sábado, 17 de abril de 2021

 

           COLLAGE

Ni colgada ni despierta, estoy diseñando durmiendo, no es que sea modista de alta costura, no es que sea actriz o diseñadora de modelos de alta gama. Solo no dejo de pensar y de luchar contra a que yo que a menudo, entre mí, solo deseo que no llegue a mi alma. Ciudad que atraviesa con  este título por la que se lleva mi aura, noches en la gran ciudad, me dejo llevar y solo bebo por beber y mantengo sexo por mantener el hábito bueno y saludable del buen saber. Solo le pido eso, si hace falta hablaré con el mismísimo Lucifer y llegaré a ser leal a todo aquello que se llama oscuridad, solo por el deseo de leer despierta. Son las siete de la mañana, la ciudad se levanta y yo me voy a descansar, las luces de las farolas se apagan. Ha sido una buena fiesta en una cama diferente, ahora toca irme a la mía, más grande y que la comparto con mi marido. Estoy ya durmiendo descansando que nada me quita el sueño a mí, que todo sea más que un sueño cuando yo despierte.

      Tú, centinela de las Tinieblas, dime acaso si voy a tener que sufrir mi destino toda la vida. Hablo durmiendo entre un grupo de velas encendidas para darle al karma un  poco de ser.

Si acaso es mi dicha y porvenir, porque si es así lo acepto pero con condiciones, yo quiero volver a reencarnar, quiero volver una y otra vez a la vida como si esta fuera un sinfín. Lo que no deseo es que esta sea una montaña rusa, no deseo subidas y bajadas, deseo un remanso de paz, que nadie me libere y sea esta mi eternidad. Que sea todo de lo más normal y que pueda hacer deshacer a mi antojo, sin preocupaciones que sean más allá de las normales.

Yo no tengo miedo a la oscuridad, yo no le tengo miedo a nada. “Soluciones”, solo pido “soluciones” a aquel al que se aloja en mi cuerpo. El huésped que llevo dentro le va a decir a mi cuerpo que se muere y no me deja tranquila, solamente me ha pedido eso y no he podido nada más. Es salud, no tendré más salud para poder seguir disfrutando del amor de mi familia y aquellas amistades que llevo en mi mente y en el corazón. Solo entré y pedí eso, porque si de verdad existe algo no creo que sea tan cruel y tan malvado para poder desear la muerte de alguien y dejar ahora a todas las de mi familia desamparada.

Bailando con sombras me encuentro, bailando en una encrucijada llega en mi lamento, yo solo sé que estoy en mi propia alma y pobre de mí, si me sublevo, me enojo y me enfrentó a la luz blanca. Lucho, nadie me va a ganar la batalla, el ángel de la muerte se va a tener que marchar sin mi sangre en la guadaña. Viene en mi busca y se marchará con cabizbajo, porque conmigo no podrá, no ha podido nunca, no va a ser ahora cuando lo haga. Yo no soy fácil ni de manejar ni de dominar, por ese motivo me casé con quién es mi marido.

Luces de colores, sirenas suenan, no me he dado cuenta, pero él sí y ha llamado al verme en tal estado. Somos liberales, pero nos une la amistad y la complicidad, todo era de buen rollo y ahora viene algo o alguien me ha pegado algo. Hace tiempo, pero siempre con cuidado, hemos ido y hemos venido, sintiendo la libertad de nuestro Ser. Ahora a ver pasar el tiempo a través del cristal de una de las ventanas de mi nueva habitación. No son días, son semanas y los médicos no dan muchas esperanzas, pero el deseo de recuperarme y salir corriendo no se desvanece. Voy en pijama por el pasillo de la planta doce del hospital de la ciudad, no digo cuál, solo digo que es en la planta doce de a saber cuál hospital y si este existe. No necesito más presentación, hay algo, hay un huésped dentro de mí que me va carcomiendo y yo me dirijo a Lucifer y si hace falta hacer un pacto con el diablo lo haré, porque así lo deseo y así lo haré. El huésped no se marcha sin más, me ha dejado calva y en los huesos, me ha dejado casi sin ganas de vivir, pero yo sé que no podrá conmigo.

Soy libre, completamente libre, nada me domina y nadie lo hará, yo corro libre, libre como el viento y tan fuerte, tan fuerte que rompo hasta los ventanales más resistentes. El huésped ya se marchará, es eso o morir, morir por dejarle entrar dentro de mi cuerpo en una noche de sexo. Quién será el maldito huésped que no se va sin decir quién es, pero eso da igual, lo importante es que se vaya y yo seguiré corriendo libre, libre por la gran ciudad.

Se pensaba que le había alquilado un rincón de mi corazón y de eso, de eso estaba equivocado, yo no alquilo ni vendo mi cuerpo a ningún precio y mucho menos cuando este es el de mi propia muerte. Yo soy luchadora, luchadora hasta al final, el final del nunca acabar y ser eterna, eterna como no lo ha sido ni lo será nadie. Qué será de mí, si al final el huésped se adueña de mi cuerpo, qué será de mi familia si se quedan sin sustento, dime tú si me escuchas, que permites que estas cosas ocurran, como puedo marcharme sin más.

Estaré volviéndome loca, estaré entrando en una puerta a lo desconocido o será solo la fiebre lo que me hace imaginar que veo lo que veo. No son ni ángeles ni demonios, no, solo es una luz blanca inmensa que me hace levitar e ir hacia ella.

Entonces y solo entonces, me dice el Centinela de las Tinieblas…

      ¿Qué haces aquí?, este  no es tu sitio, este no es tu lugar. Tu lugar, si es tu deseo, será entre nosotros pero en otro plano.

Reza, reza y ora tú, huésped, que ha llegado tu hora, la hora de tu marcha. