sábado, 20 de junio de 2015

Suenan las trompetas y los tambores, ha llegado el Rey. Él siempre complaciente, se acerca a la gente que le saluda. Montando su caballo negro, muestra su gran espada de acero noble, como noble es su corazón. No diré su nombre, pero vosotros mismos descubriréis de quien relato.
Forman un baile en su honor y acuden las más bellas damas y los nobles de la comarca. No hay guerras, es tiempo de paz y eso se agradece. No más derramamiento de sangre, sangre desperdiciada por sed de ideas o conquistas. Él desea que acabe el baile, aunque está a gusto, prefiere la compañía en privado de su mujer, la Reina. Hace tiempo que no está con ella y solo la luz de una vela, hace de testigo del amor que se procesan. Sin ningún vástago, no pierden tiempo en iniciar la tarea. Con la ilusión puesta, en tener sucesor. Rozan la piel y se adentran en los confines del amor y del deseo carnal. Nadie les molesta y solo dejan pasar, a la ligera brisa nocturna de una noche de verano.
Todo es perfecto y al acabar, quedan en lo más profundo de los sueños. Dos guardias, vigilan la entrada y se van relevando cada cierto tiempo. Todo es sosiego y calmado, hasta que llega la mañana y con ella el amanecer. La luz del Sol, entra iluminando la estancia. Él la besa y la despierta y rozando la mano por el cabello, le dice cuanto la ama. Cuanto la ama y que no desea estar con otra mujer, que no sea ella.
Se preparan y bajan a la entrada, los dos juntos. Seguidos por dos lacayos, se dirigen a las caballerizas. Ël montará como siempre el mismo caballo, el suyo, negro. Ella dice, que no montará caballo alguno. No por no querer ir y divertirse, sino por temor a estar en cinta. Sonríe tal preciado Rey, sonríe y dándole un beso en la mejilla, se aleja en compañía de los dos lacayos. No saldrá de los límites del campo feudal y no correrá riesgos innecesarios, aunque nadie le puede negar su valentía. Varias luchas y enfrentamientos ha tenido a su mediana edad.
Al rato de cabalgar, hace un descanso. Más bien, para que respire el caballo y poder beber un poco de vino, antes de seguir la marcha. El Sol se impone como dueño y señor del cielo, mientras él lo hace en la tierra. Se acabaron las disputas y nadie le falta el respeto. No solo es rey por linaje, si no por méritos propios. A alguno ha tenido que amedrantar, para que no se le sublevara ni intentara acto parecido.
Ya descansado, vuelve a montar el lindo caballo negro. Vuelve al castillo, para estar cerca de su bella dama. Ésta le espera, con nerviosismo. No por peligro alguno, sino porque piensa o cree, estar esperando descendencia. Han sabido aprovechar el momento oportuno y no deja de estar mareada y se siente débil. Las doncellas que le rodean, ya saben y buscan matrona que dirija los meses previos al nacimiento. Todos esperan que sea varón, para que sea príncipe y después sucesor.
Al llegar, ella le recibe con una sonrisa cómplice, que solo él es capaz de traducir. Bajando del caballo, sonríe y la abraza, pero con cuidado. Sigue estando fuerte, aunque ya no son los años de juventud que tanto ha aprovechado.
Quien sabe lo que pasará ahora, solo se sabe que por la mañana sale el Sol y por la noche la Luna. Cuantas veces, tendrán que aparecer hasta que nazca la criatura. Es feliz o mejor dicho, son felices y solo esperan, que reine la paz y que sea duradera, para que no tengan que separarse más de lo debido.

No habrán batallas que lidiar, solo serán las de la naturaleza propia. Pasan los meses y ella va cambiando el cuerpo, el vientre va cogiendo forma y los días y los meses pasan demasiado rápido, casi no les dan tiempo a saborear la fecundidad. Ella se sobresalta al sentir un dolor agudo, solo han pasado siete meses justos y parece que el parto se adelanta. Las doncellas avisan a la matrona, que rápidamente va a la habitación donde ella espera. El Rey, se encuentra por casualidad, fuera en las cercanías. Un lacayo, montando una yegua joven, va rápido a dar aviso de la llegada. Él lo ve acercarse a galope rápido. Ya presiente la noticia y monta su caballo. Se miran a la cara y no le salen las palabras, tampoco hacen falta. Los dos aceleran el paso y en un suspiro, ya están en el castillo. El lacayo a sus menesteres y el Rey a esperar tras la puerta. Pasea y pasea por el pasillo de la entrada, hasta que un grito suena desde el interior. Las lágrimas le caen de los ojos y sin espera, abre la puerta y ve a la matrona con el recién nacido. Ella, alegre, le dice "es un niño". Él proclama día festivo y que corra la voz por el territorio y que la noticia llegue a todos los demás señores feudales. No cabe de gozo y abraza a su señora mujer, ahora también madre.

viernes, 19 de junio de 2015

                             Carta a Lucifer.

Hola amigo mío, ayúdame a buscar una solución a mi problema. No hace falta que te lo explique, ya me conoces y sabes cual és. No pienso venderte mi alma, ya que para mí tiene tal precio, que no lo sé sumar. Por otro lado, puedes contar con mi respaldo y apoyo, en aquello que necesites. Espero tu ayuda, al mismo tiempo cambiaré mi actitud. Cambiaré mi forma de ser y me esforzaré, pero siempre teniéndote a mi derecha. Eres un buen amigo y sé que me leerás detenidamente. Solo necesito tu apoyo, para poder resolver ciertos temas. Ya sabes de que hablo y pienso rebelarme y ser tu aliado en un futuro, que espero sea lejano. No por no estar cerca tuyo, sino por vivir más tiempo en este mundo terrenal. Aunque a veces se hace muy complicado y le entran las ganas a uno de tirar la toalla. Pero hay que seguir adelante, no hay otra. Espero, aunque no me haya casado y progresado en el sentido de tener descendencia. Acabar mis días con nota y saber que merezco tu respeto y que me valores, por lo que soy.
La gente no lucha, pero sí se pelea. La gente no escucha, solo oye las voces sin atender realmente a lo que dicen. Todo el mundo va a lo suyo y ese nos es buen camino. Es lógico que cada uno camine y solo piense en su destino. Pero siempre es de agradecer, un compañero de viaje, alguien con quien poder seguir el ritmo. Un ritmo que no para, como no para el latido de nuestro corazón.
Dicen que el tuyo está helado, yo no me lo creo. Algo tiene que arder en tu interior, cuando te rebelaste contra el Más Grande. Estás en un mundo helado y oscuro, ese es mi próximo destino. Yo tengo corazón, como sé que no me helaré en ese mundo paralelo. Como sé, que seré abrazado por tus semejantes y no por las sombras de la noche. Que no intentarán apoderarse de mí y podré luchar contigo, a tu lado. Sé que tienes mil nombres y éste es el que más me gusta y el que más se acerca, a lo que eres en realidad. Nombres como Satanás o Belcebú, son nombres que el hombre se ha inventado para identificarte. Identificarte como algo malvado y sin corazón. Cuando es al revés, tienes tu parte buena, como nos pasa al resto. Solo que no eres hipócrita y eso me encanta y me enorgullece, llamarte amigo. La gente es así y no se dan cuenta, que siempre es mejor ir con la verdad por delante y que para decir una mentira, es mejor callarse.
Espero tu ayuda, yo sé que me leerás y vendrás a mi llamada. Al igual lo haré yo, cuando sea necesario. Por la amistad y por la lealtad que nos une, te mando un abrazo. Un abrazo que caliente tu alma, si es que la tienes. Ya sabes que para haber vivido en este mundo, la necesitas y no puedes ir robando o comprando almas, para intentar escarbar o arañar los muros de la intolerancia. Para conseguir algo, que todavía es toda una quimera.
Sin nada más que contarte y en espera de tus noticias, lo dicho. Recibe un fuerte abrazo y sigue con tu lucha. Que yo intentaré lidiar mis problemas y asuntos, espero con tu ayuda. Para que le des un golpe de mano al destino.

