como yo. Las miras, las deseas, simplemente te hace falta la valentía para llevarlo a cabo. Solo es la primera vez, todo es como fumar el primer cigarrillo, después te vuelves un adicto.

         ¡Lárgate! Fuera, lárgate de mi vida, no te acerques más a mí.

Me levanto del banco y miro a los dos segundos para atrás, no hay nadie, solo se huele a tabaco y un montón de colillas en el suelo, me miro los dedos y los tengo amarillos, me quedo parado al ver como sostienen un cigarrillo. No es posible, soy yo mismo hablando conmigo. Yo no puedo soportarlo, soy yo de verdad, él soy yo. Será esto increíble, sí la verdad es la verdad entenderé cogerte y atraparte, para que no seas otra vez el peligro de la medianoche, qué puedo decir, solamente soy un narrador de esta historia.

 

 

 

domingo, 18 de julio de 2021

 PESCADOR AUSENTE

Llevo dos noches sin dormir, me encuentro en paro y los gastos vienen y no tengo con qué cubrirlos, todo es un cúmulo de cosas que  me llevan a  irme de pesca. Es sábado por la noche y las  estrellas circundan el cielo de la noche. Desearía otro plan, pero es lo que hay si no veo otra forma de salir,  otra forma  de evadirme y no pensar  en solamente en como conseguir dinero. Dinero que es necesario, pero, y el amor, el  amor también influye y de ello ando algo escaso. Mis canas reflejan una edad que no puedo ocultar, veo gente más joven y también más mayor, eso es lo que pasa al vivir en una ciudad grande.

No tengo suerte en nada, todo es como un huracán que se lleva  toda mi suerte y como si rompiese una presa de agua, todo se desborda, avocando ello en una  inundación de lloros y lamentos, lamentos que son ciertos y que son acertados, ya que son justificados. Yo no sé qué he hecho para tener esta maldita suerte y todo acabe en fracaso en fracaso. Solo pido a mi edad, un poco de tranquilidad. No pido nada más o quizás sí, todo depende del momento en que lo haga vivir. Yo no sé si me he reencarnado en una persona que paga sus errores pasados ahora  en esta vida.

Desde la concordia hacia la amistad hay un trecho, ello puede salvar a muchos amigos del desquite, siempre amigos que te reconfortan. No sé si siempre seremos lo mismo, ya que la duda siempre albergará dentro de nuestro corazón, todos y absolutamente todos somos responsables de nuestros corazones y que nuestras almas naveguen o bien por el espacio claro lleno de luz o por la  contra por el espacio negro y  oscuro de otras fuerzas, pero no por ello negativas.

Como si fuese un pescador de peces necesito pensar y pensar como razonar, voy al rompeolas y tomándome una cerveza tiro la caña a la espera de que pique alguno. Necesitaré una hora o dos o será cuestión de minutos, quién lo sabe. Pero me  lleva a pensar en muchas cosas y solamente tengo de testigo la Luna, que me alumbra en la oscura noche aquí en el rompeolas de mi Barcelona. Ciudad cosmopolita y diversa a la vez ella, me hace pensar de todo que es de respeto y por eso mismo, me llena de orgullo el pensar en que toda la diversidad que hay en el mundo, parte de ella se encuentra en esta gran ciudad. Qué más da lo que se piense si  ella tiro la caña y yo piqué, quién sabe quién fue solamente sé que me acuerdo de ella día tras día y ello la llevo tatuada en la piel.

Huyo, siempre deseando navegar por mares tortuosos llenos de olas de cinco metros, porque ello me hace ser libre y combativo. Por mucho que se me niegue, la razón será siempre conmigo, por mucho que se me niegue, todo será conmigo. El amor y la amistad, el odio y el rencor, la concordia y la discordia será también sea conmigo.

