viernes, 19 de junio de 2015

                             Carta a Lucifer.

Hola amigo mío, ayúdame a buscar una solución a mi problema. No hace falta que te lo explique, ya me conoces y sabes cual és. No pienso venderte mi alma, ya que para mí tiene tal precio, que no lo sé sumar. Por otro lado, puedes contar con mi respaldo y apoyo, en aquello que necesites. Espero tu ayuda, al mismo tiempo cambiaré mi actitud. Cambiaré mi forma de ser y me esforzaré, pero siempre teniéndote a mi derecha. Eres un buen amigo y sé que me leerás detenidamente. Solo necesito tu apoyo, para poder resolver ciertos temas. Ya sabes de que hablo y pienso rebelarme y ser tu aliado en un futuro, que espero sea lejano. No por no estar cerca tuyo, sino por vivir más tiempo en este mundo terrenal. Aunque a veces se hace muy complicado y le entran las ganas a uno de tirar la toalla. Pero hay que seguir adelante, no hay otra. Espero, aunque no me haya casado y progresado en el sentido de tener descendencia. Acabar mis días con nota y saber que merezco tu respeto y que me valores, por lo que soy.
La gente no lucha, pero sí se pelea. La gente no escucha, solo oye las voces sin atender realmente a lo que dicen. Todo el mundo va a lo suyo y ese nos es buen camino. Es lógico que cada uno camine y solo piense en su destino. Pero siempre es de agradecer, un compañero de viaje, alguien con quien poder seguir el ritmo. Un ritmo que no para, como no para el latido de nuestro corazón.
Dicen que el tuyo está helado, yo no me lo creo. Algo tiene que arder en tu interior, cuando te rebelaste contra el Más Grande. Estás en un mundo helado y oscuro, ese es mi próximo destino. Yo tengo corazón, como sé que no me helaré en ese mundo paralelo. Como sé, que seré abrazado por tus semejantes y no por las sombras de la noche. Que no intentarán apoderarse de mí y podré luchar contigo, a tu lado. Sé que tienes mil nombres y éste es el que más me gusta y el que más se acerca, a lo que eres en realidad. Nombres como Satanás o Belcebú, son nombres que el hombre se ha inventado para identificarte. Identificarte como algo malvado y sin corazón. Cuando es al revés, tienes tu parte buena, como nos pasa al resto. Solo que no eres hipócrita y eso me encanta y me enorgullece, llamarte amigo. La gente es así y no se dan cuenta, que siempre es mejor ir con la verdad por delante y que para decir una mentira, es mejor callarse.
Espero tu ayuda, yo sé que me leerás y vendrás a mi llamada. Al igual lo haré yo, cuando sea necesario. Por la amistad y por la lealtad que nos une, te mando un abrazo. Un abrazo que caliente tu alma, si es que la tienes. Ya sabes que para haber vivido en este mundo, la necesitas y no puedes ir robando o comprando almas, para intentar escarbar o arañar los muros de la intolerancia. Para conseguir algo, que todavía es toda una quimera.
Sin nada más que contarte y en espera de tus noticias, lo dicho. Recibe un fuerte abrazo y sigue con tu lucha. Que yo intentaré lidiar mis problemas y asuntos, espero con tu ayuda. Para que le des un golpe de mano al destino.

