miércoles, 30 de octubre de 2019


                                                    AL GALOPE

Paseo por las mañanas por unos de los parques de la gran ciudad, con las manos en los bolsillos, ando pensativo. Solo pienso en aquello o mejor dicho en aquel que fue en su día mi mejor y gran amigo. Camino despacio, tanto, que le doy una patada a una lata de cerveza que veo en el suelo. No hay nadie, es muy temprano, el Astro Rey acaba de salir y solo se ven a los barrenderos haciendo su trabajo, a cuál más digno. Cuando una voz resurge en mi oído derecho y me dice, me comenta lo siguiente…
   
                          -              Solo veo mi sombra reflejada por el Sol, solo veo aquello que me dignifica como persona y eso, eso es mi buen hacer y mi buen nombre. Todo eso que dicen de mí no es cierto, yo por un módico precio, hago viajar al más humilde y al más rico. Todos son tratados por igual, no hago diferencias nada más que eso. 

Giro la cabeza de un lado a otro, ahora un sudor frío me recorre todo el cuerpo, hasta que viendo su imagen estallo, pero solo hago un sordo grito en medio del espacio abierto, mientras escucho, cerrando los puños a la vez. Mientras me echan el brazo por el hombro, caminando al mismo paso.
   
                 -      ¡Calla, calla y vuelve a callar!, que yo soy tu verdadero amigo y nadie más. Solo verás luces y sombras, con solo una sola vez te engancharás y ya no podrás parar hasta que los pies los veas ya por delante y ya no puedas reaccionar. Ya he perdido la cuenta, de cuantos han caído en mis redes, que como una tela de araña se va tejiendo en tu cerebro. Sufrirás, lo lamentarás toda tu vida, pero ya será demasiado tarde. Nadie se te acercará, pasarán diez mil años antes de que seas perdonado y puedas alzar la voz, pudiendo romper la larga cadena que te ata a mí. No tienes escapatoria, solo el dulce somnífero que entra al sentir mi líquido entrar y mezclarse con tu sangre, te hará feliz. Siempre me pertenecerás, siempre serás mío y no podrás decir nunca de los nunca, no. 

He salido dos veces y dicen que no hay dos sin tres, pero yo lo intento, lo debo conseguir, solo por decir que he conseguido algo en la vida, algo más que engendrar y seguir la cadena de la vida. Una vida que a veces golpea de la manera más cruel y otras veces te brinda sus mayores placeres, aunque parezcan banales.

Al galope, cabalgando va por sus venas, hinchándole estas y llegando a minarle y adueñarse de su cerebro. Desconozco el efecto real, pero sí he visto pasar por la calle algún que otro “jinete” de la droga. Todo aquello que se ve no es cierto, todo, la mayoría son cosas imaginarias que le llevan a pasar un “buen rato”, al menos para él. Ya no sabe vivir sin ello, ya no sabe qué hacer para bajarse de su galope.

No sabe o sí, pero no quiere hacer caso y se miente a sí mismo, diciéndose, “mañana no será como hoy”. No sabe o sí y se calla, no sabe dónde esconderse. Camina de manera fantasmal, es solo una sombra de lo que fue, “mañana no será como hoy”.  Se dice, se lo comenta para sí, hablando solo.

Una barra de pan del día anterior, es lo que consigue de premio, eso y poco más que eso. Pan con pan, es lo que come, merienda y desayuna cada día. Eso, cuando tiene hambre o apetito, que es raro, porque al parecer dicho cabalgar le quita las ganas de comer a cualquiera.

Se dice, se comenta, que antes de lo que es ahora, había sido un ganador de la vida, un verdadero triunfador, que todo fueron unas nuevas amistades que se echó y que le llevaron a recorrer el ruedo como un toro cegado y drogado. Todo un pijo vestido, a grandes rasgos se puede ver hoy en día, en su vestimenta y su saber hacer. Es una pena el tenerlo todo y perderlo por querer aventurarse en un terreno, que de quién lo pisa muchos ya no salen.

A lo mejor todavía no es tarde y se da cuenta, pero a su edad lo veo difícil. Me acerco alguna vez y le ofrezco un café, alguna vez me lo acepta, otras, la mayoría de veces me lo rechaza. No se diría que no pudo decir que no, saber que es una lucha muy dura y larga.

Camuflado entre la gente intenta pasar desapercibido, concierto a concierto de música rock o pop se ve o cree verse divirtiéndose. Copa a copa, se cree el Rey, el rey de copas, cuando realmente le pintan bastos.

Como un animal perseguido se siente, acorralado en la calle, no por guardias que porra en mano van apartando a la gente, no, si no por la misma sociedad. No quiere cerrar los ojos, no quiere perder de vista aquello que le amortigua en su caída libre desde el precipicio hacia el infinito mundo del olvido. Yo le intento ayudar, pero me ve invisible en la mañana y por la noche ya no existe ni él mismo, ya desaparece en el infinito vacío de lo nocturno.

Yo le digo, yo le repito. No, que no es el camino a seguir, ¿pero, quien tiene derecho a elegir o dirigir el camino del prójimo? Nadie tiene ese privilegio, ese don de razón. Si él se ve feliz, pues entonces es que no le hace falta nada más. No es tan fácil como parece, no es tan sencillo como parece. Los pinchazos en los antebrazos se multiplican, haciendo de ellos moratones que lo deja todo dicho. No le hace falta mujer alguna, ya encuentra el éxtasis que necesita, ya encuentra en algún lugar su momento. ¿Cómo enseñarle el verdadero camino?, cuando todos seguimos el nuestro propio. Tan fácil no es, tan sencillo no es, solo hay que ver o vislumbrar el cerebro dormido y carcomido por el galope incesante de aquello que no tiene nombre y que destruye al mismo rey de copas. Ni que fuera un poco lelo, que de ello no tiene nada, sigue el juego, sigue cayendo en el bordillo, durmiendo al raso. Ya sea verano o invierno, todo es como una mala partida de cartas, pero todo puede cambiar, todo depende de él.

Quiere ser un rey de la magia, un mago de lo desconocido, demostrar a todo el mundo que con él se equivocan. No sé cómo va a hacerlo, no sé cómo puede ver divertido semejante situación. Todo es como es, todo lo que le rodea es de luz y de color, tan destellante que sus propios ojos se le iluminan y me dice, me aclara, que soy yo el equivocado. Que el día que lo quiera probar, me invita, que comparte conmigo toda la sabiduría del saber hacer. Por favor, le contesto yo, ven y mírate al espejo, mírate y mira el cambio que has dado desde que entraste en dicha plaza de toros, dónde el único toro eres tú. Todos, absolutamente todos te van banderilleando, te van dando con el capote, hasta que venga el de la espada y sin piedad alguna te pinche con ella, causándote la muerte, entonces y solo entonces, despertarás de tal ceguera.