Espero tus noticias, que no sean breves. Saludos



                            Respuesta del Centinela

En el abismo del mal, esconderé todo mi poder. Hay! Aquel que se interponga en mi destino. Hay! Aquel que intente remendar lo acontecido. Yo soy el que siempre seré, aunque no me crean. Soy el dueño de las llaves, el centinela de lo malvado. Aquello que se desvíe de mi camino, será borrado para no dejar huella. Solo la luz y el resplandor de la Luna, me acompañará en mi viaje. Yo seré portador de las nuevas noticias, solo las sombras serán encerradas de por siempre de todas las eternidades.
Quien osa escribir a Lucifer, todas sus cartas pasan por mis ojos y mi ojo decide, como buen avizor las que debe o no, leer. He leído tu carta y es para ti y para mí la buena noticia, de que llegue a Lucifer. Serás por tanto, recibido el día que se dé buena ventura, por él mismo. En la oscuridad eterna, ya eres uno de nosotros. Siempre y cuando, recibamos de tu parte, la lealtad prometida. Que si un día se rompe, serás lanzado al abismo del mal. Donde están las sombras, aquellas que no son ni de ellas mismas. Por su tiranía o por su maldad. Han sido expulsadas de la luz.
Tienes que tener por seguro, que ese punto es difícil de llegar. Porque ya te conocemos, de los años y de los años. Has tenido fe ciega en nosotros y nosotros te lo agradecemos, con la señal en la mano derecha. Portador serás de la espada, una cruz invertida. Será la que presida tu entrada en el mundo paralelo, ese mundo que tanto anhelas y buscas sin razón. Eres poseedor del saber humano, porque siempre estaremos a tu lado. Hasta que el fin de tus días llegue, serás el que serás y nunca estarás solo. No intentes reclutar o convencer a nadie, de que sigan nuestros pasos y nuestros actos, ya que el ser humano no está preparado y tú serás el primero en entrar, por la puerta trasera en la oscuridad de la noche.
Mucho se ha hablado del tema y solo es como tú dices, una rebeldía. Sin la maldad propiamente dicha y que tú sabes. Yacemos esperanzados de que llegue el día en que el mundo cambie y se vuelva más tolerante y justo. Porque al que siguen, solo trae envidias o guerras y a ti todo eso te remueve por dentro.
Yo soy el centinela, ya mismo tendrás respuesta. Ya será caminando por la calle o soñando en tu cama. Te despertarás sobresaltado y de golpe lo entenderás todo y sabrás el camino a seguir. Sinceramente creo que has obrado bien, acudiendo a nosotros y ya sabes que somos justos a tu llamada. Sabes que vivirás dentro de lo oscuro, por toda la eternidad y si en algún momento quieres ir hacia la luz, serás libre de hacerlo. Ya que con nosotros, no tienes ninguna deuda y ningún pago que hacer. Que el simple hecho de haber confiado ciegamente en él.
Sin más, te ruego que seas paciente y tendrás respuesta a tu misiva



                                    Carta al Centinela


Borrón y cuenta nueva. Volver a nacer, que fácil sería si fuese cierto. Uno cuantas veces, puede nacer o puede vivir el mismo destino o el mismo tormento. Porqué es así. A saber. Yo solo quiero que me responda pronto, para saber si estoy en el camino adecuado o es que no hace falta ningún guía. Quien sabe a quien va dirigida esta carta o quien la va a leer. Yo seguiré esperando pacientemente, gracias centinela.
Observo desde la ventana y veo a la gente hacer siempre lo mismo, es como ver una película en la que siempre tiene el mismo final. Que novedoso o que hay de nuevo cada día, cuando nos levantamos. Dímelo centinela, si lo sabes, dímelo. Yo solo espero respuesta de él. Sé que tengo que tener paciencia y que el día que deje mi cuerpo, sea para reunirme en paz y en libre albedrío.
Que rebeldía consumada, lleva al alejamiento y al rechazo. Porqué hay que ser sumiso y obedecer sin mediar palabra alguna. Dímelo tú, que estás al otro lado. Cuantos planos hay en el Universo y cuantos caminos o senderos, llevan hacia la libertad. Esto, que me lo conteste Lucifer. Espero que le llegue mis cartas, no tengo nada que perder. No tengo ni mujer ni hijos, solo un triste destino de ser humano.
Esperaré, pero no sentado. Seguiré viviendo, seguiré caminando y quien sabe, si algún día. Como tú dices, me levantaré sobresaltado. Todo será relativo, todo lo dejaré en este mundo y mi alma desnuda, se marchará sin decir adiós. No habrá nadie de quien despedirse, pero sí de encontrarme o al menos eso espero yo. Creo que se me recibirá bien, no con cohetes y petardos, pero sí con alegría. Solo es un pequeño paso, que espero llegue cuando esté con una vejez avanzada y no antes.
Porqué no me escribe o tienen que pasar por ti. Acaso es tan importante o recibe tal número de peticiones, que queda colapsado. Solo soy un ser humano, que en suma rebeldía se quiere unir a vosotros. Para seros leal, en los tiempos de los tiempos y vivir con libertad  y fraternidad el resto de la eternidad. Que será de mí, si no me acepta. Que será de mí, si me esquiva.
Solo no quiero ni pensarlo, porque al otro lado no tengo deseo de ir. Nada más por eso. Que imagen quedará de mí, si cruzo la puerta sin pensarlo. Que luz despediré si entro en la oscuridad. Iluminaré el cielo oscuro de la noche o será con el ocaso cuando resurgiré, quien sabe. Hasta que no llegue el momento, viviré y amaré, amaré pero no solo en el deseo carnal. Si no en el espiritual, quien sabe lo que ocurrirá. Ahora, no me dejaré pisar por aquel que se crea con ese derecho. Porque nadie tiene ese poder ni despreciar al prójimo.
 Amar y ser amado, es lo que deseamos todos en secreto. Pero es lo cierto, así que seguiré mi camino y no escribiré más cartas, hasta que me responda él. No es por nada en especial, es que es a él a quien escribo y no a ti Centinela. Ya sé que eres el guardián, que eres el que abres la puerta. Una puerta fría y helada, como la oscuridad eterna que invade el Cosmos.