Espero tus noticias, que no sean breves. Saludos



                            Respuesta del Centinela

En el abismo del mal, esconderé todo mi poder. Hay! Aquel que se interponga en mi destino. Hay! Aquel que intente remendar lo acontecido. Yo soy el que siempre seré, aunque no me crean. Soy el dueño de las llaves, el centinela de lo malvado. Aquello que se desvíe de mi camino, será borrado para no dejar huella. Solo la luz y el resplandor de la Luna, me acompañará en mi viaje. Yo seré portador de las nuevas noticias, solo las sombras serán encerradas de por siempre de todas las eternidades.
Quien osa escribir a Lucifer, todas sus cartas pasan por mis ojos y mi ojo decide, como buen avizor las que debe o no, leer. He leído tu carta y es para ti y para mí la buena noticia, de que llegue a Lucifer. Serás por tanto, recibido el día que se dé buena ventura, por él mismo. En la oscuridad eterna, ya eres uno de nosotros. Siempre y cuando, recibamos de tu parte, la lealtad prometida. Que si un día se rompe, serás lanzado al abismo del mal. Donde están las sombras, aquellas que no son ni de ellas mismas. Por su tiranía o por su maldad. Han sido expulsadas de la luz.
Tienes que tener por seguro, que ese punto es difícil de llegar. Porque ya te conocemos, de los años y de los años. Has tenido fe ciega en nosotros y nosotros te lo agradecemos, con la señal en la mano derecha. Portador serás de la espada, una cruz invertida. Será la que presida tu entrada en el mundo paralelo, ese mundo que tanto anhelas y buscas sin razón. Eres poseedor del saber humano, porque siempre estaremos a tu lado. Hasta que el fin de tus días llegue, serás el que serás y nunca estarás solo. No intentes reclutar o convencer a nadie, de que sigan nuestros pasos y nuestros actos, ya que el ser humano no está preparado y tú serás el primero en entrar, por la puerta trasera en la oscuridad de la noche.
Mucho se ha hablado del tema y solo es como tú dices, una rebeldía. Sin la maldad propiamente dicha y que tú sabes. Yacemos esperanzados de que llegue el día en que el mundo cambie y se vuelva más tolerante y justo. Porque al que siguen, solo trae envidias o guerras y a ti todo eso te remueve por dentro.
Yo soy el centinela, ya mismo tendrás respuesta. Ya será caminando por la calle o soñando en tu cama. Te despertarás sobresaltado y de golpe lo entenderás todo y sabrás el camino a seguir. Sinceramente creo que has obrado bien, acudiendo a nosotros y ya sabes que somos justos a tu llamada. Sabes que vivirás dentro de lo oscuro, por toda la eternidad y si en algún momento quieres ir hacia la luz, serás libre de hacerlo. Ya que con nosotros, no tienes ninguna deuda y ningún pago que hacer. Que el simple hecho de haber confiado ciegamente en él.
Sin más, te ruego que seas paciente y tendrás respuesta a tu misiva



                                    Carta al Centinela


Borrón y cuenta nueva. Volver a nacer, que fácil sería si fuese cierto. Uno cuantas veces, puede nacer o puede vivir el mismo destino o el mismo tormento. Porqué es así. A saber. Yo solo quiero que me responda pronto, para saber si estoy en el camino adecuado o es que no hace falta ningún guía. Quien sabe a quien va dirigida esta carta o quien la va a leer. Yo seguiré esperando pacientemente, gracias centinela.
Observo desde la ventana y veo a la gente hacer siempre lo mismo, es como ver una película en la que siempre tiene el mismo final. Que novedoso o que hay de nuevo cada día, cuando nos levantamos. Dímelo centinela, si lo sabes, dímelo. Yo solo espero respuesta de él. Sé que tengo que tener paciencia y que el día que deje mi cuerpo, sea para reunirme en paz y en libre albedrío.
Que rebeldía consumada, lleva al alejamiento y al rechazo. Porqué hay que ser sumiso y obedecer sin mediar palabra alguna. Dímelo tú, que estás al otro lado. Cuantos planos hay en el Universo y cuantos caminos o senderos, llevan hacia la libertad. Esto, que me lo conteste Lucifer. Espero que le llegue mis cartas, no tengo nada que perder. No tengo ni mujer ni hijos, solo un triste destino de ser humano.
Esperaré, pero no sentado. Seguiré viviendo, seguiré caminando y quien sabe, si algún día. Como tú dices, me levantaré sobresaltado. Todo será relativo, todo lo dejaré en este mundo y mi alma desnuda, se marchará sin decir adiós. No habrá nadie de quien despedirse, pero sí de encontrarme o al menos eso espero yo. Creo que se me recibirá bien, no con cohetes y petardos, pero sí con alegría. Solo es un pequeño paso, que espero llegue cuando esté con una vejez avanzada y no antes.
Porqué no me escribe o tienen que pasar por ti. Acaso es tan importante o recibe tal número de peticiones, que queda colapsado. Solo soy un ser humano, que en suma rebeldía se quiere unir a vosotros. Para seros leal, en los tiempos de los tiempos y vivir con libertad  y fraternidad el resto de la eternidad. Que será de mí, si no me acepta. Que será de mí, si me esquiva.
Solo no quiero ni pensarlo, porque al otro lado no tengo deseo de ir. Nada más por eso. Que imagen quedará de mí, si cruzo la puerta sin pensarlo. Que luz despediré si entro en la oscuridad. Iluminaré el cielo oscuro de la noche o será con el ocaso cuando resurgiré, quien sabe. Hasta que no llegue el momento, viviré y amaré, amaré pero no solo en el deseo carnal. Si no en el espiritual, quien sabe lo que ocurrirá. Ahora, no me dejaré pisar por aquel que se crea con ese derecho. Porque nadie tiene ese poder ni despreciar al prójimo.
 Amar y ser amado, es lo que deseamos todos en secreto. Pero es lo cierto, así que seguiré mi camino y no escribiré más cartas, hasta que me responda él. No es por nada en especial, es que es a él a quien escribo y no a ti Centinela. Ya sé que eres el guardián, que eres el que abres la puerta. Una puerta fría y helada, como la oscuridad eterna que invade el Cosmos.