Mil lenguas en un viaje desconocido, mil lenguas en una batalla en la que la valentía se hace de respeto, alto honor es de aquel qué hace servir su espada en algo noble y no en malas batallas. Escuché una canción de rock, escuché una canción de blues y todas ellas me llevan a escribir sobre lo mismo, a narrar la misma historia de que hace muchos,  muchos años quizás viví. Quizás en una época donde el fuego era lo que dominaba el mundo y que yo no había nacido todavía, se veía la luz a través de las antorchas de los castillos medievales. ¿Quién sabe la verdad de la verdad?, yo no, todo es relativo, quién me dice a mí a mis años que yo no haya vivido otras vidas. Y  haya vivido otros momentos de los cuales haya trascendido en el devenir de la historia, una historia jamás escrita y que yo intento narrar de forma breve, pero concisa todo lo acontecido y quién me dice a mí que no haya sido portador de armas y que haya estado a las órdenes de quién sabe quién, pero ahora libre de todo aquello que me manda y me ordena, quién me hace volar por fin como un águila del viento soy yo solamente yo mismo.

Libre, simplemente libre de hacer siempre lo que decía y quería realmente, deseo conmigo que la paz llegue con ello y me llene de sosiego, conque demuéstrame lo que tú, aquel que se dice rey de todo existes realmente ya qué yo no creo en nada  de ello, yo no soy portador de la verdad absoluta ni pretendo serlo. Pero todo ello me hace pensar y divagar, reflexionar y pensar de qué es realmente después de todo ello hay un oscuro vacío, en donde todo ello caen todas nuestras dudas.

Veo a lo lejos un barco, casi no se ve por la negritud de la noche, pero lo veo por el reflejo de la Luna. Es un barco mercante varado en la lejanía, a lo mejor esperando turno para entrar en el puerto para su descarga. Quién lo sabe,  todo es un divagar en reflexionar, pensar a través de que mi mente me lleva a ser cada día más liberal. Qué me importa a mí la vida de mi prójimo, si no pienso ni en la mía propia. Qué valor tiene todo aquello que hago, si tiro la caña pero no pesco pez alguno, ahora trato de cerveza en mano, seguir con mi ritmo, pero qué será de mí si me voy de vacío como en la vida misma.

Nos negamos a acabar, nos negamos a que todo termine y que haya sido la  vida si no un simplemente juego, un juego,  un maldito juego. Nos da por  vivir sin darnos cuenta de que la muerte nos acecha. Soltero y frustrado por el divagar de la gente que solamente piensa en su propio egoísmo, me siento en una  caída libre llegando quizás a la depresión.

Ven bésame mucho, ven acércate y abrázame, ven rodéame con tus brazos y hazme tuyo, qué será de mí. Qué será, si  se da de ti solamente el pensamiento del egoísmo, piensa en ese instante solamente, piensa en este momento que se consigue de que  los dos lleguemos a dónde queremos llegar o sea al clímax y al éxtasis. Alcanzando con ello tocar el cielo, ven, no tardes mucho, no te demores que ya sabes donde vivo y donde duermo,  duermo y duermo pensando en ti, en aquello que pudo y no pudo ser, dime si es verdad que todo es el querer.

El cielo se oscurece pero como si existiese algo fuera de lo normal, este se abre, las nubes negras como tizones se alejan en el horizonte, soy como una bomba, una bomba nuclear. Estoy deseoso de encontrar una persona como tú, a lo mejor son todo imaginaciones mías, a lo mejor son todo deseos que no son reales, pero sé que existes si estás aquí, a mi lado y ello me reconforta, me hace subir la adrenalina a niveles que en parte no puedes ni imaginar.

Quiero beber de tu propia alma el sabor de la naturalidad del amor, de amor puro y sincero, que me haga llegar a tocar el cielo. Todo depende de ti, de que piques al timbre y yo te abra la puerta de mi corazón, todo depende de si nada más que eso no puede existir. Dime realmente que vives, dime realmente quién eres, ¿un sueño?, porque si no toda mi vida se vendrá al traste al saber que todo ha sido solo una pesadilla, solo  un mal sueño. Bien, quizás pueda pedir que tú amor y tu forma de vivir son las que son, ven aquí, acércate, déjame disfrutar de tu amor sincero.