Como ayudarte amigo mío, yo no quiero que sigas en el ruedo, llegará el día en el que no puedas más y sangres hasta por la boca y nadie venga a socorrerte. Solo el tiro de los caballos, te arrastrarán por la tierra y la gente sacarán los pañuelos blancos, pero no pienses por un adiós y un respeto, sino por la diversión que han tenido mientras has estado en el ruedo.
    
                           -        Sal, escapa, todavía que puedes y que no te domine el miedo, el miedo al enfrentarte a la sociedad. No temas, que ellos tienen más miedo que tú. Ellos no llevan cuernos imaginarios y tu piel es gruesa, así que todo sea como llevar un chubasquero en una plena tormenta. Llueve, que llueva, tú sabrás secarte al llegar a casa si es que la tienes.

Cansado de la misma monserga, al salir del parque, gira por una calle de manera brusca, casi llevándose a una anciana por delante. Mientras hace camino contrario, dice alzando la voz al foro.
   
                     -                 Que os pensáis, es que no entendéis que este hombre es mío, es de mi posesión y solo yo puedo decidir por él. Ya no se escapa, ya no tiene salida, solo el zumbido de enjambres de las abejas puede hacerle decidir y yo, yo no lo dejo. No puedo ni debo consentirlo porque no, no tiene los mismos derechos que cualquier Ser humano, no los tiene, los perdió de antemano.

Viéndose acorralado, viéndose atrapado por una muerte lenta y silenciosa, toma asiento en un banco público y con el Sol dándole en el rostro, concluye para sí mismo.

“Puedo hablar, puedo al menos decir algo, alguna palabra en mi nombre. Yo he elegido este camino, nadie puede decidir por mí, ni tú ni aquella que llevo dentro de mí. Está dentro porque así lo he decidido, porque ha sido así. Lo he visto desde afuera y me quedo adentro, me he mirado al espejo, te he rechazado el café y como solo para sostenerme en pie. Sé, soy consciente que es una falta de respeto a la vida misma, pero al menos así me río de ella. Al menos así no me da más la lata. No deseo nada más, cuando me canso me siento en el suelo. Qué más da, si es verano o invierno, yo solo deseo acabar rápido con este mal sueño llamado vida”. 

¿Te apunto en lo que sea?, estoy a punto de no saber quién soy yo para no ser feliz. Todo lo que me hace llorar me hace feliz, porqué de ser así todo se desvanece, Habla de mí, quiero saber, yo quiero reír. Mi madre, mi madre de verdad es la que me puede decir, ¿quién eres tú para decir que soy yo. Me falta gente extraña, dentro de mí te quiero yo, a ver quién se aprovechó de quién, porqué parece que tengo lo que podría tener para mí, una bella mujer. Quién sabe el secreto de la vida y si es mucho, el mundo real de hoy en día, hace gracia que me ría, sino no te deja disfrutar vale. Ver las cosas que sean como son, es como un libro se abre una puerta y una puerta se cierra. Tú qué dices, tú que quieres ser mi amigo, déjame correr en mi destino vestido de negro y oscuro de la noche. Luces y sombras, siempre te extraño dentro de mí prefieres que sea yo. Seré tú, lo sabes de verdad porque yo no sé, todos los días intentaré irme, todos los días intento escapar de la realidad. Pues no quieres saber nada de ti ni de nadie de mí mismo que estás mucho o quién sabe a saber, yo no te discuto o quizás sí, tú disfruta porque es lo que estaba viendo es una discusión en la que se puede acabar en disputa.

Reza por mí una oración, tú qué crees en algo más, cuántas cruces, cuántas cruces serán auténticos muertos vivientes. A través, en el camino aquellos que vamos, que no siempre es lo mismo. Qué tal da lo mismo que lo diga, qué más da lo que busque viejo amigo, yo ya estoy muerto en vida. Permite saber, las veces que quieres comer, que vienes esta noche a hacer de ti, sombrero de la noche, dentro de una densa niebla con puerto de mar, faro y luz a tu guía, qué sabes quién soy yo. Tú lo sabes, solamente reza, reza por mí una oración y farsea. Sabes, solamente necesito lo que necesito, luego parece que si hace falta mendigo para conseguirlo. Solamente lo que necesito, no soy ningún ladrón, simplemente se empieza a montar montos en venganza.

Por donde yo señalo con un dedo, las aves son frías. Medio camino lo hacemos solos, todo ese mundo de risas, cadáveres humanos caminando, esqueletos andantes que caminan en zigzag porque no comen ni beben. Solamente dormitan en un viaje conseguido por un módico precio, todo depende de lo que depende. Si es así lo tendrás todo, disfruta de tu vida, porque hay accidentes graves, porque yo ya duermo en vida. Dormir y descansar, olvidar que existo, quizás olvidar que un día en el mundo fui alguien, que ese alguien todos los días tenía el poder en este mundo, ya nada está bien. Qué soy, qué se alimentan de mí hoy la gente, será que se eres mucho, de mucho saber piensa.

En el tiempo estás ya un poco lejano, estás un poco helado, el prisma con el que se mide depende de lo qué depende. Escribir todo aquello que ocurrió a aquel hombre que dice que ya no existe y yo sigo viendo por las noches, al menos en mis sueños y estos son así.

Templada espada, dame un arco y una flecha, dame una armadura templada, que la vida de qué está hecha a todos así les funciona. Abrazos, que abrazo y nos abrazamos todos juntos, eso sí, si sabe porque yo soy así, todo depende de lo que depende. Todo es real o ficticio aumentado por mil, abre éstas y el día terminaré con todo aquello por un puñado de dinero, para ganarme el cielo.





sábado, 19 de octubre de 2019


                                       Sueño como una nube

Era solo un sueño, solo eso…

El poder alcanzar mis metas, aquellas que para mí son inalcanzables. El poder regocijarme de ver a los míos,  a aquellos que me quieren de verdad, llenos de amor y prosperidad. Solo eso…

No, todo tiene que ser como el despertar y verse rodeado de cuatro paredes de hormigón, pensar como si fuese todo un mal sueño, una pesadilla en la que me empotro con una puerta a lo rutinario y a lo conocido. El café de la mañana, me acaba totalmente de alumbrar a lo verdadero, a toda la verdadera verdad. Veo lo que es real, que me debo vender por una horas, para poder seguir soñando y viviendo otras. Me coloco el mono azul y me dirijo a mi triste trabajo, un trabajo de ocho horas de operario del metal, donde solo tengo permiso para ir al lavabo o echar una calada a algún que otro pitillo. No es cuestión de entrar en detalles, pero es así. Un triste trabajo, para poder subsistir en mi triste vida. ¿Cuál será el final?, yo no lo sé. La vida está en constante movimiento y quizás, por lances del destino, esto cambie y siempre, espero siempre, que sea para mejor. Porque para peor, ya me quedo como estoy. Me conformo con la triste vida de operario, que me ha tocado vivir.

