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Mostrando entradas de 2016
                                    Los sueños nunca deben estar prohibidos        Entre la cortina transparente y la luz de la habitación que me deslumbra, escucho una voz, una voz que me resulta  amiga y por lo tanto  la escucho. La escucho, mientras me encuentro tumbado encima del colchón. Como si fuese una antigua canción, una de esas que no pasan de moda la escucho, porque para lo eterno no existe.              —     Hola amigo mío. Entra con él en sus sueños de cautiverio, entra con él en esos sueños que no sabe él pero están ahí y se encuentra encerrado en una gran cárcel, una cárcel llamada  “ciudad del tiempo”. En ella no transcurren las horas, en ella se duerme siempre, en medio de unas tormentosas pesadillas. ...
                                               Trineos de sangre Desde que los tiempos son tiempos y estos se cuentan por lunas, ha existido el hombre. Ese Ser pensante, que ama y llora. Que duerme y sueña despierto, que reza y ora a algún poder, que dice que está por encima de él. En aquellos años, en los que no existía ni la rueda ni el fuego, llegó y pobló el mundo, el ser vivo más imperfecto posible. Pero antes y solo antes, hubo el primero. Aquel que nadie sabía cómo se llamaba, porque nadie le ordenaba. Pues bien esta fue su historia, aquella que yo mismo prometí contarla, después de muerto… Desde lo alto, por encima de la aurora boreal, una princesa calla mientras observa cómo perros de presa, asaltan el cuello de “el sin nombre” y le hacen caer desfallecido en el suelo helado. Tumbado panza arriba y con los brazos en cruz, ve que la nieve ya no cae. No...
                                           La Casa de Neón No son las vegas, no es un bulevar, no es solo un casino. En este mundo existe aquello que se conoce como La Casa de Neón. Una casa, un local donde solo entran los mayores con dinero. Si eres así, serás bien recibido, si no te irás por el camino venido. Solo por ver las luces de neón, hay que pagar. Solo tienes que entrar para poder apostar, solo tienes que sentarte y tomarte una copa, para poder ver, para poder admirar las más bellas damas. Unas chicas, que quieren tener una cita de una hora contigo. No la desperdicies y vívelo, déjate enredar por aquellas que parecen serpientes en un arrozal. Déjate enamorar por tiempos, de aquellas que solo buscan el dinero, un dinero fácil. Para un trabajo difícil, no es tan fácil hacer y disimular. Ellas lo saben muy bien, pero no se dejan embaucar y espero llegar al éxtasis es...
                                          Quién me toca el piano ¿Quién toca el piano antes del anochecer? ¿Quién pone velas negras en el candelabro de plata? Ya no se ven las siluetas en la penumbra, ya  no se sabe quién te manda o quién te ordena o encumbra. ¡Poder elegir!, que gran avance o quizás y solo quizás sea posible que no. Quién sabe, a saber. ¿Quién toca el piano, quién toca en armonía sus teclas?, ya sean blancas o negras. Solo la Luz o la Oscuridad. O quizás y solo quizás, tonos de grises. Quién puede decir de sí mismo, estar salvado, sino aquel que no baila al ritmo de la canción. ¿Quién se sienta y le da a las teclas? ¿Quién sabrá que es de diferente armonía? Como sirenas cantan y como marineros caen en su hechizo. No hay arpas en el cielo, no hay puertas de acero. Todo es una cortina transparente lo que nos separa, nos separa del cariño y del odio, nos ...
                                                   Arcángel 606 Las luces del casino parpadean hipnóticamente a los ojos de los clientes “”JUEGA, JUEGA”, invitándoles a entrar y echar unas monedas. Dicen que hay premio, dicen que se harán ricos. ”JUEGA, JUEGA” Colores de billetes, como personas diferentes hay. ¿Qué será de aquel que se deje hasta el último céntimo? No se sabe, a lo mejor entra el primero en el Reino de los Cielos. Quien sabe lo que puede ocurrir. “POBRE, POBRE”. ¿Quién puede decir que no alcanzará el cielo, si este está debajo de sus pies? ¿Quién puede decir que no alcanzará su sueño? Si sus pisadas son sombras en el anochecer. No por oscuras sino porque estas se confunden entre las demás. “TODOS SOMOS MULTITUD”.  ¿Quién es, Quien es, quien da los golpes en la...
                                                             The thief                                                 Son las seis de la tarde, ni las cinco ni la siete. Simplemente las seis. No amanece, casi anochece y se empiezan a vislumbrar los destellos de las estrellas en el oscuro cielo de    un pueblo cercano a Barcelona.  No me he acabado de despertar de la siesta, como el que ha tenido una pesadilla. Todo esto, lo que estoy viviendo, está sucediendo como si el destino me lo tuviese escrito. Estoy sentado en mi viejo Ford Fiesta del 2002, a cincuenta metros de la gloria. Los ...
                                            Ida al olvido. Jaime miraba por la ventana como el frío de afuera traspasaba el vidrio templado y convertía en hielo todo aquello que encontraba. Lo calaba de manera intuitiva en los huesos y hacía que tuviera escalofríos hasta en el alma. Era el mes de enero, no recuerdo el día exacto. Pero el Sol no calentaba i no llegaba a subir el termómetro más de un par de grados. Él, sentado solo y de manera incomoda, observaba a la gente de pie, agarrados a las barras laterales que se sujetaban al techo o bien, a las verticales que eran atornilladas al suelo, haciendo a veces tuvieran que hacer movimientos acrobáticos para no caerse. Los semáforos se ponían verdes o rojos, pero el color que le gustaba era el amarillo, siempre había dicho que quería pintar un arco iris al cielo. Que quería hacerlo, porque se sentía feliz, feliz y contento p...
                                              Amanece y desvanece    El agua del mar, arrastra parte de la arena de una playa española a lo más profundo de su interior.  Barcos de hierro y de madera, se ven a lo lejos. Estos descansan, pero no se acercan demasiado, tienen cosas que ocultar y que no deben de ser descubiertas. En ellos no ondea ninguna bandera, el mástil está desnudo. Solo son tres, las naves fragatas y desde la costa de Cádiz,  el vigía los avista y da la voz de alarma.  Todos en sus puestos, no se sabe a lo que vienen. Muchos cañonazos han recibido ya y muchos son los ataques, como para dejar de estar prevenidos. ¿Pero estos barcos que traerán, cuando recogen en silencio las velas? Solo el viento puede hacer que esto cambie, solo el Sol o la lluvia, puede hacer que los tripulantes fantasmas,...