Se me pone la piel de gallina, los pelos de punta y el corazón me galopa, no tengo los pies en el suelo, no estamos con ellos con las piedras del rompeolas solamente sé que existo. Solamente sé que deseo que si estás tú, todo es posible por eso enciendo una vela a la esperanza a que llegue verdaderamente el amor y que yo me sienta pleno lleno de vida. Qué sería de mí sin tu amor en la lejanía, no pesco nada, recojo el hilo de la caña. Sí, vuelvo para casa, una casa vacía, por no tener no tengo ni mascota que me haga más plena la vida y tenga con quien hablar. No tardo mucho el tráfico por la diagonal es casi inexistente. No hay coches, solo unos jóvenes divirtiéndose un sábado por la noche mientras yo, cansado y agotado los veo con envidia.

Quién pudiera tener otra vez veinte años, no sé si haría lo mismo en que ahora yo, dentro de mí, siento mi segunda juventud, mi segundos treinta aunque la realidad, cuando me miro al espejo antes de irme a la ducha, vea al cambio por mi edad.

Dejo las cosas en el trastero y me voy directamente a la ducha, agua caliente resbala por mi cabeza, no son ni uno ni dos ni cinco ni seis los minutos que me he metido debajo de ella. Me sirve de terapia tanto la ducha como una pesca, finalmente soy un pescador solitario en el que el arte marítimo me llena de paz y no voy en busca realmente en un pez solitario y fácil de pescar. El agua resbala en mi cuerpo y ello me lleva casi a la desesperación, por pensar en cómo siempre solo, siempre solo desde mi nacimiento. Huérfano y sin hermanos, no sé qué hacer, no sé a quién responder ni a quién hablar o preguntar. Solo la cerveza me espera en la nevera y  a ella me tiro  en cuanto salgo de la ducha. 

Ya me cuesta lanzar la caña de verdad,  soy realmente tímido, no me veo capaz. Espero que sea ella la que se lance  a cabalgar a lomos del caballo de la felicidad. Quién lo sabe, acabó la ducha hace rato y siendo hoy  las tres de la mañana, no tengo sueño y me dispongo a escuchar mi música a ritmo de rock. Además de blues me pueden dar las cuatro o quizás llegada el alba todo ello es relativo, todo ello se llama soledad. No tengo a nadie dentro de casa, quién tiene amistades de verdad, ahí, afuera las verdaderas se pueden contar con los dedos de una mano y seguramente me sobraría parte de ella.

Tendido en el sofá y sin darme cuenta viajo al reino de los sueños, ellos, en ellos todo se me hace real. Estás tú, si tú, la que me lees y que halago, no es la reina de nada. Aunque cada uno es su propio rey, pero eso se tarda un tiempo en darse cuenta,  un tiempo que no se mide por meses sino por años. Todo es nada, todo es un reflexionar era bueno, bueno así ahora sí, como será la vida que se deja llevar por el viento, me siento libre y eso no tiene precio.

Despierto al cabo del tiempo y todavía sigo en el sofá, son, sino miro mal las ocho de la mañana, no ha estado mal la jornada. Solamente has faltado tú. Espero que algún día me acompañes siendo así la felicidad completa, pero de mientras no me creo mágico, no me llena tu energía de magia, pero me siento feliz. Feliz y contento, pereza es lo que me inunda ahora y por ello me lanzo y bajo al bar de la esquina a tomar un café. Es ya domingo, la gente descansa, solamente deseo que algún día se haga realidad y que quiero que me imagino sea verdad tu presencia, pero ahora solo debo andar solo, porque es lo que toca. Me encuentro cada vez más mayor, más difícil me lo pongo solo, aunque acostumbrado a la soledad, todo me da igual. Vivir en pareja o no, creo que en salir y con quien reír creo que sea lo correcto  o sea  solamente lo necesario.

Charla tras charla se oye cerca de mí, son los maridos de algunas de las mujeres vecinas. Son mayormente hombres honestos, que aunque  no sientan ese amor completo siguen con ellas por el roce, el cariño y el respeto. Todo depende de eso, porque la verdad y eso es cierto, el amor de primeras se convierte en complicidad y respeto. Ello les lleva a convivir con ellas de manera continua, sin llegar a fijarse en otra mujer, solo por el mero hecho de no complicarse la vida. Siempre, absolutamente siempre, no se sabe cuándo puede volver a encenderse la llama. Yo de mientras vivo solo y acostumbrado a mis manías, ya no lo cambio ya. Aunque deseo conocer a esa mujer que llevo en la cabeza, daría parte de mi corazón por volver a sentir el amor, el sentir el roce de la piel y el cariño reflejado en la mirada cómplice de la pareja.