Al final de cada jornada, voy al mismo bar, al de siempre. Donde me conocen, pero yo no conozco a nadie, aparte de al dueño. Me quedo más de una hora, hago tiempo hasta que es el momento casi de cenar. No me espera nadie y no tengo prisa, solo veo a la gente beber y escucho a la gente hablar y reír. Me llego a preguntar si soy el único extraño en este mundo llamado sociedad y que nadie piensa en que tenemos fecha de caducidad. Son las seis y media y por lo menos, hasta las nueve no cenaré, así que aquí me quedaré, sentado en el triste taburete que parece ya tener marcado mi nombre, enfrente de la barra, viendo mi imagen reflejada en los espejos de la pared, donde sus estanterías de cristal guardan cientos de secretos en sus botellas de licor, yo tengo mis sueños, mis pensamientos, donde los dejo volar como si de un ave se tratase…

“Hola pájaro, porqué picoteas en mi corteza si te estoy dando cobijo. Porqué picoteas y a la vez anidas, con tus pequeños. No me hagas mal, que yo no te lo deseo ni por asomo a ti. ¿Verdad, que cuando llueve te refugias, verdad que cuando hace calor te doy sombra?  No me picotees por favor, no picotees en el árbol que soy yo y tengo vida y aquello que parece sabia, es como si fuese mi propia sangre y no querrás que me desangre, ¿verdad?, no busques y te dejo anidar. No puedo mover mis ramas y permanezco inmóvil. Pero me duele, me duele y me haces daño. No picotees, no busques lo que no hay y dale de comer a los tuyos, que tienen hambre”.

Siento las campanadas de una iglesia cercana, dando la hora de marchar y vuelvo en sí, así que le doy el último trago a la botella de cerveza y me dirijo para mi casa, no es un castillo pero es mi casa. ¡Un bocadillo!, como siempre me espera. Una comida de un comensal, de un solitario de la vida. No hay familia a alrededor, solo me acompaña la soledad más completa. Ni hijos, ni mujer, ni hermanos, solo algún que otro primo lejano, con el que no tengo contacto ni ningún tipo de conexión. Soy mayor y solo espero que algún día consiga que mis ideas, unas ideas que no son tan disparatadas, si no fuera por la edad que tengo, sean reales. Estoy más cerca de la jubilación, de lo que parece. El pelo al no ser canoso, no me delata. Por lo demás, esta es la vida de lunes a viernes. Los fines de semana, salgo a algún que otro baile o algún que otro local. Siempre solo, la mayoría de veces, tengo que recoger las velas y volver a casa, sin compañía.

Sentado en la mesa de la cocina, sigo ahora con mis pensamientos, pero ahora me doy cuenta de todo lo que mi imaginación me embarca, y bocado a bocado, los escribo en una hoja de papel en blanco…

“Hola árbol, tienes razón. Pero es en mí, costumbre afilar el pico y buscar alimento. No te voy a hacer mucho daño, solo el necesario y mi hospedaje será limitado, como limitado es mi vuelo. No me alzaré por las ramas más altas, solo revolotearé con mis alas. Solo me posaré en aquellas que son gruesas y pueda anidar. Mis pequeños, ya mismo volarán y te necesito, te necesito en mi quehacer diario. Solo cuando llegue el otoño marcharé y para eso queda tiempo, como tiempo caluroso es el que necesito, para que los míos sobrevivan y alcen el vuelo, como yo”.

Pienso y sigo pensando,  ¿adónde he dejado mi juventud, adónde habrá ido a parar?,  leo y releo lo escrito y medio riendo y medio llorando, lo hago una bola arrugada y lo tiro al suelo de mal humor. Solo el saber que solo me queda un vago recuerdo, una triste historia de la que no contaré nada a nadie, me hace abrir una botella de cerveza. Tal es mi enfado, que a medio trago la empotro contra la pared. Se hace añicos, no solo de cristales está ahora el suelo lleno, además de alguna que otra esperanza de cambio. Todo ello me da por asomarme a la ventana de la cocina y respirar el aire, debido al sofoco.  Ahora me doy cuenta que por la sencilla razón de no tener hijos ni nietos, no podré engrandecer, mis pequeñas batallas, que no dejan de ser, locuras de juventud. Quien tuviera otra vez veinte años…  ¡Ay!, muchos los anhelan, como si no hubieran sido de tanto disfrute y es que solo se vive una vez y hay una edad para todo. A mí, me toca la de hacer reflexión, seguramente, que para que el día que me muera pueda mi conciencia hacer de juez y pueda vivir la tal ansiada eternidad, con calma y serenidad.

Llega la medianoche y con ello el sueño o el desvelo, el poder volar de verdad entre la luz o nadar entre las tinieblas, todo es efímero y cuando me quiera dar cuenta, será hora otra vez de volver al tajo…

“Pájaro, necesito agua. Pájaro necesito la tierra y la corteza me protege, cuando llegue el invierno. ¿Verdad, que volverás y quieres encontrarme fuerte?  Pues, no picotees y anida en silencio, que no escucho mis hojas resoplar en el viento. Solo escucho, tu aleteo y tu ir y venir. Necesitas cobijo, yo te lo ofrezco. Pero hazte merecedor de mi confianza y así desearte que vuelvas el año que viene para anidar de nuevo”.

Muchos se preguntan porque no me he casado y yo les digo la verdad, son los lances del destino los que me han llevado a la soltería. Otra razón no es, otro motivo no encuentro. ¡Bueno!,  y qué más da. A lo mejor no tengo a nadie que me abrace o me empuje, pero tampoco tengo las tan odiadas discusiones y el tener que vivir sin amor, ni tan solo el cariño y el respeto es lo que queda al llegar a cierta edad. Al menos me queda el consuelo y la esperanza de encontrar a alguna mujer que me ame de verdad. Poder sentir otra vez los veinte años, que aunque no es lo mismo a cierta edad, sí que lo son en cuanto al alma. Ésta rejuvenece o envejece, según sea tu ánimo y tu hambre, por intentar comerte el mundo. Eso solo se consigue, con el amor fugaz de una mujer. Sí, digo fugaz. Porque nada ni nadie es eterno.