                                          Carta a Lucifer

Hola Lucifer, gracias por todo. Ha pasado un poco, desde nuestra última conversación. Pero aquí estoy, gracias por estar a mi lado, dándome apoyo en los malos momentos y riendo conmigo en los buenos. Sabes que siempre te seré fiel y jamás te haré dudar de mi incondicional amistad. Porque si una cosa he aprendido en mi corta vida, es que uno debe forjarse como hombre y defender y luchar por su manera de vida. Que no es la más buena ni la más mala, solo la mía.
Sueño con la ansiada libertad y el libre albedrío, momentos que quedarán grabados en mi memoria. No pienso correr y pienso ser paciente, demostrar que uno se forja con el paso de los años y que a este mundo, se viene a aprender. No solo a procrear y a vivir, cosa que es importante por otro lado. Ya que uno deja su legado una vez se va.
Espero que tener la suficiente fuerza, en los momentos de soledad y que en esos ratos, pueda escribirte unas líneas y que éstas lleguen a tu mano. No lloro o al menos lo intento, solo lo hago por tristeza o emoción y es que no dejo de tener mi propia alma de la que ya sabes que no está en venta. Tiene un alto precio y no hay nada que me pueda tentar, para llegar a venderla. Ahora, siento curiosidad de ver vuestro mundo. Aunque no sé porque me da, que ya lo he visitado en sueños.
Pero soy consciente y espero. Mientras tanto viviré y andaré el camino que el destino a trazado para mí. Pero también quiero recordarte, que por mucho que hablen o digan, del que éste está escrito. Yo no pienso seguirlo, como una aguja sigue un disco de vinilo. No soportaré siempre la misma canción, yo no soy de dormirme en letargo y ver la vida pasar. No he nacido, no he venido al mundo por ello. Yo creo, que el destino me tiene reservado una grata sorpresa y no es solo tu amistad. Es algo más, lo presiento. Lo siento en viva carne y los pelos se me ponen de punta, será de la emoción? No quiero llorar, por favor. Así que, por hoy lo dejamos. Ya continuaré mañana, esta carta.....
Es de noche, no tengo sueño y por eso sigo escribiendo. No tengo con quien hablar a quien amar. He sido un inconsciente, pero no soy mala persona, pero la sociedad si puede te pisa y yo no me dejo. Dicen algunos, que hay que ir hacia la luz. Pues yo, prefiero la oscuridad y estar cerca de ti, sé que no me olvidarás y cuando sea la hora, vendrán a buscarme y no pasaré el túnel. Dime si de verdad, se puede ir soñando. Porque si es así, ahora mismo me voy a dormir. Si después me traes de vuelta, no me lo pensaré. Dime en un sueño, en uno solo. Cual será mi destino, de si seré libre como quiero ser y podré descansar por toda la eternidad y no volver a este mundo. Un mundo, que nunca es lo que es y tampoco lo que aparenta. O tendré que volver, por muy reacio que sea.

No me hace ninguna gracia, volver por el mundo pasar. Pero si así tiene que ser, que así sea y que venga con la lección aprendida y no con la memoria borrada. Porque no hay peor destino, que el del que no sabe que se acerca su muerte y vive, vive como en un mundo que no tiene fin. En un mundo del cual es difícil salir, pero muy fácil entrar. Solo hay que atravesar la puerta, para estar dentro de ella. Yo, para eso prefiero mi soledad. Una soledad, que amortiguo con la esperanza y no la fe ciega. Porque he visto, lo que he visto y creo ya en ti.
  