Son las nueve y media, cuando entran dos mujeres, me fijo en una de ellas, pero me casi al momento me doy cuenta que no tengo nada que  hacer, ya que comparten algo más que el cariño y la complicidad. A ellas no les importa lo que digan y lo que comenten, solas no están, se tienen una a la otra y eso a veces me hace pensar en si estoy acertado en mi condición y en mi rol, así que cojo el coche y me dirijo al rompeolas, pero ahora sin la caña de pescar. Tardo poco en llegar, tardo poco en darme cuenta que lo que me pasa es que tengo ganas de llorar y para ello no hay lugar mejor que hacerlo en el mar. En el mar, en el rompeolas adónde las lágrimas se confunden con la brusquedad de las olas en el mar abierto.

A veces pienso, que será de mí cuando yo muera, cuando ya no exista, si ya casi ya es así. Cómo será sin parientes ni cercanos ni lejanos, quien vendrá a mi entierro y a mi funeral. A veces pienso de manera depresiva, pero otras me alzo en lo más arriba y me veo que estoy de suerte de que sé que por ahora existo y que de mí solo depende cambiar mi situación. Así que me doy media vuelta y subiendo otra vez en mi coche viejo y de segunda mano, medirijo otra vez para casa, tardo como antes, poco. Es domingo por la mañana y la ciudad todavíaduerme, así que sin poner la música muy alta, escucho a mis grupos preferidos y pensando en positivo, me salgo al balcón y mirando de manera desafiante, miro hacia el Sol. Ello me lleva a cerrarlos y a dejar que  me ilumine la cara, como si fuese la Luna. Sonrío ahora, no digo mi edad, pero no lo tengo todo perdido, así que me hago de fuerzas y sin salir de casa, tomo asiento en una de las tumbonas que tengo afuera y aunque estemos en pleno enero, me caliento y me aprovecho de la luz natural.  Sueño y sueño, envolviendo toda mi alma de felicidad, llegando la paz ansiada. Tengo tiempo, aún tengo tiempo, no lo tengo todo perdido, así que mañana será lunes, pero no un lunes cualquiera, sino el día que toda mi mala dicha y mi mala suerte se acabe, encontrando el ansiado trabajo. Ella, ella es simplemente ella, quizás una más de mis propias locuras y ni siquiera exista.


sábado, 10 de julio de 2021

 

El secreto del búho negro

Sentado en la hierba y reposando la espalda en el tronco de un viejo árbol, se me posa una mariposa en el hombro. Yo ni la toco, solo la miro y la observo, quedando encandilado por su hermosura de sus alas y haciéndome la pregunta. ¿Cómo es posible que de tal gusano, salga tanta belleza?, ¿cómo es posible que sea así la transformación de la vida, será así la de la muerte  del Ser humano?, quién lo sabe,  yo solo sé que entonces cuando me disponía a andar un haz de luz me cegó. Me dejó sin vista solo unos segundos y como el que ve una película  o escucha la radio, fueron entrando en mi mente sonidos y figuras jamás  vistas por mí y que me hacen de respeto. No hable mucho, no discutí, solo me mantuve quieto, a la sombra del árbol mientras escuchaba como me contaba la historia, historia que ahora os narro, porque es de compartir con aquellos que son abiertos  de mente y de espíritu.

Ande yo por tierras lejanas, tan lejanas que jamás han sido vistas por el hombre. Navego por mares oscuros hacia lugares remotos en el tiempo, sí, tan remotos que parecía estar  en uno de estos lugares en el que el tiempo se ha detenido. Ya que seguían con arcos y con flechas, flechas que alguna me alcanzó y me hirió pero no de muerte, sino  de amor y comprensión, llegando incluso al alcanzar afecto por estos  personajes o lugareños de  estas tierras. Entonces y solo entonces en alguno de esos viajes, fui encarcelado y casi quemado por no creer en ciertos dioses, como si fuese un hereje de la época antigua.