Siento de lejos, como se acerca el ring-ring del despertador, las siete, son otra vez las siete de la mañana, pongo los dos pies en el suelo y me levanto rascándome los cuatro pelos que me quedan en la cabeza, pienso al menos pienso que es viernes y eso, eso me alegra.  Mientras, sigo con mis pensamientos y mi charla conmigo mismo o a saber con quién…

“Viajarás hacia el sur, donde el tiempo es más cálido y volverás en primavera, cuando la nieve se haya alejado y deje paso a un pasto y paisaje verde. Con el río fluyendo en cascada. Ahora, vuelve y no picotees mi corteza y seremos amigos. Vuelve y anida. Prepara tu viaje, que será largo, tan largo como es el verano. Un verano, que llegará al final dentro de poco y tus jóvenes ya tendrán fuerzas para acompañarte en el trayecto de ida. Pero no de vuelta, porque ya serán mayores y sabrán el camino”.

Todo el ruido es infernal y atronador, máquinas y más máquinas. Yo, con los cascos de protección estoy en mi puesto, no quiero perder concentración. El encargado, que solo le falta látigo en mano, va dirigiendo como si fuese un barco con remeros en la mar. Las aguas tardan, pero llegan a la calma y con ello la hora de plegar unas velas que nunca han existido, ya que más bien son las palas del barco las que se recogen ya hasta el lunes.

Me preparo, es viernes noche y la ciudad nocturna me espera, bailo pero no bebo. Bailo con mujeres de mi edad, hay de todo y es que lo que busco no lo encuentro. Seré a lo mejor demasiado exigente o a lo mejor  demasiado desconfiado, me repito para mí una y otra vez. Pero es que es así, a cierta edad  que puedes buscar. El  lívido no es el mismo y por lo tanto, no se busca con el mismo entusiasmo y con la misma decisión. Solo busco el amor puro, cariño y el respeto mutuo. Pero es tan difícil, que vuelvo a casa tal y como me marché. Solo el sonido del televisor, entra por mis oídos de manera, que me hace pensar en que estoy acompañado. Cuando realmente, a veces, solo el sonido de mi respiración me hace recordar, de que estoy vivo.

Duermo y abrazo a la almohada. La abrazo como un niño a una madre y duermo en posición fetal. Alguna vez, me he sobresaltado y me he despertado. Pero miro el despertador y con una sonrisa, vuelvo a dormir. Solo en mis sueños, soy feliz. Solo en los recuerdos de mi juventud, me entretengo mientras sueño…

“Te dejo en paz, no picoteo tu corteza. Eres sabio árbol de verdad, se nota la edad. La edad y el tiempo vivido, te ha dado la sabiduría y el don del saber. Esto no se aprende en un año, se necesitan cincuenta como los que tú tendrás. No hace falta que me la digas, me hago una idea. Yo al lado tuyo, soy tan joven, yo no llegaré a cumplir tantos, solo espero emigrar al sur y poder ver marchar a los míos”.

No son cien días los que pasan, cuando pasados tales como chuscos, son los días ya menos cálidos y las noches empiezan a ser heladas. Sueño, sueño perdido, me viene en el recuerdo y como tal, me dice como si fuese una noche de despedida…

“Se acerca la noche pájaro, descansemos y abriga bien a los tuyos. Que refresca en estos parajes y la humedad aumenta. Descansa y haz descansar a los tuyos. Yo permaneceré inmóvil y cuando marches, esperaré tu vuelta, para poder volver a ver la visita de un amigo”.




domingo, 13 de octubre de 2019


                                                                   FEAR

Enciendo una vela de color azul intenso, como la llama que nace en ella y dentro de mi propio Ser. La poso encima de la mesa, y como los antiguos y célebres escritores me dispongo a escribir. Solo me falta la tinta y el tintero, pero no pasa nada, estamos en otra época y aquello quedó para el recuerdo. Un buen lápiz hace también sus funciones, un simple lápiz y la música a un volumen aceptable, que me ayuda a vibrar todo aquello que entra y nace dentro de mí y así hago y así escribo.

Como el azúcar se hace caramelo, se va endulzando la noche, Juan sigue caminando, pitillo entre los dedos. No se da cuenta, piensa que es el sonido del riachuelo lo que oye. Pero cuál es su sorpresa, al ver reflejada en el agua nada más ni nada menos que una luna menguante, No sería nada sorpresivo, si no fuera porque hoy resplandece con todo su poder en el cielo oscuro de la nocturnidad personificada.

Una sombra se refleja en el aire, le dice su nombre “Baphomet” y entre el sigilo de la noche, se le acerca y entrando en el oído izquierdo le hace vibrar ciertas frases…
     
                                       -       ¿Qué buscas realmente de mí, qué de mí quieres saber?, si es verdad o es mentira el qué quieres saber.

Está tan absorto, que ni ve ni piensa, ni observa ni escucha y sigue por su camino, un camino de sombras, que no lleva a ningún buen destino. Mientras, abre un pequeño sobre.

Es como el azúcar, es tan blanco como el azúcar moreno de caña, pero entra para dentro como harina en polvo. Entra dentro de mi cabeza y se juzgará todo dentro de mi cerebro, como qué es en polvo... Qué es como ser cirujano mental de uno mismo, es toda aquello que se vende al mejor cerebro.” Yo que busco en ello…  que no busco nada, saludos”. Deseo, ¡uhm!, solo en ciertos ámbitos de mi vida que me ayude a ser capaz de hervirlos, si no acabas de hacerlo sin ellos, ahora me encuentro en una encrucijada, porque pienso que ahora de ti me siento dependiente. La gente se vende, que la gente no depende de mí tampoco, depende de algo tan caducado que es ya inerte, que no tiene vida.

Aquel que se presenta, le replica en voz tan grave que le daña el tímpano…
       
                 -    Pero que muy, es muy mezclada cuando me has dicho, que se ha creído que es polvo. Que dicen que no es nada, todo él tranquilo maneja tranquilo, circula y gana y todo aquel que la consume es el que  pierde, pierde para ver que se siente. Da igual, te deja, no hay vuelta a otro lado que el que quiere decir mirar el espacio, espacio universal.

Piensa, mientras camina, ahora un poco más “entonado”. Camina, divaga y reflexiona, ciertos aspectos de su vida que no quedarán en el tintero.

