sábado, 31 de julio de 2021

 

EL NAVEGANTE DE ESTRELLAS

Como en un panel de abejas, zumbo mi música y me comunico con las demás, haciendo de ello algo celestial sin llegar a estar a tan alto nivel. Descubro dentro de mí algo que era opaco y no creía que era yo poseedor de ello. Eso es, eso se llama acertijo o quizás no, yo aquí lo dejo, porque yo no voy de flor en flor y menos para que ellas fecundan.

Rompo en llanto, las lágrimas me caen en cascada y yo con la espada enfundada cobarde de mí, no soy capaz de traslucir lo que hay dentro de mí, haciendo de ello un verdadero polvorín.

       Por Orión, por Pegaso. Yo clamo a todos los dioses, yo clamo al universo entero y con ello a todas sus constelaciones, para que sean capaces de hacer revivir todo aquello que ha desaparecido en sí.

Que daría yo por poder tirar la vida para atrás, pero en fin son cosas que pasan. No quiero decir con ello ni quiero nombrar nada, simplemente me apego a mi futuro y nada más que a ello. Navegante estelar soy yo, que circula por el entorno de las estrellas, ellas brillan en la oscuridad, ellas se quedan inmóviles mientras los planetas y todo aquel Ser que tiene vida circula en bucle en torno a ellas.

Todo es como es y no hay nada hay nada más, es cierto y por ello escribo este relato y por ello todo lo navego. Soy navegante de las estrellas, no lo olvidéis porque si lo hacéis no conoceréis nunca la verdadera verdad del qué, del cómo y del porqué. Son grandes preguntas a la querríamos responder y como buen navegante no digo del país que soy, porque no hace falta decirlo. No digo ni mi nombre al menos por ahora, porque no tiene sentido alguno, los que saben la verdadera verdad yo lo descubrirán.

Sombras en la noche se venden en la oscuridad, para poder vivir sin tener que renacer ya que ese derecho lo han perdido.

       Sí, es cierto vengo de otro mundo paralelo he rasgado la cortina transparente y ahora me encuentro entre vosotros, soy una mujer dulce con aquellos que me respetan, pero soy una mujer vengativa y rencorosa con aquellas que me traicionan, no lo olvidéis nunca por si se os ocurre hacer lo propio.

Cinco segundos de pausa, y suelta una frase….

       Vengo, no me olvides, que esto no quiero que sea un simple coloquio.

Me quedo sorprendido de la energía que he absorbido y tan chocante es, que casi la expulso, pero le doy una oportunidad, la oportunidad de que hable y se explique, a qué razón esta prepotencia.

       A mí tampoco me gusta escribir un relato sin sentido, todos absolutamente todos, da igual condición, raza o sexo, nos debemos dar todos la mano para seguir adelante en todo aquello que queremos alcanzar. Quienes al menos proponemos necesidad de aquello que es vital, porque yo me pregunto, ¿qué será de aquellos que no siguen el camino que algunos dicen recto?

Siento tal vibración, que me hace casi perturbar mi conciencia, pero sigo atento y le respondo….

       Yo no los sigo. ¡Oh!, sí simplemente quiero hacer mi vida y que nadie me falte el respeto, ¿porque he decidido seguir un camino diferente?, ¿qué sería de todos, sí todos si siguiéramos el mismo patrón y el mismo camino?, la vida en sí no tendría sentido. 

Si tiene alguno vamos a hacer, que ella dice que al menos lo sigue y sabe que simplemente hacemos el bien, no sigamos diciendo que nada es perfecto, porque ello nos condiciona a seguir sin querer adaptarnos a todo aquello que  quienes nos perjudican  siguen campando.

       María, simplemente María te voy a llamar con tu permiso, siempre que tú me lo permitas. Siempre que tú me lo permitas no olvidaré jamás este acercamiento,  yo soy un simple narrador de historias. A veces unas más que otras, muchas me dejan alguna vida real, pero todo lo que digo quién sabe si es ficticio. ¡Oh!, es de verdad que alguien me la cuenta, ella escribe su vida, qué sentido tiene la vida sino podrías explicar María lo que  yo no lo sé.

Corre el aire, corre una brisa, hasta convertirse en un viento que hace peligrar mi propia existencia en mi panel de abejas.