Todo el mundo sigue un camino y a veces este no es de rosas, es más parecen caminos tortuosos donde la sed y el sufrimiento está a la orden del día. Yo no los pude convencer, entonces y solo entonces me vi en las brasas, quemado vivo, gritando a los cuatro vientos de rabia y de dolor. No hubo remedio, no fui abatido en vida por la punta de una de sus flechas y lo fui por albergar dentro de mi corazón demasiado amor, solo el recuerdo me hace tiritar de miedo. Ya que el frío en la oscuridad, que es de dónde yo vengo ahora y es mi refugio es lo más normal. Un frío tan helado que te  congela hasta el corazón más complaciente y eso, eso me parece que me hace pensar y dudar.

Solamente en mi funeral ficticio cantó el búho, negro solamente en mi despedida cantó el búho negro, ¿qué sería de mí si no me hubiese cantado nadie? No lo sé, la verdad es que no lo sé, pero ahora estoy aquí de nuevo en el mundo real o al menos el mundo de los vivos, gracias al narrador que tiene todo mi respeto y afecto. No sé lo que sería de mí, si mi escritor no quisiese escribir por mí, no es una esquela, no es un recordatorio, simplemente es una advertencia da saber el qué.

Suena la guitarra española es a la que debo tanto, esa misma a la que yo le canto por prosa o poesía que me llena de vibración la melodía y yo no quiero saber nada más, que solamente escuchar, escuchar y oír. Dejarme llevar, dejarme elevar por aquello que es de verdad amar, qué más da si es un manantial. Sí, este mismo que está seco de amor y de cariño, que  yo no sé de nada más ya.  Quédate de los dos que de ninguno de ellos jamás  he tenido, qué más da si es que solamente quiero ser quién quiero ser, dime tú alma de cántaro quién soy yo.

Dice un dicho o más bien es una leyenda en el secreto del búho negro está lo cierto. Aquel que con los ojos bien abiertos cazaba de noche y descansaba del día, porque sería esa verdad porque sería de esta verdad tanta realidad.

     No solamente sé que vivo en Granada, sino que también yo solamente sé que trazo mi camino con inteligencia o sin ella, porque lo que verdaderamente te llena son las vivencias qué llevas en la mochila de tu vida. Ella será realmente importante, porque te harán de alegría tu bienestar o te harán de tristeza y de melancolía corriendo el riesgo de morir de pena.

De Granada a Málaga hay poca distancia o muchas, según se mide. Pero las dos están unidas por lo mismo, cosa que a mí se me escapa de las manos ya que no sé lo que es realmente el arte de la alegría. Eso que te hace hervir la sangre y beber de ella, qué más da el día que va a estar la noche. Esto está conmigo, ella engendró contigo a un verdadero amigo, hijo mío puede ser, pero nada más, porque de amigos 1uno no va sobrado de quién sabe de dónde sale todo.

Lloro y verdaderamente lloro, lágrimas saladas resbalan por mi cara y no es por mi geta por la que ellos vayan caminando al acecho como el búho. Qué rama a rama va de en árbol en árbol buscando las ratas y los conejos, como algunos buscan las sombras. Yo sería más de buscar las segundas, aunque la verdad de símiles son las dos.

 Se acerca el invierno y yo no sé qué decir, cuatro estaciones tienen el año, pero cuántas oportunidades tienes en la vida y a veces lo pienso y verdaderamente, me entran ganas de llorar, como ahora que me siguen las lágrimas por la cara secándome con las manos para que no me vea nadie y hacerme el fuerte.

Desde las fresas de Huelva, a los olivos de Jaén, pasando por la mezquita de Córdoba y cruzándome y topándome con la cara con aquello que se llama la Alhambra, me quedé bañado por las aguas del Guadalquivir cuyo río pasa por Sevilla. Qué sería de mí entonces si dejara atrás me raíces, yo no sería nadie, no vas a ver lo que sería. Entonces ahora recuerdo lo que me decían en la escuela y no iban mal encaminados, simplemente era yo que no hacía mucho caso. Estaba en mi mundo, en un mundo de juegos y no hacía atención al profesor. No era un niño despierto, pero en fin esos son otros tiempos, hay que vivir el presente sin olvidar el pasado.