Tuve una vez una novia hace años, ¿edad?, qué más da ya. Hace ya años, entonces para qué entonces, ya está fuera de todo aquello, que era mi juventud o estaba dentro de todo aquello que no era mío. En fin, ese día de mi vida fue que por aquello que destruí lo que hay dentro de mí, si no la hubiera conocido a ella… era una muchacha linda la que dejé perder, compras dos medios de dos medias vidas y solo te quedas al menos con una de ellas, tengo la mitad de una de eso. Solamente me he perdido yo, no me lo ha pedido ella, nadie más que yo mismo. Un bebé de dos meses tiene vida, quizás nadie nace enseñado, quizás nadie nace viviendo lo vivido. Todos en la vida, todo es una etapa, todo qué es aquella que se tapa y tapa para que sepas que la vida qué será de mí. Hacer la cuenta, ya estoy fuera de todo, aquella que no puedes vender por el camino todo lo que te puedes encontrar. Estoy solo, solo y abandonado por aquellos que aún dicen, que aquello no es que me tengan catalogado con un rol y eso, eso era todo aquello que te he encargado. Los libros abiertos hoy no son libros cerrados, ven, ven abre la portada y mírame, que te he contado una historia que voy ahora a contar un relato, que es para que te estés tú un rato activo.

No hay papel en la papelera, no hay papel roto, al igual que no me gustan las vidas rotas. Familias quebradizas y sin futuro, todo por no querer ayudar ni ser ayudados en momentos que son de perdón, momentos que son de lo que son.

¡Oh!, una calle de estrellas, con una noche llena de luces paseo por la vera del río, no encuentro nada. Os lo cuento todo, quién sabe, sabe que solamente me río de yo mismo. El río, lo del río es por no llorar en el precipicio, todo depende del camino, de todo depende lo que elijas, de qué quién sigue los pasos, la que tú conoces, a ver si te convence de cosas que no son reales. Reales, simplemente son cosas que tienes en la mente y no frases de culpa de alguna que otra cosa. Ya, la otra muchacha, hace lo que le da la gana y tiene uno que ser libre de hacer y deshacer. Jamás, no me comentes nunca ni bebido, no merece la pena sigo caminando pero no encuentro a nadie. Que a mí no, peces en el río no hay. Todo aquello que nace tiene la fecha de caducidad, cierto es muy cierto. Nosotras mismas, fechas en que la corta es para que podamos vivir intensamente, cada segundo de nuestras vidas que sea realmente cuál es nuestro camino. Con bondad, sin balas, pero no siendo ni tontos ni estúpidos, simplemente sin nombres. Hombres que somos hombres y mujeres de mujeres todo es aquella que se precie.

Buena suerte, a veces se hace grande la vida o la vida me hace grande, quien sabe si realmente el pequeño se come al grande o el grande se come al pequeño. Un tiburón no  puede ser amamantado, por quién no le das la sangre de sus víctimas. Accidente es todo aquello que reluce, todas las que creemos hay cosas inertes con vida o sin vida, queremos o nos vemos que sea realmente lo que somos. Que no sabes ni quién eres me vas a decir a mí que soy yo mismo, eres así de claro. Depende,  de ti depende y te vende, el camino que elijamos. ¡Ay!, aquella que dejamos ayer, todo lo que dijiste por la boca para buscarla tenemos que tragar, después de tantos años de esfuerzo y trabajo me he levantado casi,  casi en el antojo una muralla de tan segura y esta, tan invisible pero ella, ella me impide seguir mi camino más grande que he visto en la tele y en la Luna.
       
                -      ¡Oye tú!, ¿que escribes, que te has creído que quién eres es para hacerme esto a mí?  Que yo que te veo, que eso de quién soy si estás pensando tú que eres también sabes tú que llegarás a ser. 

                   -      Dices con mi dominio, si es la fuerza de mi parte dura la que se presenta, porque yo soy el demonio que llevas dentro, yo soy el ángel que se va divirtiendo, yo que soy tu propio Ser. Así tú eres mi propio ego, qué más debe de saber tú, qué más quieres saber si mi regalo es la mentira. ¿qué, cómo se te queda el cuerpo?,  ahora que no se te queda tu mente sin saber que aquello que te has metido en la cabeza te ha dejado sin cerebro. Todo depende de ti, depende de aquellos que es aquello, todo vibra, toda la luz y todo se transmite. Todos aquellos que tú crees y no crees que es aquello que tú quieres ni lo tocan. Él siempre miente, las siguientes las sientes porque las llevas en el alma. Eres tú el elegido o seré yo el que te dé el entendimiento.

Se queda perplejo, mirando ahora a la Luna llena. Gira la vista para un lado y para el otro, mira el reloj, son las tres de la madrugada y sigue caminando a la vera del río. Al ver que está solo, habla, habla y grita al cielo universal.
     
                           -    ¡Sabes!, tú qué te crees que eres, tú qué te crees quién eres, que eres como eres y no sé realmente si ese es tu nombre cómo te llamas. Dime, ¿no lo sabes verdad?, qué más da, solamente es tu verdad lo que te impera. Exactamente aquello que nadie, la simpatía del diablo que te iba a saber lo que es una confortable nube encima de un sol reluciente que te caliente. A la luz de la luna que resplandece por la noche, todo depende.
       
                       -  ¡Ay!, amigo todo depende. Pero bueno ya lo verás tú, el tiempo ahora que tú me dices que me tienes que decir ahora. Tú que escribes tanto y que te estoy aquí, ya saqué yo lo que quería ver. Tú sabes que realmente quién eres, sabes que conoces tu nombre o cómo te llamas mejor dicho que no.
       
                -            Madre mía me dejas alucinado, cómo eres capaz de leerme, escribir, ver al mismo tiempo para escribirme, leerme al revés. Todo boca arriba o boca abajo, todo el que quiera todo destrozado tienen dos caminos, pierdo el derecho, blanco u oscuro, blanco o negro, oscuridad o luz,  luz y oscuridad existen.

Tengo miedo del resultado, escuchando qué hago yo aquí en medio, remedio de las disputas ya tendrás que hacer en la mayoría de edad tengo. Yo aquí, en medio de vosotros todo es fiesta. Quién soy yo el que está realmente en medio, yo tengo que decidir mi camino, no me digas que tengo que decir mi camino tan pronto ya. Que tengo que dejar mi inocencia, ¡soy yo!, tú sabes quién soy yo, yo no me bajo. Todavía no estoy listo para vivir aventuras y desventuras, amores y desamores, verdades y engaños y sentirme querido y sentirme despreciado. Todo eso tengo que vivir todavía, no me digas, no me hagas sentir miedo la oscuridad. Escribo de querer pelearse, vente a la luz porque no sé ni siquiera yo quién soy. Solamente soy yo, di mi nombre antes no me importaba nada, he escuchado a los dos y ahora te digo lo que digo. Yo no voy caminando por el río, yo voy caminando por la gran avenida de mi mente, una avenida tan solitaria ahora, porque a la luz de las velas no hay nadie, ¿qué va a ser, sombras?, las sombras las que le han dicho ni una, todo está nublado y llueve a cantaros.
      