       Javi, si me permites te llamaré Javi. Yo no soy el Ángel de la muerte, yo solamente me acerco a ti, porque algunos han dicho que tienes una sensibilidad extrema, no escuches a aquellos que no están conmigo, yo estoy aquí. Sígueme, sigue mi camino, te voy a demostrar que no hace falta ser un adivino para nacer, vivir y procrear. Es lo que hacen algunos, otros crean ilusión, otros,  aquellos que llamamos sombras crean destrucción y dolor. De esos nos debemos de alejar, nada, no hagas caso a las habladurías.

Ella sigue tu camino, hay que quien destruye hasta que un alma vuelve a nacer, que vuelve a crecer y vuelve a construirse. Tú qué sabes realmente de la vida, debes realmente saber más que muchos que mueren son por influencias.

Entra, entra por la puerta trasera y no tendrás escapatoria, vivirás un sinfín de aventuras, Mi vida, lo que vivirás ya hasta que no acabe esta aventura, no lo olvidarás ni morirás ni en pintura.

       Eres lo que eres gracias a mí, no lo olvides, porque si lo olvidas puedes llegar a cometer el mismo error y eso, eso no significa que tú te perdones sino significa que yo te haga tuyo.

Cómo un merodeador, voy pasando por las vidas de cada uno de vosotros, como un Ángel de la muerte habéis hecho destrozos en vuestras propias vidas. No lo olvides ni me faltes el respeto, ya que puedo llegar antes y dejarte sin aquello que más aprecias, que es tu propia alma. Como un paseante o un marchante de comercio, voy negociando los minutos de vuestras vidas. Como un comercial voy vendiendo ilusión a vuestras propias vidas, ya que sin ello nada tendría sentido, no lo olvidéis nunca yo soy lo que soy porque así son las cosas no lo olvidéis.

    Me choca escuchar esas palabras de alguien de la que todos decimos qué es el mal. Qué es el mal en verdad sino todo aquello que es de sufrimiento, la ilusión estoy de aquello qué nos hace felices ya que puede ser de amor,  del deseo o quizás de tener alguna virtud. Tenemos que dar gracias a estar vivos, mira ahora por la ventana y no veo el Sol. Me refugio en mí mismo y hago de mi virtud un escape y un aliento de vida, que sin ello o sin ella no sería feliz del todo. Qué le vamos a hacer si la vida se ha presentado así, con el Ángel de la muerte aceptando mi cuerpo dentro de mí.

       No, no sufras por ello. Tú que me lees, tú qué me escribes, no sufras y vive. Ya que ello nos llena el alma, que vamos a hacer si las cosas son así, nadie que se va dice algo sincero de lo que hay detrás de la cortina transparente. Nadie, nadie es capaz, ni los vivos ni los muertos, creo que nos quedamos no con fe, pero sí con la esperanza de que todo continúe. No sufras, no sufráis ya que tarde o temprano, lo que antes parecía mentira ahora será verdad. Qué más da lo que diga, lo que escriba sí hasta que me muera no sabré la verdadera verdad.

Antorcha ardiendo, espadas en alto, llegué a la resurrección. Ya era hora,  vuelvo a estar aquí, qué más da lo que fuera antes, en realidad lo importante es el ahora y el momento que vivo. Estoy escribiendo estas letras a través de la música que me entra, ella me hace autosugestionarme, evadirme un rato y todo eso es mejor.

       Creo que voy a hacer cosas peores, tú qué sabes sigue caminando por el sendero que tú quieres seguir, al final de ella está la meta y esa meta no es la que has elegido tú, ya la ha elegido el destino por ti.

Fue más fuego cae del cielo, nubes de ceniza se forman en las montañas, solo  un fuego hace del día un infierno, qué más da, yo sigo mi camino esté bien o mal, solo no sé si es el destino. No vi ninguna luz el día de mi muerte, no vi nada, solo una extraña sensación y un extraño presentimiento de que todo era familiar para mí. No descubrí nada más que aquello que era salir, despegarse de mi cuerpo y volver a renacer. Quizás sea el sueño de una simple abeja o sea el destino que me tenía marcado el Ángel de la muerte.

Un navegante soy yo, un navegante de estrellas que transcribe y plasma lo que percibe, compartir es mi obsesión y por ello quizás sea lo que soy. Quién sabe la verdadera verdad, yo no, os lo aseguro. Pero en fin, si la encuentro, esa será otra historia.

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