Entonces me enfado de tal  forma que hablo con aquel que me llena el alma, aquella energía que me conduce y me guía en mis escritos. Le pregunto medio enojado e irritado, por qué no me haces tocar la guitarra con sus seis cuerdas y en unos cuántos acordes soltar mi pena. Deja que mis letras se plasmen en música o simplemente escucha este relato en el fondo de música española

Entonces dime tú entonces que te escucho hoy o cuál es tu nombre o cuál es tu significado y cuál es tu rol.

         ¡Da igual!, no tiene sentido decir quién soy que soy ya qué de dónde vengo nada tiene sentido, solo vengo a hacerte compañía un sábado de julio que estás completamente aburrido.

         ¡Aburrido!, yo nunca, nunca me aburriré con vuestras presencias y respuestas a mi llamada.

Ando despacio camino en un camino tortuoso, lleno de piedras que no me llevan a ningún sitio, hay senderos, hay caminos. Dime para qué hacerlo con un guía, porque si no corro el riesgo de caer perdido en la sombra, entonces no tendría salida ninguna disfrutar de la vida completa, te acabo de explicar todo eso en cuatro frases. Son cuatro páginas, todo esto es imposible, todo es debido a que es debido Inés porque he bebido, jugado, pues solamente me he divertido y he dado con tu nombre Inés.

         ¡Ay señor!, tú qué sabes tanto. Dime la verdad, qué somos ya que venimos, no me gusta decir pues por el camino debo seguir y en él me encontraré la verdadera verdad  es aquella que llevo tanto tiempo buscando y que no encuentro nunca.

Estoy dentro de una dura escuela, llamada mundo. Intenta descubrir por ti mismo cuál es el sentido le da vida y solamente es propiedad y vivir o vivir para reflexionar. Quién lo sabe, ¿quieres saber la verdad?, tú es que vienes y te presentas o tú que me lees, qué sientes y presientes todo aquello que yo siento, que me embarga dentro de mí. Me  embriaga como si fuera borracho, pero borracho de energía, voy de energía quienes explican. Se habla, espero que todo el mundo sabe de lo que va realmente la vida, esta no es un juego de niños.

Ahora sí, ahora me levanto de la hierba, adónde me encontraba sentado y despidiéndome del árbol con un abrazo, le digo adiós a Inés, de tal forma que parece que hubiéramos sido novios. Me alejo mirando para atrás, la noche se acerca y la fresca llega a mis huesos, no tardo en llegar a casa por eso. Que tomando una chato de vino sentado ahora en una de las sillas de la cocina, pienso ahora en soledad, quién es verdaderamente Inés y si me ha dicho completamente la verdad, siendo así sincera. Qué más da, a veces pienso que es así. Ellas y ellos se me acercan por mi sensibilidad y porque saben que son bienvenidos y los trato con respeto.

Felicidad me da, al saber que hay algo después. No estará Inés, pero quién sabe quién me esperará al otro lado y si de verdad existe el Edén o solo es algo comentado como tantas cosas, que uno por mucho que perciba no sabe a ciencia cierta.

Entonces y solo entonces, siento  los pájaros cantar, me anuncian su marcha y yo, asomado al balcón me despido de ellos también, diciendo un “hasta luego”, porque en primavera volverán, no sé si los mismos, pero algunos repetirán y sus cantos matinales me llenarán el espíritu de alegría y bondad, haciendo de mí un alma espiritual.

 

 

sábado, 3 de julio de 2021

 

SIMPLEMENTE SUSANA

Dime viejo amigo, de que estoy equivocado, que  todo  es  fruto de mi imaginación, que nadie más  andará mi camino solitario. El sonido de las  aves, el sonido de los  pajaritos cuando están  en época de celo, me hacen recordar un viejo amor que fluctúa por mis adentros, que me desgasta y me corrompe el alma y mi cuerpo, hasta el  punto de no saber quién soy yo. Solo me evado en las barras  de los bares de las afueras de la ciudad, como si mi vida no tuviera sentido alguno y solo tuviera que  dejarme llevar, hasta que un día el  ángel de la muerte se presentase y me llamara para que le acompañara.