martes, 16 de junio de 2015

Hola padre, cuanto tiempo hacía que no te veía. Como estás, yo solo te veo con más canas. Pero también te veo con más ganas, más ganas de vivir. Desde que falleció madre, que no te veía tan sonriente. Como es eso? Has conocido a alguien o simplemente, te tomas la vida con más filosofía.
Hola hijo, que te puedo contar. No, no he conocido a ninguna mujer. Mi corazón pertenece a tu madre, en que no esté en este mundo, sigue estando en mí. Solo, como tú dices. Me tomo la vida con más filosofía y sabré esperar, para reunirme con ella. Me siento vivo, vivo en todos los sentidos de la palabra. Que más da, aquí estoy y me fijo en cada paso que doy. Por donde ando y por donde camino.
Que alegría me das, pensaba en el temor de que cayeras en depresión. Soy testigo, desde mi niñez, de vuestro gran amor. Puedes conocer a quien quieras, vive y disfruta del tiempo que tienes concedido, ya que en este mundo no se queda nadie.
Sabes una cosa? Existen los ángeles, el otro día me visitó uno. Me dijo en mis sueños, que tu madre se encontraba tranquila, en el nuevo mundo. Ese mundo,  donde van aquellos que son de bondad.
Caminando y fijándose en el paso. Fueron por el sendero de la vida, durante largo rato. No hablaron y se quedaron callados. Como si pasase un ángel, se hizo el silencio. Siguieron caminando y no fue de discordia alguna, su marcha. Como padre e hijo, fueron largo rato. Un tiempo que se detuvo para ellos, haciendo que su unión y lazo fuera más fuerte. No habían muchas piedras y el terreno era llano. Fácil fue la tarea y hasta que se despidieron, no abrieron boca.
Se despidieron con un abrazo, hasta la próxima. Deseando que fuera pronto, se alejaron uno del otro. No habrían paredes  suficientemente gruesas, que separasen el respeto y el cariño familiar. Solo estaban ellos dos, ni mujer, ni madre. Nadie más que ellos, cada uno en su casa, cada uno en su sitio.
Entonces,  a los pocos días. Un demonio visitó al padre y susurrándole al oído le dijo….
Porque pertenecer a una sola mujer, cuando son ellas las que pueden ser de tu posesión. Si quieres te presento algunas, tiene que hacer tiempo que no sientes el éxtasis con ninguna o es que solo has sido de una?
Dobló la almohada y se tapó la cabeza, no quería escuchar tal sugerencia. Dada la persistencia de él, le dijo que se marchará y éste se fue. Quedando aliviado, durmió todo lo que restaba de noche. Por la mañana y  tomando el primer sorbo de café, pensó en lo que le decía y no dándole valor alguno, se marchó a dar un largo paseo. Esta vez solo, no le diría nada a su hijo de lo acontecido por la noche y seguiría amando a su esposa en silencio.
Paseaba alrededor de unas fuentes, solo escuchaba el correr del agua. Se sentía tranquilo, aliviado de la noche vivida. Se acercó a una de ellas y ésta le dijo al oído, quieres que sea tuya? Se sobresaltó y dando dos pasos para atrás se marchó rápido. No entendía nada. Es cierto, solo había estado con su mujer. A lo mejor por eso era tan codiciado, pero no quería y deseaba  que la paz reinara en su vida, hasta el fin de sus días.
No volvió a reunirse  con su hijo, hasta pasadas unas semanas. Semanas en que estuvo tranquilo,  pero temeroso y siendo consciente de lo ocurrido. No fue ninguna locura y sí muy real. Solo, le dejaron solo y envejeció, pero no se supo a ciencia cierta si volvieron a visitarle. Solo se sabe, que a los años. El hijo enterró al padre, al lado de la madre. Ahora nadie podrá separarlos, en carne y alma. Juntos hasta la eternidad, por tener un amor tan puro.
Se rumorea entre los parques y jardines, que ellos dos ahora pasean juntos de la mano y no hay nada ni nadie, que les perturbe la paz. Siendo grandes amantes, se unieron en una sola alma y en una sola luz. Esto es lo que se rumorea, de que sea cierto o mentira. A saber.
El hijo fue el más perjudicado, se quedo en la soledad completa. Quedando a merced de una barra de algún bar, haciendo charlas con la copa de compañera ideal.


lunes, 15 de junio de 2015

Quieres viajar a lo desconocido, fúmate un poco de hierba y experimentarás lo que nunca tu imaginación, ha podido llegar a ver. Fuma y sentirás la sensación de volar y flotar. Alcanzarás el cielo con la mente y podrás dibujar el arco iris en tu cerebro. No hagas caso de lo que dicen, de los que están en contra. Tú fuma y verás el séptimo cielo. Verás el otro mundo tan cerca, que te quedarás enganchado.
Fuma un poco de hierba, yo te invito a la primera. Para que lo pruebes y compruebes que no te miento. Fuma un poco de hierba, mucha gente lo hace y saborea como el humo fluye por su cabeza, dejando sin acción ni reacción a tu mente. Déjate llevar y podrás navegar por los mares que nunca has visto y podrás caminar por los senderos oscuros de lo que llaman “droga”.
No hagas caso de aquellos intolerantes, no hagas caso y fuma. Fuma hasta que en el ambiente, se forme una densa “niebla” de humo. Entonces ya no tendrás escapatoria, serás enganchado a la hierba. La “niebla” no te dejará ver el horizonte y quedará tu mente tan plana y dirigida por mí…… Eso es la “droga” y sus efectos. Tú viaja ahora gratis que ya te cobraré y encima serás mío. Me pertenecerás y además ganaré dinero.

Duerme si quieres, hasta que se te pase el efecto. Después te venderé todo lo que tu cartera pueda soportar.  Que hombre más ingenuo, nadie está libre de caer. Él ya es mío. Otro más para formar la cadena…..
Que has hecho de mí, ahora no soy capaz ni de escribir. Dame una calada o échame el humo a la cara. Que has hecho de mí, que ahora tengo que fumar si me quiero reir. Antes era risueño, ahora me veo siempre con sueño.  Que más da, cuánto cuesta. Cuánto vale, el poder navegar por los rincones oscuros de la droga. Cuánto cuesta, entrar en ambiente. Si no fumo, no me dejáis entrar. Porque despierto, me daría cuenta del error y echaría a correr. Pero no lo hago y compro y no como. Con el dinero de la comida, fumo y no me desespero. Solo ha sido por un día más, está todo controlado. Con lo comprado, tengo para varios días. Mañana podré comer y navegar al mismo tiempo. Echo una calada y una tras otra, sigo riendo. Riendo a mi manera, mi cabeza flota entre el humo de la hierba, que se va quemando a la misma velocidad, que el papel que la envuelve.
Aspiro hasta quemarme los dedos, estoy enganchado. Como podré dejarlo, aunque creo que lo tengo controlado y es toda una autopista hacia la felicidad. Que caray, no tengo cosa mejor que hacer, que fumar. Aprovecho el tiempo libre, que me deja el trabajo y fumo uno tras otro. Hasta caer anestesiado hacia el anochecer. Aprovecho y duermo, duermo y sueño.
Pasan las horas y sigo durmiendo, sigo soñando y no escucho el despertador. No escuché el timbre de corneta, que me avisa de que tengo que volver al mundo real. Que es real o irreal, que es verdad o mentira. La vida es una sátira del mismo ser humano, yo fumando me siento en mi mundo. Un mundo que he formado a mi medida, solo con un poco de hierba me mantengo.
Vuelve a sonar el timbre de corneta y esta vez sí que me levanto, es hora de trabajar. Un trabajo sucio y pesado, pero no hay otra cosa. Menos mal, después me evadiré con mi humo.
Uno por vender y ganar, yo por comprar y perder….Que más da si soy un perdedor, que más da si el mundo me ha comido ya. Necesito de la hierba, para ser feliz. Estoy enganchado hasta las cejas, que será de mí. Cada día necesito más y ya no me conformo con fumar después de la jornada, si no que lo hago a escondidas mientras trabajo. Lo hago, solo me delatan unos ojos rojos. Que no pasan desapercibidos y que no puedo ocultar, tras las negras lentes de unas gafas. El encargado empieza a sospechar de algo, se me acerca y observa como trabajo, yo no hago mucho caso de su presencia y sigo a destajo. Se marcha y sonrío, podré seguir en los dos mundos. En el real y en el irreal, haciendo viajes a lo desconocido. Un viaje que cada vez, conozco mejor o cada vez me veo peor, quien sabe. Solo sé que necesito un poco de hierba, para poder volar, volar y flotar como el humo, en el aire.
Suena la sirena, soy libre. Libre por unas horas y mientras voy para casa, voy pensando en reunirme con aquellos que siguen mi mismo camino. Que será de todos nosotros, no seguimos el camino trazado y eso que está bien claro. Trabajar y procrear. Pero eso no es para aquellos que no son bienvenidos entre la sociedad. Una sociedad que te maltrata y no quiere a aquel que intenta rebelarse.
Una ducha rápida y ya echo humo, un humo que flota en el aire y me visto con ropa de calle, una calle que me espera, hasta altas horas de la noche. Me chocan la mano, me ponen ésta encima del hombro y me llaman por mi nombre. Me siento integrado, entre los que no son aceptados. Fumamos y reímos, reímos por no llorar. Pero por unas horas, me siento a gusto y nada puede hacer romper este momento. No hay ventanas y se condensa el aire, un aire turbio que se mezcla con el sudor de la gente. Da igual, aquí me quedo. Hasta que sea la hora de marchar para casa y seguir soñando. Soñando y despertar mañana a la  realidad, una realidad que empañaré con los “cigarrillos” que fumaré.