                                          Carta a Lucifer

Hola Lucifer, gracias por todo. Ha pasado un poco, desde nuestra última conversación. Pero aquí estoy, gracias por estar a mi lado, dándome apoyo en los malos momentos y riendo conmigo en los buenos. Sabes que siempre te seré fiel y jamás te haré dudar de mi incondicional amistad. Porque si una cosa he aprendido en mi corta vida, es que uno debe forjarse como hombre y defender y luchar por su manera de vida. Que no es la más buena ni la más mala, solo la mía.
Sueño con la ansiada libertad y el libre albedrío, momentos que quedarán grabados en mi memoria. No pienso correr y pienso ser paciente, demostrar que uno se forja con el paso de los años y que a este mundo, se viene a aprender. No solo a procrear y a vivir, cosa que es importante por otro lado. Ya que uno deja su legado una vez se va.
Espero que tener la suficiente fuerza, en los momentos de soledad y que en esos ratos, pueda escribirte unas líneas y que éstas lleguen a tu mano. No lloro o al menos lo intento, solo lo hago por tristeza o emoción y es que no dejo de tener mi propia alma de la que ya sabes que no está en venta. Tiene un alto precio y no hay nada que me pueda tentar, para llegar a venderla. Ahora, siento curiosidad de ver vuestro mundo. Aunque no sé porque me da, que ya lo he visitado en sueños.
Pero soy consciente y espero. Mientras tanto viviré y andaré el camino que el destino a trazado para mí. Pero también quiero recordarte, que por mucho que hablen o digan, del que éste está escrito. Yo no pienso seguirlo, como una aguja sigue un disco de vinilo. No soportaré siempre la misma canción, yo no soy de dormirme en letargo y ver la vida pasar. No he nacido, no he venido al mundo por ello. Yo creo, que el destino me tiene reservado una grata sorpresa y no es solo tu amistad. Es algo más, lo presiento. Lo siento en viva carne y los pelos se me ponen de punta, será de la emoción? No quiero llorar, por favor. Así que, por hoy lo dejamos. Ya continuaré mañana, esta carta.....
Es de noche, no tengo sueño y por eso sigo escribiendo. No tengo con quien hablar a quien amar. He sido un inconsciente, pero no soy mala persona, pero la sociedad si puede te pisa y yo no me dejo. Dicen algunos, que hay que ir hacia la luz. Pues yo, prefiero la oscuridad y estar cerca de ti, sé que no me olvidarás y cuando sea la hora, vendrán a buscarme y no pasaré el túnel. Dime si de verdad, se puede ir soñando. Porque si es así, ahora mismo me voy a dormir. Si después me traes de vuelta, no me lo pensaré. Dime en un sueño, en uno solo. Cual será mi destino, de si seré libre como quiero ser y podré descansar por toda la eternidad y no volver a este mundo. Un mundo, que nunca es lo que es y tampoco lo que aparenta. O tendré que volver, por muy reacio que sea.

No me hace ninguna gracia, volver por el mundo pasar. Pero si así tiene que ser, que así sea y que venga con la lección aprendida y no con la memoria borrada. Porque no hay peor destino, que el del que no sabe que se acerca su muerte y vive, vive como en un mundo que no tiene fin. En un mundo del cual es difícil salir, pero muy fácil entrar. Solo hay que atravesar la puerta, para estar dentro de ella. Yo, para eso prefiero mi soledad. Una soledad, que amortiguo con la esperanza y no la fe ciega. Porque he visto, lo que he visto y creo ya en ti.
  

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