              -    Tú eres fuerte, ¡eh!, tú eres fuerte. No sabes si realmente  quieres, pero sí quieres vivir, sí quieres llamar. Lo que quiero saber es que el que te llama por el otro lado yo soy, el verdadero yo soy, el que tienes que estar.
     
                        -    En tu casa nada fastidia y si nada se escribe no tendrás tú la culpa, solamente dice con voz susurrante, “sígueme a mí, sígueme realmente tú que crees en mí, que gracia a mis hijos que están muy lejos de ser presidentes de algo, se esfuerzan en llegar a mí”. Pero sí que llegarás lejos y no serás un cualquiera, no serás un inmundo  y no sé realmente lo que quieres, pero un consejo, no sigas la cadena de la vida, amor y desamor. Si te quieres casar, allá tú, cásate.

Voy a hacer yo que no sé, las mientas o sigas no sé. Es ser una copia más en esta sociedad,  que no vivas, que sean los demás copia y copia, como si fuera una cinta que no para de girar. Un disco de vinilo que pincha la misma melodía y al final vuelve al principio, a lo mejor los que cambian de color pero siguen siendo la misma canción. Blancos, negros,  amarillos…  muchas razas hay, que está vez entre todos hacemos lo mismo. Tú estás en medio de las dos puertas, sí, es en medio y se acaba de aprendiendo, tú eres fuerte eres fuerte en las aves que remontan por segunda vez el vuelo y solamente tú quieres que subir. Quieres llamar, que el que te llama por otro lado yo soy, de tu verdadero estoy aquí. Tienes a tu casa no fastidies y nada que se vive en la ventana del desespero quiere.
       
                      -  Sígueme a mí, sigue, voy a hacer llegar lejos, muy lejos. Hay días que ahora que me entero, que creo que sigues la cadena de la vida. A nadie se ama hasta la eternidad, ahora si te quieres casar, cásate, más te vea te digo yo que no.
       
                     -           Verdaderamente las ideas, no sé si soy una copia más en esta sociedad. Por favor, espero  que me avises antes, como si fuera una cinta que no para le he dado a un disco de vinilo que pinchar al final y vuelvo al principio, ¡me alegro!

Yo solo escribo, tengo el mismo derecho a hacer y deshacer…  dejar plasmado en letras el buen querer, tú que lees también escuchas. También escúchame ahora mismo, porque te voy a relatar una historia que te va a dejar sentado. El final, sexo de aquello que se hace por la mañana o por la noche, todo aquello que reluce, todo aquello que resalta por la noche está la planta. Semilla que brota y el tallo qué más da ya, si no me callo.
    
                      -                 ¡Ja,ja,ja!,  qué es que dice, que aunque te quedaras en una niebla, en un mundo sin razón. Ni la gravedad de la celda tiene que ver, que sí que es verdad solamente aquel que sigue su camino es realmente libre, es real. Pero no le hagas caso, mucho caso y hablar ni caso al ocaso y al final de tu propia existencia, pues sí es verdad a tu propia sincera verdad. El caso es que escucha atento y nada que realmente es el Todo merece verdaderamente la pena.

Lo que dicen o solamente caerás en el infierno, ¡Infierno!, ¿se tratan de mal querer, que ya te cambiaste de sombra con aquellos que lo merecen? Tajante con aquellos que no lo son, qué más da, sueños, la vida era así, es como un comportamiento de los brazos dormidos. Podemos en nuestro cuerpo, cuando hacemos es cuando nos vemos entonces en un viaje, quizás tenemos sueño. Quiero saber lo que sea realmente que merece todo. ¿Es envidia o capricho?, todo depende del dinero que ella depende lo que depende, tú no hagas mucho caso y sé sincero contigo mismo y sigue tu camino nada más. Que ha sido del río, porque se hace servir para reflexionar y encontrar el mismo y pensar y pensar en que yo, siempre he visto. Seguramente pienso, creo poder hacer de cualquier persona lo que quiera hacer.

Miedo, que es el miedo sino aquello que te ata y te desata, que te consume por dentro como una vela intensa. Qué hacemos nosotros para poder llegar al reflexionar,  hacemos que no creemos en aquello que vemos solamente porque hemos dado con ello unas veces antes. Vamos al Sol, portales, portales a la nueva vida. Quizás aportar desafíos que no nos hace descansar por toda la eternidad sea realmente todo, realmente yo no escribo y tampoco aunque tenemos lo dice, yo solamente transmito lo que escribo.  Siempre que te escriba, lo que transmita la gente pensará que vivo entre dos mundos. Escribo y anoto, anoto sin fecha alguna, porque no hay edad para ello ni tiempo ni época para vivir. Así que así lo dejo, como algo que vibra dentro de mí y nace, nace y se plasma en letras. ¡Ay!, que hubiera sido de mí de tener descendencia, qué más da, todo ha rodado así y ha llegado a circular por carreteras con demasiadas curvas. Ahora, con un ligero soplido, apago la vela, mañana el destino dirá y esta, como faro en un mar de tinieblas alumbrará a algún Ser.

sábado, 5 de octubre de 2019


                                                          Maldito escritor

Rosas blancas, que velas negras, todo ello por amor a un ángel caído. Rosas rojas, que velas blancas, todo ello por un respeto a todo lo que nos rodea. Todo es relativo, todo es aparentemente normal, pero no es así. Hay algo en el ambiente, que se huele, que se palpa, pero que  no se ve. Todo ello, me hace escribir, como un león dormido. Todo aquello que me rodea, deja de existir, como si fuese algo efímero. Me adentro en un sinfín universal, en un mundo paralelo, en el cuál no existo como tal.
   
                                    -      El Universo en sí, el Cosmos, me viene a mí y me hace escribir.

Qué será de un servidor, cuando ya no exista en este plano, ¿me dejarán venir de visita, tocaré a la puerta de aquel que sea bienvenido o qué?, no lo sé, son preguntas muy inciertas y traicioneras, no las sabe nadie. Todo es como el acero, todo es fuerte como el agua, que no deja de correr por los manantiales, al igual que lo hace la sangre fluye  por nuestras venas.

¡Adónde me encuentro!, ¿qué será de mí?, si ahora ya sé que seré lo que seré, si es que no me engañan y debo y me dejo llevar por la escritura. Porque todo no está ni dicho ni está ya inventado. Todo depende de la fuerza de voluntad de cada uno, de las vibraciones propias que sienta y en ello no depende nadie. Solo tú puedes terminar el ejercicio de la vida, pero no te salgas antes de terminar, que solo todo acaba de empezar. Todo es así, todo no es negatividad en la Oscuridad, todo es como debe de ser y por ese motivo soy un Ser, una alma diferente, que es capaz de conectar con aquellos que ya no son en este mundo.