sábado, 13 de junio de 2015

Hola bella “señora” cual es tu nombre? Mi nombre? Para qué quieres saber tanto, si te lo dijera tendría que besarte y a lo mejor no te gusta. Como no me puede gustar los labios de tan hermosa damisela. No quiero confundirte, eres alto y guapo. Pero careces de dinero y eso es lo que voy buscando yo. No me digas eso, yo soy rico de amores y deseos. Eso para mí carece de valor, no tienes ni coche. Que puedo hacer yo, contigo. Solo el amor y el deseo de una noche, quieres? Que voy a querer, como crees que he llegado hasta  aquí. No ha sido subida en un pobre coche de “novato”. Quieres sexo? Cuanto pagas, que me ofreces? Yo no tengo nada de valor que ofrecerte, solo la satisfacción de una noche desenfrenada. Yo no quiero eso, yo quiero cerrar los ojos por la noche y abrirlos en medio del mar, subida en un yate de lujo. Picas muy alto, eres hermosa, pero quien se cegará de tal forma.
Siguió caminando y caminando, hasta postrarse contra la barra de un oscuro bar y allí, entabló conversación con el dueño.
Estoy desilusionado, me ha rechazado una “señora” por no tener dinero ni posesiones. Muchas son así, llevarás al menos para pagar lo que te estás bebiendo? Creo que sí, a algo llego. Me dejan tranquilo tus palabras, ya me veía invitándote a marchar. Que pasa? Hay que tener dinero para poder entrar? Ni tomar puedo ya, sin pensar en el dinero. Que quieres? La vida es así, tanto tienes, tanto vales. No me extraña que esa “señora” te dijera que no. Pero tranquilo, que hay algunas que creen todavía en el amor verdadero. No voy a ponerme de machista ni pendenciero, pero buscan la estabilidad. No se van con cualquiera, tienes que tener algo de valor y que no sea solo el corazón. Solo puedo ofrecer un techo y pan con aceite. Poco más, a algunas las he enamorado, pero no me han convencido como para atarme hasta la muerte. Entonces que quieres, tienes que seguir buscando y si dices, que enamoras a muchas. Pues por una que te rechaze………
Vaciló un rato, el local estaba en silencio. Así que siguió tomando, hasta no poder balbucear  su propio nombre.
Quieres que te diga una cosa, a esa “señora” la enamoro yo. Soy alto, soy guapo. Así que allá voy. Eh! Un momento, tienes que pagar lo que te has bebido. Como? Si no llevo dinero, solo te he enredado para beber de gorra.
El dueño sin vacilar y viendo que había sido una treta, cogió un bate de béisbol para golpear al hombre, éste salió del local como pudo. Fueron tres golpes, los que sufrió. Uno en la espalda, otro en el hombro y el último en la cabeza, pero no le mató. Todo esto con la atenta mirada de la “señora” que estaba sentada en la terraza de la esquina.
Ven para acá bribón, que te cure las heridas. Gracias “señora”, pero ya sabes que no llevo dinero. Ya lo sé, pero me haces gracia y te estoy cogiendo gran estima.
Sonrió y se dejó. Poco a poco se le fue pasando el efecto del alcohol y sereno vio lo conseguido. Una mujer y bebida gratis, que más podía pedir el “bribón”. El sueño de una noche, con la bella mujer estaba cada vez más cerca. Ella se hinchaba y pavoneaba de las peripecias del hombre. Le miraba de reojo, como si tuviese miedo que se le escapase. Así que poco a poco, se fue distanciando de la multitud y le ofreció asiento en la terraza.
Siéntate y sedúceme que no tengo nada mejor que hacer.
Así lo hizo y con sus artes de charlatán, consiguió hacer reir a la  “señora”. Ésta, siendo ya tarde. Le ofreció seguir la juerga en su casa. Cosa que él rápidamente y sin dar tiempo a titubeos asintió.
La juerga y la locura, se adueñaron de la casa de la “señora” que hasta quedándose dormida no paró. Acto que él aprovechó, para girarle la casa y robarle todo lo de valor. Salió por la puerta, sin despedirse. Pero sin darse cuenta se dio de bruces, con el del bar.
De donde sales tú ahora y que es lo que llevas encima? Eso no es tuyo. A ti que te importa, me cobro lo trabajado, ya te dije que las enamoraba. Sí, pero no para robarlas. Ven para acá…

Salió corriendo. El dueño del bar, no pudo alcanzarle. Solo pudo dar testimonio a la policía, con la compañía de la “señora” que lloraba por cometer tan grave error. Todo quedo así, ella ni volvió a ver al “bribón”  ni sus preciadas joyas. Que sería de tal hombre, seguro que seguirá por el mismo camino, el camino de la seducción y el pillaje. 