     ¿De qué vas tú?, que te crees tan poderoso, qué crees que puedes gobernar el mundo. ¿Quién te crees que eres como todos alcemos la voz?, tú te quedarías sin nada y Susana que esté ese día conmigo…. pero en fin eso  son otras cuestiones que ya te plantearé cuando mi cuerpo muera y tenga la posibilidad de acercarme otra vez a ella.

Lazos de color brillante anudo en el puente de la discordia, lazos de color verde anudo en las ramas de un viejo árbol. Sangre roja burbujea  desde sus entrañas, como si  fuese  un verdadero manantial. No  sé si es lloro o risa, si  es alegría o tristeza, pero todo ocurre así. El árbol inmóvil sugiere el movimiento de sus  hojas a favor del viento del Oeste sin que  ello haga parar mi corazón latente y falto de amor.

Tiene la raíz muy profunda, al igual que profundo es el amor de mi corazón hacia ella. Ando por los bares recordándola, con la mano izquierda aguanto su foto carnet  mientras que la derecha me sirve para coger la botella. Esté medio llena o medio vacía eso es lo de menos, lo importante es que haya siempre un camarero que me pueda servir otra, hasta que al final caído por el alcohol me doy por vencido y regreso a mi casa.

Pero aún es pronto y solo acaba  de empezar  la fiesta, ya sea en tu casa o en la mía, en  el bar de al lado o en el  bar de enfrente, toda ocasión es buena para festejar y olvidar por un rato todo aquello  que  nos hace daño, dejándonos doloridos y sangrando como el viejo árbol, que parece impasible pero sufre en verdad.

Rema que rema, surcando los mares de las tinieblas voy en busca de mi propia existencia, ¿qué será de mí, que será de aquellos que me reconozcan por mi semblanza?, a ellos mismos voy, yo no sé qué decir. ¡Oh! No sabría mejor decir sí no sé qué decidir.

¿No era así como nace el amor puro?, casi seguro que no, no era así seguramente que no yo no llegué. Decida perros,  perros que hablan de perros, yo no hablo de nada de eso. Lo  que digo, es que es lo mismo nacer de vientre de alquiler que de aquello que surge de una noche o de varias, quién sabe qué lo que puede llevar a hacer aquellos gestión de ellos, hay más respeto donde debemos más cariño de que el que adoptado qué hora crees que es regenerado.

Ella se llamaba Susana, su nombre es uno de tantos de los que hay en el mundo, pero ella era una chica especial, era una chica del mundo. Chica de los bajos fondos, Susana, Susana,  Susana tu nombre me trae tantos recuerdos que no puedo totalmente nombrarlos. Susana, Susana, Susana, qué sería de mí si tú estuvieses aquí. Yo no te olvido, espero que tú tampoco lo hagas, aunque ya no estés conmigo, todo pende de un hilo. ¿Susana quieres casarte conmigo, Susana quieres venir a vivir conmigo?, me harías el hombre más feliz del planeta, serías la envidia en el barrio pero al mismo momento  yo sería el más deseado por tantas mujeres que no podría contarlas ni darles número.

Solo decir solo el nombrar Susana, hace que ellas se vuelven locas de envidia y quieran ocupar tu puesto, ya que yo soy el hombre más rico al tenerte a mi lado. Susana, Susana, Susana, no olvido tu nombre y a veces no recuerdo que ella no está aquí, que no depende de mí tu propia existencia. Si fuese capaz, si tuviese la posibilidad alguna encendería un gran cirio o montaría tal que tú acudirías a mi lado, pero eso ya no es posible, eso ya no está a mi alcance. Los que un día como hoy de hace varios años, alguien o algunos por alguna razón que hoy en día todavía desconozco, te dieron muerte.

Yo acudo a menudo adónde yacen tus restos, me quedo inmóvil, me quedo pasivo o mejor dicho me quedo sin palabra alguna ya que por mucho que diga no podrás volver nunca.  Si estuvieses aquí te diría tócame, tócame mucho para que ellos noten tu presencia, para que ellos sepan que realmente existes y no eres fruto de mi imaginación. Podría escribirte una carta que te llegará te diría lo siguiente….