Suena una música a través de los altavoces de mi casa, escribo torcido o el torcido seré yo, quién sabe, a saber. Todo depende de con el prisma que se miren las cosas, el árbol puede estar más recto que una vela o esta estar deshaciéndose poco a poco, todo depende de la intensidad de la llama. Zigzaguea una serpiente por el suelo, rueda que rueda alrededor de las patas de la silla donde estoy sentado, enfrente, el portátil por el cual escribo, me dejo llevar por la música que suena y suena por unos grandes altavoces.

¿Qué será, será?, seré un buen escritor o solo seré un mediocre charlatán de las frases impresas, quien lo sabe, a saber. Entra la luz de la Luna por la ventana, sufro el Sol por la mañana y por el atardecer, ¡ay!, por el atardecer me entretengo a ver por la ventana las lindas mujeres que salen de la fábrica textil de enfrente. Como si fuese un pase de modelos, desfilan por la ancha acera, subiéndose en sus coches, se les sube hasta las faldas y yo, cardiaco, me va da un colapso, al ver preciosas piernas de jóvenes damas, que ilusionadas terminan su jornada laboral.

Dejo fluir la sangre por mis venas, las venas de mi cuerpo, un cuerpo ya adobado y que ya ha entrado ya en años. Hago lo mismo con mi energía y toda aquella que quiera atravesar los límites de la realidad. Intento ser como un cohete, lanzado a la luz o a la Oscuridad, porque todo aquello que se ve, se toca. Porque todo aquello que nos huele, que se siente o se puede saborear, significa que es real. Pero lo que percibimos de alguna otra forma, lo cual percibimos o intuimos de alguna otra manera, no es real. Que vengan los científicos y que hagan estudios sobre esto. Continuarán estudiando sobre el Universo o se olvidarán de emplear tiempo en estudiarse a sí mismos.
      
                    -      Es triste pero cierto, es verdad o es mentira, todo lo que relato y enfrente, solo tengo la  pared blanca de una habitación que da a un patio interior. ¡Ja!, no lo sabréis nunca.

Uno de mis mayores secretos, es mi ubicación, dónde me encuentro a la hora de entrar en aquello, en aquel que es y no es ya de este mundo. Todo es como es, porque el Todo lo ha querido así, ni gigantes ni dioses, solo el Todo. Una vibración cósmica que nos ha sido revelado en secreto y solo yo y solamente yo, soy el actor que entra en escena. Diferentes papeles, diferentes roles, pero en definitiva solo soy yo.

Escuchando mi música, suenan las guitarras distorsionadas con una voz atronadora. Me hace pensar y solo divagar, pero es que realmente es el que siento. No estoy solo yo, mi cuerpo vibra y se emociona. Está cerca de mí, siento su voz, su respirar y huelo hasta su mal aliento y es que en aquellas épocas, la gente no estaba de beber refrescos. Quién sabe de dónde viene uno, solo sabemos que hemos sido concebidos y por tanto, estamos en este mundo. Un mundo que no despertará y seguirá como un león dormido, por los tiempos de los tiempos. No sé si despertará o sí, quién lo sabe. A saber.

                     -  ¿Cómo saber de verdad que el diablo está en ti,  cómo saberlo de verdad?

          ¡Hola ángel!,  buenas tardes tenga usted. Enciendo una vela, da igual el color de esta.
¿Quién lo sabe de verdad?, a saber. Todo depende de lo que depende y todo cuenta para lo que cuenta,  porque tienes entre tres idiomas de que te salgan para afuera. No es posible lo que se hace, yo puedo arreglar, yo puedo escribir, yo puedo contar y puedo decir, que sea de verdad….
     
             -         De verdad tú, vente tú, que yo no me lo creo. Pues yo mientras escucho una canción, veo que enervas ante todo el aceite hirviendo, qué voy a hacer. Qué más razón en uno sabes, que domina todo lo de aquí, qué es libre.

Quizás fue en una anterior vida, pero me suena su vibración y todo me huele a recuerdos. Todo es como es, ¿porqué, sino iba a venir a mí? Todo me hace llevar, me hace llegar a un sitio, a un lugar que no es desconocido para mí. Entonces y solo ahora, le hago o me hago yo mismo escribir cierta conversación.
       
                 -               Quién sabe la verdadera verdad, entiendo yo, solamente iba con reflexión digo y hago lo que yo creo conveniente, pero eso es verdad o es mentira o solamente la triste alegoría de algún Ser querido muerto.

Como en un cruce de caminos, me encuentro. Como en un desvío opcional estoy y no sé qué sendero tomar. Solo escucho el viento, no hay ni rayos ni truenos, solo la voz de aquello que no suena o al menos, y digo al menos, nosotros no somos capaces de recibir. Hay un cruce, alguien o algo, me hace relatar…
      
                    -               ¡Xenia!,  por dentro soy negra. ¿Es libre el sueño de que eres libre?, que vas con tus alas.
       
                -        Detrás, tremendo yo me siento, satisfecho yo me siento, contento. ¿Pero, porque?, porqué el diablo está dentro de mí, ¡no!, la verdad maldita.
   
                         -          Escritor, todas las formas están malditas y todo lo que tienes dentro de mí y qué haces que diga, que diga, qué hago aquello que no quiero y te salgo porque solamente se ha querido realmente una vez, solamente lo real es todo aquello que no es mentira.

Entre los cimientos de aquellos que el orbe, entre los cimientos de aquello que es ya enterrado en vida, ya sé qué os sobrevive en un coma consciente. No sé, durmiendo ayer qué pasó en el bar, la paz. Entró ayer aquel que no es bienvenido, ¿qué será, que será porque todo aquel que es bienvenido no siempre es bueno? Libertad es todo aquel que realmente es bienvenida, noche de que campa a sus anchas.
     
                        -    Soy Raquel, solo aquel que no quiere ser es y será el conquistador del paraíso terrenal, todo aquel que nace muere, todo el que se muere se transforma y todavía  se transforma más ya que renace. Se transforma, es un ser valiente. ¡Gente!, ¿quién es y todas aquellas que será?, que será porque será enseñado más. Por favor dejemos de soñar y vamos, vamos realmente a lo que queremos vivir realmente y deseamos. Lo hacemos, hacemos que en el día, todo aquello que gozamos de verdad todo eso será libre y todo lo escrito quien sabe, a saber.