miércoles, 10 de junio de 2015

Lléname la copa Mateo, que tengo ganas de gozar de los pequeños placeres de la vida. Lléname la copa que quiero brindar por los ángeles caídos y que ahora se retuercen en el mismísimo infierno. Que es frío o ardiente, que es caliente o helado. Yo no sé, a saber. Yo solo sé que no sé nada y que solo existo. Por algún motivo, todavía estoy entre los vivos. Romperé muros con la fuerza de mi corazón, un corazón que no deja de latir, no dejar de bombear sangre a mi cerebro.
Lléname la copa Mateo que quiero ver como se alzan las estrellas en el cielo oscuro de la noche. El sol tardará en salir y todo es negro. Negro como el corazón de los malvados o de las sombras. Sombras en la noche, sombras que son aquellos que no tienen la bondad como habilidad innata. Hay que nacer bondadoso para serlo, todos los demás son hipócritas Mateo. Bebe tú también, bebe y alza la copa como si fuese una espada. Una espada en pos de la paz y el libre albedrío. Brindemos hermano. Sí hermano, no solo son hermanos los que son de sangre. De la amistad nace la bondad, de la bondad nace la lealtad y conseguiremos entre los dos romper muros, que uno solo de forma individual no conseguiría nunca.
Bebamos por nuestra amistad y seamos hermanos por unos instantes. Uniendo lazos que no se romperán ni con el odio o la envidia. Nace de uno mismo, nace de uno solo el poder de amar al prójimo. Esto por ahora no tiene precio y ni se compra ni se vende. Quien es capaz de venderse y ser hipócrita. Solo las sombras son capaces de ello y yo no lo soy. Yo solo soy un alma que llora por su libertad. Quien ríe a costa del contrario, quien es el que goza del sufrimiento ajeno. Yo no Mateo. Eres un buen amigo y un buen hermano. Bebamos hasta caer rendidos, ya habrá tiempo para reflexionar. Ahora gocemos y brindemos.
No nos dejemos llevar por las bellas damas que nos rodean a diario y que son capaces de matarnos con el puñal de su deseo carnal. No te pido que te alejes de ellas, pero sí que andes con cuidado, de sus caricias y de su lengua. Una lengua que puede ser peor que cualquier arma blanca. Lléname la copa Mateo y brindemos en una noche oscura, mirando el firmamento. Solo te digo una cosa, aquí tienes un amigo leal, en el que poder confiar sin dudarlo. Ten cuidado con los deseos carnales de la mujer que te rodea y ponla a prueba. Comprueba que su amor es real y no es un juego para alejarte de tu entorno.
Noche oscura y vino en la copa. Que más se puede pedir si solo estoy contigo. Eres un buen amigo Mateo. Vuelve a tu casa, que tu mujer te espera. Vuelve a tu casa y goza de tu familia. Que yo me quedaré a la espera de que alguna dama se fije en mí.

Se hace de día y la oscuridad de la noche, se desvanece. Sale el sol, con ilusión. Siento un poco la resaca, pero da igual. He disfrutado de la amistad y de la hermandad, por unas horas. No me siento tan solo, no me siento mal acompañado. Pero a la vez, siento que tengo un hermano. Presiento que será una amistad duradera, de las que ni la cuchilla más afilada, puede cortar. Él se encuentra casado y con familia, yo solo tengo mi trabajo en un pobre almacén. Éste, me hace olvidar por unas horas, el no poder hablar con nadie. El estar en casa, sentado en la terraza, con la única compañía de la Luna. Quien sabe si esta noche, se pasará mi amigo. Quien sabe si se acercará y me hará más soportable la noche.
Mi cama, es grande. Es grande para uno, pero no encuentro fémina que quiera acompañarme y arroparse conmigo en el frío y la helada de la madrugada. Aquella que me abrace al amanecer y nos tapemos con las mantas, soltando una cómplice sonrisa. Ya llegará, me animaré y esperaré que llegue la hora de marchar.
Es de día e intento trabajar, con la ilusión de poder ver a mi amigo. Mateo está de mi lado, ya no siento la soledad completa. Esa soledad que es como un cáncer, que te va destruyendo y minando el cuerpo. La soledad te mina la mente y te destroza las ilusiones. Que es la vida, que son las mujeres. Con muchas se puede hacer el viaje de la vida, otras se camuflan para ser deseadas y después te sueltan y van en cadena. No hay que pensar en ello. Espero que Mateo se escape un par de horas y tomemos unas copas. No sé, no entiendo. No entiendo el porqué ninguna mujer me desea, en que sea un rato y después me suelte. Sería para mí, el mejor desahogo. Mejor que cualquier copa? Pues no, prefiero tomar y conversar con mi amigo, que perderlo todo por unos minutos de gloria. Quien sabe lo que puede ocurrir, vivo el presente. El presente, es el almacén y mi amigo. Esperaré esta tarde y me alegraré si recibo su llamada.
Tardará en llegar, queda rato para terminar la jornada. Un día simple, para un hombre simple. A lo mejor ahí está el fallo, que soy demasiado simple. Ni feo ni guapo, ni rico ni pobre. Solo uno más del montón. No tengo la misma labia con las mujeres y es que soy muy tímido con ellas. Me sudan las manos y me pongo nervioso, el corazón me palpita como si se fuese a salir. Cuando veo alguna que me gusta, siempre hay alguien que destaca más que yo y la convence y se la lleva a su terreno. No me quieren conocer y ver como soy por dentro, a lo mejor no soy tan simple y tengo algo valioso que hasta yo desconozco.
Llegan por fin las seis y media, termina mi jornada. Salgo sonriente, hasta mi encargado se sorprende. Tardo poco en llegar a mi casa, una casa que huele a vacío y a soledad. Espero embriagarla y poder hacer disfrute de ella. Suelto las llaves y en menos de dos minutos, estoy en la ducha. Suena el teléfono y no puedo salir. Suena dos veces y dos veces que lo dejo sonar. Salgo a los cinco minutos, una ducha rápida con la tensión de saber el número. Es él. Lo llamo pero no me lo coge, se habrá enfadado? A saber. Me siento en la terraza a esperar que oscurezca y a esperar que mi amigo vuelva.No hay llamadas, solo el silencio me acompaña,.sin olvidar la ilusión vivida. Me preparo una copa y me preparo a pasar la tarde. Que más da, el verdadero amigo es uno mismo. Sé que Mateo volverá a llamar o le llamaré yo. Hay que comprender que primero están los que están. Como para cualquier hombre, lo primero son su mujer e hijos. Solo sueño, con algún día serlo yo también. Hombre de familia y ser recibido, después de un día duro de trabajo.
Pican a la puerta, la noche está al caer. Abro la puerta, es él. Ha venido hasta mi casa, le hago pasar y le preparo una copa. Toma una copa Mateo y brindemos por nuestra amistad.