“Susana, Susana, Susana, eres la mujer más bonita del mundo. Esto puede sonar muy vulgar, pero la verdad es la verdad, todo es como eso y yo que soy del montón daría lo que fuera por poder acariciar tu rostro. Susana, Susana, Susana,  te escribo esta carta abierta por si alguna vez llega a tu mente y la puedes leer.”

Aunque soy un poco escéptico en todo ello, por eso no paro y voy de cerveza en cerveza y me paso el día deambulando por las calles sin ningún tipo de destino, no sé ni cómo soy. ¡Oh sí!, quién lo sabe, a saber.  Yo no transmito esta voz, solo transmito estas frases para que lleguen a aquellos que ahogan con alcohol sus penas,  intento salir de ello pero me completamente difícil de hacer.

“Qué curioso, siento cierto calor y siento frío a la vez, cómo si con un escalofrío ardiente mi amor impuro recorriera todo mi cuerpo. No sé si es la cerveza, el whisky, pero corriendo no llego a tiempo y vomito todo lo que llevo dentro. El camarero al verlo me echa a patadas, por qué será sí yo solo busco el amor puro en aquella muchacha llamada Susana. Qué más da, para mí ahora todas son Susana, que le voy a hacer al tiempo si me voy volviendo cada vez más viejo, la única ventaja de ello es que cada vez estoy más cerca de ti, por eso esta carta me espero que la recibas de mí”

Sigo deambulando por la calle de lado a lado sin orientación alguna, necesito saber por la calle que ando, qué será de mí cuando pierda la esperanza. Espero que eso no vuelva nunca a suceder y que la carta que te he escrito te llegue y me esperes, porque ello con otra mujer no voy a estar, porque en todas ellas veo reflejada tu rostro y no puede ser, está el amor que deseo contigo que percibo tu olor en cada rincón.

         Dime Luz quién es ella, que me embauca de esta forma, dímelo hermana mía quién es esta muchacha en la que pienso cada día.

Mirando las farolas se queda en espera  de alguna respuesta, espera y espera, hasta que sentado en un banco de un parque se queda dormido. Ello le transporta, le redirige a cierto lugar, a  cierto entorno en el que solo habla con ella. Pero ella no es Susana, es Luz quién le responde.

         El cielo es muy grande para encontrarla, necesitarías una eternidad ya que quedan luces que a veces se confunden en la oscuridad. Quien sea verdad, quién era ella, la conociste una noche de fiesta y para ella la fiesta era continua, ¿qué te crees que es la vida? No pienses en ella, búscate una, una que no en la que no veas su cara reflejada como si mirases un espejo.

         Anda despacio y ven para casa que a ella te guío desde el otro lado, qué más da ven aquí corre, acércate a mí no te lo pienses dos veces y pon la mano en el altavoz.

Lo que te voy a contar no es una historia de amor y a lo mejor no tiene un final feliz,  pero es la verdad y nada más que la verdad, así lo cuenta  ahora yo el narrador de esta historia.

         El amor el verdadero amor solamente se cruza en nuestro camino rara vez, con qué deja la cerveza y  sal, descubre todo aquello que todavía tú no conoces y en donde pueda ver alguna chica que es de tu agrado. No lo olvides nunca ni la olvides a ella tampoco, porque el amor aunque en este esté presente te acompañará siempre.

Hace caso omiso y sigue su camino ahora despierto, qué más da, es su vida, no es la mía.

El camino es largo y lo hago  tan despacio, que la gente se me queda mirando. De lado al lado voy sin saber rasgar la   cortina transparente que nos separa a todos, ando despacio recordando los paseos con ella cogidos de la mano. No era una chica normal, para mí era especial, pero para gustos colores nadie  puede decir que ha elegido la chica perfecta, simplemente pueden decir, que se están con las chicas que quieren que aman y qué se desean.

Decía que esperaría, pero yo no sé si creerme nada, porque resulta que para mujeres hay un millón. Pero solamente una pequeña parte son para mi corazón, no todas ellas son de mi razón ya que en ella me fijé en su inteligencia qué más en otra cosa.