El real o el irreal es todo aquello que queremos creer o nos dice nuestro cerebro que es cierto... Tengo toda la tarde para entenderlo o comprenderlo... y pasarán años y quizás… La Luna la tenga más cerca y me pueda acoger lejos del Sol abrasador.

Que suene la música, que suene el rock, yo solo soy un más. ¿Está vivo el que me habla, no o sí?,  nunca se muere del todo. Siempre la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma y yo ahora hago de escribiente de aquel que hace fluir su energía por dentro de mí.
Me dice, me habla, me hace escribir, que suene el rock… son simples notas o es un relato o es.... A saber.

Qué fueron de aquellos días que reíamos  (me dice), mientras el humo entraba en nuestros pulmones.  Que serán de aquellos días de risas y humo, que ahora han quedado sumidos en la tristeza de nuestros coros. Ya no hay vuelta atrás, quizás me sobresale una leve sonrisa. Pero los días de risas y humo, han quedado para la posteridad. Aquellos días que deseaba que llegaran las horas, aquellos momentos de soledad compartida en la cual las risas eran nuestras compañeras. Que serán de aquellos días, de aquellas risas y humo, humo que suma en el ambiente, haciéndolo perpetuo. Siento de nuevo la soledad, una soledad y un llanto contenido, contenido para no entrar en un mar de tristeza. No puede ser, sería tan fácil entorpecer. Sería tan fácil volver y recaer.

No escribo solo, escribo con la música de fondo, aquella que tú bien sabes y es que eran de días de risas y humo. Humo negro, humo blanco, qué más da. Solo dormitaban en nuestros pulmones y éramos pasto del fuego de la injusticia y de todo aquello que no se ilumina. Solo las antorchas iluminadas por un intenso fuego, eran testigos de nuestra complicidad. Nadie más sabía de nuestra existencia ni siquiera una sombra, puesto que siempre era por la noche y entre nuestro anonimato, éramos capaces de echar unas risas. Que nos come el mundo, porque nosotros nos fumábamos su humo. Pulmones llenos de risas, de risas y humo....

Suenan los tambores de la libertad, suena el jinete a galope. Su caballo al trote es todo lo relativo, como la vida misma todo que nos hace abrazarnos. ¿El libre albedrío, cómo es posible? , porque no querer ser que nos haga ser como somos, es la gran pregunta que me esperan la gran respuesta. ¡La tenéis!, yo no la sé, pero vosotros…  Yo solamente conozco que te conozco, solo ser lo que sea es diferente de las más diferentes ambientes en diferentes planos, en la oscuridad quién es quién. Cómo se escribe todo aquello que es verdad o es mentira, como sabes lo que realmente es alegoría o todavía antes aquello de verdad, todo puede ser o todo no puede ser solamente reflexiones de algo y algún bloque de notas de ellos escribe y escribe, para semántica te escribo lo que voy a decir.
   
                                     -     Abertura del ambiente. ¡Hola!, es posible que todavía creemos que es verdad o es mentira, cómo es posible que todo aquello que creemos que es mentira y real o simplemente irreal sé lo que vemos y lo tocamos. Percibimos una gran energía, solo estuvimos, de verdad todas que descubrimos todo aquello que es verdad o será mentira. Yo camino y por donde camino yo estoy sentado en el sofá, sentado en el sofá o en una silla con un portátil. Lo escribo también a mano o solamente estoy hablando por el móvil solo, completamente solo, como si fuese mi propio gran hermano mayor, que no se sabe todas ya que aquella que creemos es relativa.

Bailemos un vals en Viena, bailemos una sevillana en Sevilla, dime lo que tú quieras. Quiero bailar este ritmo de la música, esa música que me entra por un oído y me sale por la boca, estos, de la boca para relatar. Escritura vamos, tus ojos de nuestros ojos, hermosos cerebros todo lo que se pide a vosotros era culpa mía, porque estoy todo mal escrito y todo depende de qué depende. Todo es que se fastidien todos aquellos que me inventé alguna que otra historia, descubre dentro de mi cuerpo, dentro de mi alma, porque hoy estoy así llena de alma llena de vida. Todo es relativo, todo es relativo porque si qué es la botella medio llena o medio vacía. Lo relativo es qué estás vivo, lleno de  energía y muerto de cansancio, apuestas medio vivo o medio muerto el poder estar vivo o muerto que estás energías no desaparecen nunca.

Hay una corneta, toque de bajada de bandera, últimas buenas noches amigo, buenas noches capitán y todos vamos a descansar. Todos nos vamos a dormir menos yo, sí escribiendo, sigo escribiendo tratando y relatando siempre. Cuento que voy contando, pero qué más da lo que voy diciendo, hablando todo está escrito. Este maldito papel apunta de que, danzando a punta de cornetas, cantando quién sabe alguien va disparando frases en mi mente.
  
                                   -          Príncipe de las tinieblas, tú sí que sabes quién eres. Entrar es pobre realmente, lo que eres es de una época, es un tiempo de locura. El agua, ¡ay!, el agua se torna oscura.

La roja de eso, son cuentos chinos en tu interior qué será, será. El ambiente para una llamada de verdad a un príncipe que no hay mayores creo que uno mismo. Ella quiere decir que quiere someter a un excremento mental,  porque todo es relativo. Pero, es que es que es poder ir poder ahí, el poder por la noche hace fuerte porque yo ya  he dicho lo que no te mata te hace más fuerte y es verdad.
       
                         -  Yo no hablo de lo que no tengo que hablar, aunque sea así quién sabe y no destruir, todo saber todo, es tendencia antes de subir a otro nivel, para ciertamente si quieres saber más quieres, saber más libre eres  y más puedes hablar con la noche con una vida al día, voy a ver al cóndor volar de alegría.
    
                                      -     Aparta la cortina transparente y me verás, no soy humo, soy tu verdadera verdad. Soy un espejo roto, una lágrima en el suelo, que estalla en un sordo sonido. Aquella que el destino, te tenía reservada para tú y que tú no conseguías ver. Es donde es, ante tuya. Solo hay una barrera que por norma general, se levanta con la edad. Qué haremos si esto es así, demuéstrame que todavía eres capaz de crear y yo te soplaré el humo a la cara.

Porque con él, verás a través de la tela transparente, esta misma que nos une y nos separa. Esta que nos sigue y nos une, como si fuéramos hermanos de sangre. No me da tiempo, no me surgen minutos en mi reloj, que anclado en el pasado no deja correr las horas de forma rápida y alegre. Se va, se desvaneces. Mi corazón queda triste, pero intuyo y sé, que puedo entrar siempre que lo desee y traspasar los límites de la realidad. Sí, esa que no se ve pero existe.