lunes, 8 de junio de 2015

Estoy en espacio, respiro por mi burbuja de cristal. Veo naves estelares y cohetes espaciales. No es el efecto de ningún alucinógeno, sino más bien es un sueño hecho realidad. Son de metal de acero y flotan por la falta de gravedad. Me creo el centinela, el guardián de toda la nada. No bajaré a la Tierra, me encuentro muy a gusto, aquí en el exterior. Que será de mí, no quiero ni comer. El estómago no me pide nada y la garganta está húmeda de la emoción. Sigo flotando, tengo aire para rato.
Me saludan con la mano. Veo como atónitos,  no se creen lo que ven sus ojos. Ellos se sienten protegidos por sus naves de acero y yo solo, flotando en mitad de la negritud. Con la sola ayuda del respirador. Que pasará cuando se acabe el aire, que pasará cuando no me mire nadie. No tengo donde regresar, es como bucear en medio del mar. Sin barco que me rescate, que pasará? Al menos no hay ni tiburones ni animales cósmicos. Solo faltaba que hubiera, alguna amenaza. Entonces sí estaría asustado, entonces sí que estaría alarmado. Será una bonita muerte, envasado al vacío me conservaré por los años de los años. Hasta que alguna nave espacial, recoja mi cuerpo. Pero yo ya no estaré dentro de él, donde estaré? A saber.
Sigo respirando, sigo mirando y me siguen saludando. Nadie se acerca y me dejan en medio del vacío, solo tengo ya aire para unas horas. Unas horas que se hacen interminables, es como si tuviera curiosidad por saber que hay detrás. Es como querer ver a través de una cortina opaca y no vieras nada. Solo intuyes la luz, una luz poderosa, que atraviesa lo más duro. Quiero correr la cortina, pero no puedo. Quiero ver la eternidad, si realmente existe. Me estoy durmiendo, que muerte más plácida. No tengo frío y sigo flotando como en una nube.
No tengo dinero, no tengo propiedades y nadie va a heredar nada mío. Solo veo a aquellos que celebran el regreso a casa, solo veo a través de un sueño. Un sueño plácido, que precede a la muerte. Una muerte silenciosa, un adiós sin retorno. Flotaré como si estuviese enganchado a alguna droga, que droga si no a la de la vida. En esa sí que nos enganchamos todos, intentamos exprimir hasta el último segundo. Para poder decir que se ha vivido. Yo sigo flotando, yo sigo soñando dormido ya. El aire se acaba, se me hincha la cara y la garganta se reseca. No hay nadie que me salve en el último segundo, me quedaré por los restos en el vacío. Es como en la vida real, te puedes caer que nadie te echa una mano. A lo mejor si muero de una vez y ven el resultado cambie algo la humanidad y sirva para algo mi muerte, aunque lo dudo.
Sigo flotando y siguen pasando. Ahora sí que se acercan, pero con mucho cuidado de no rasgarme el traje. De una de ellas, sale un brazo mecánico y me coge de un pie, introduciéndome en la nave.
Que sorpresa la mía, no son seres humanos. Son otra especie, seguramente más inteligente. A lo mejor me quieren para hacer estudios o a saber. Me quitan la burbuja de cristal y mis pulmones se hinchan, como los de un niño acabado de nacer. No grito, no lloro. Pero si me río, me río delante de ellos y se quedan perplejos. Dirán, que falta de respeto. Encima que le salvamos la vida, se ríe. Intento hablarles, pero no me entienden. Lo intento con gestos, con mímica y resulta. Me comunico! Que bárbaro, esto nuevo. Tengo que ser el primero, pero ellos me dicen que no. Que hay varios, de varios países entre ellos. Me abrazan por el hombro y me conducen al centro de la nave. Es cierto! Están ahí, me sonríen  y yo les sonrío. Es cierto mi sueño, ya no tendré que preocuparme de bajar a la Tierra.

Son matemáticos, físicos, filósofos…Que más da, me encuentro entre ellos. El azar y el destino me ha llevado a conocer este otro mundo. Un mundo virgen y sin explorar, del cual mejor que no se entere nadie. Sería destruir un bonito paraíso, paraíso para aquellos que buscan la cordialidad y el entendimiento. No la muerte y la destrucción.

domingo, 7 de junio de 2015

Llevo demasiado tiempo ya, en esta isla. Empiezo a hablar solo o con las plantas. No hay personas, no hay animales, no hay nada. Solo yo, como en una isla desierta me encuentro. Como se llama esta isla? Algunos la llaman "La roca" otros simplemente Alcatraz. Fue cerrada hace tiempo, pero para mi solo, se abrió. Dejándome aislado del mundo. Un mundo que la ha perdido de vista, un mundo que no sabe que existe y por lo tanto menos yo. Me siento y escribo, escribo cartas a un sin destino. No son cartas de amor, no son cartas de amistad, son cartas de desahogo. Me desahogo porque me siento así, no quiero decir más la palabra. A ver si cambio el destino y alguna barca a la deriva se acerca y me lleva a un buen puerto. Puerto que anhelo, como la compañía de mi mujer, una mujer que no veo en varios años y que ya será en brazos de otro hombre. Por no tener espera y saber que yo continúo amándola.
Llega la noche y con ella la desesperación. No se encienden ni las farolas del lugar. Me mantengo quieto, parezco estar ciego. No veo nada e intento moverme lo menos posible. Me acurruco en forma fetal y duermo o al menos lo intento. No es fácil, no hay nada con que descansar, no hay nada. Solo la noche como compañera ideal, solo la Luna a veces me hace compañía, le hablo y creo que ella me escucha, me estaré volviendo loco. No sé. Pero al menos me llevarían a un recinto con más gente y me sentiría más acompañado.
Como me llamo, me pregunta la Luna. No me acuerdo, le digo yo. Ya no me acuerdo ni de mi nombre ni el día que es. Ella me ilumina y me dice que no tema, que ella también está sola en la oscuridad del Universo. Que la Tierra no le hace caso, por muchas vueltas que dé sobre ella. Que no se vuelve loca y no teme a la soledad. Si quiero ser su amigo lo seré, pero solo me podrá iluminar de vez en cuando y no siempre con la misma intensidad. Yo acepto encantado y pasamos la noche conversando, pasamos el rato y la noche se hace más corta. Llega el día y se marcha, diciendo un hasta luego. Ahora será el sol el que me calentará, durante el frío de la mañana. Él más grande y más imponente no habla, pero al menos me calienta y me da abrigo. Veo a lo lejos la ciudad, una ciudad bañada por una espesa niebla. Que no entiendo ni sé porqué, cuando en la isla reluce el día y se ve el cielo azul.
En mi intento de entender, le pregunto al Sol. Porqué no desaparece la espesa niebla, señor. Éste con voz ronca me responde.....Acaso te preocupan, cuando ellos no saben de ti? Son malvados y por eso los congelo sin mi presencia. Yo me quedo atónito, tengo al Sol y a la Luna de mi lado. Ellos saben que no he cometido daño ninguno, solo una mala jugada del destino, me ha llevado a la "Roca". Sonrío y lo celebro, lloro de alegría y no de desesperación, a la falta de que la marea me acerque alguna barcaza.
Pero ahora es curioso, no sé si marchar. He hecho amistades, cuando más solo y más hundido me encontraba he resurgido y me siento feliz y es que nunca se puede llegar más abajo, cuando se toca fondo. Solo el destino puede hacer que cambie la sonrisa, solo otra mala jugada me volvería a hacer volver a la locura.
El Sol calienta y me hace sudar, no veo barcaza alguna y la niebla que cubría la ciudad, se disipa. Tienen que ser las tres de la tarde, me lo dice el estómago. Llevo días sin comer, llevo días sin probar bocado alguno. No hay nada en la orilla, solo piedras y el agua helada. Es imposible nadar hasta el otro lado. Miro al cielo, el Sol me deslumbra y ya no habla. No sé porqué, pero deseo que llegue la noche. Que más da, moriré seguramente desvanecido entre las piedras. No encontrarán mi cuerpo, porque aquí no viene nadie.
Ahora recuerdo, la Isla es visitada por turistas. El Sol se esconde entre una nube y me deja mirar hacia el otro costado. Es cierto, llevo días al lado equivocado. Una ligera brisa me refresca la cara, sonrío otra vez y me pongo manos a la obra, camino y escalo para llegar más rápido. No quiero dar un rodeo, tengo prisa por salir de la pesadilla.
Me resbalo, me hago daño y sangra la rodilla. No le hago mucho caso y sigo con mi tozudez, al final consigo llegar a lo alto. Ahora corro hacia el otro lado, por el terrado de la prisión. Los visitantes están subiendo al barco de vuelta. Hago señales, grito con todas mis fuerzas. Pero no me escuchan y se marchan. Entonces sale el Sol y me habla. No te has dado cuenta, que si hubieras dado un rodeo, además de no hacerte sangre en la rodilla, hubieras corrido y llegado a tiempo. Yo agacho la cabeza y asiento con humildad. Pero vuelvo a sonreir y esperaré sentado en el suelo, que llegue mañana. Con ilusión pasaré la noche en compañía de la Luna.
Es tarde y el Sol se aleja, dejándole espacio libre y la oscuridad envuelve y con ello llega el frío húmedo de la noche. Pero no me preocupa, porque con el primer rayo de Sol, llegarán los primeros visitantes y con ello mi rescate hacia la libertad. No prometo venganza a los que me dejaron aquí abandonado y por muchas preguntas que me hagan no hablaré. No sé que diré ni que respuesta daré, pero volveré a comer, volveré a vivir y es que es así.

viernes, 5 de junio de 2015

Que avión vuela más lejos, que cohete se alza más alto. Si no es el de la propia imaginación y el del mismo sed de saber. Que más da, si lleva un motor de hélice o un motor a reacción. Lo malo que tiene, es el golpe que puedas recibir si no vigilas tu hoja de vuelo. A veces, queremos volar tan alto, que no pensamos en las turbulencias ni en la falta de oxígeno. Quien no ha soñado de joven, con ser actor o estrella del rock. Quien no se ha mirado al espejo o se ha comprado una guitarra, sin primero escuchar su propia voz. Esa voz que le acompañará hasta la muerte, porque es la que verdaderamente retumba en la mente. Es nuestra propia voz la que nos dirige y la que nos hace volar o errar en el intento. No hay que echarle la culpa ni a un amigo ni a ningún vecino. Solo es nuestra propia voz, la que nos hace de guía.
Cuando enlazamos la voz con la de algún amigo o de alguna pareja, sonreímos y somos felices, porqué? Será porque nos sentimos respondidos, tanto mentalmente como afectivamente. Necesitamos escuchar la voz de alguien a nuestro alrededor, para no sentirnos tan solos. Es la manera de sentirnos felices. Mucha gente, creo que lo hace por este mero motivo. Es mejor sentirse acompañado o es mejor esperar una verdadera oportunidad? A saber. Yo no soy nadie para juzgar al prójimo, para ello está nuestra propia conciencia.
Cuando tenemos la conciencia tranquila y somos conscientes de nuestro estado. Podemos decir que estamos en paz, en paz con nuestro interior. Que no quiere decir que sea lo mismo con nuestro exterior, a lo mejor echan puñales a nuestro alrededor.
Me gustaría saber el verdadero valor de una moneda, antes de echarla al aire. No se compra ni se vende la alegría y el saber. Como podemos saber a donde llegaremos o hasta donde nos alzaremos. No hay nada escrito sobre ello. Solo nuestra curiosidad nos puede dominar y nos puede volcar en un error.
Hay muchos cohetes y hay muchos aviones volando a nuestro alrededor, unos más altos que otros y por lo tanto más valorados y más respetados. Pero aunque nuestro avión sea más pequeño o vuele más bajo, también es digno de tener su espacio.
Quien prepara nuestro plan de vuelo y nuestro despegue? Nuestra propia decisión, a veces truncada por algún hecho inesperado. Pero que solo hace que retrasar nuestro viaje, nada nos puede quitar nuestra propia ilusión por demostrar nuestra valía. Podemos despegar como un pequeño avión de una hélice y cuando nos queremos dar cuenta, nos hemos convertido en aviones a reacción o porque no, en un cohete que nos lleva al estrellato. Esto parece mucho pedir, pero la ilusión y el soñar despierto, no cuesta por ahora dinero.
Ojalá uno pudiera volver atrás y poder volver a volar con red, a poder saber que puedes soñar despierto. Lo malo que tiene este vuelo,  es que el avión o el cohete, cada vez son más viejos y les cuesta más mantenerse en la misma altura y tiene que repostar y descansar más veces que los demás. Es lo único malo que tiene, hasta que un día por circunstancias mecánicas te quedas en el garaje y poco a poco eres olvidado. No viene nadie y tu espacio aéreo lo ocupa un avión más nuevo y con nuevas ilusiones.

Escuchas los motores desde el interior del hangar, hasta que llega el día de tu despiece, ese día será marcado como el de tu propia muerte y solo una triste foto en la pared, recordará lo que llegaste a ser un día y  lo alto que llegaste a volar. Serás simplemente recordado de vez en cuando, hasta que llegue el momento que no te recuerde ni la memoria del más anciano. Tu lugar en el hangar, lo ocupará otro avión, más grande o más pequeño. Pero otro y seguirá la cadena, una cadena que contra la que una vez, tú te rebelaste.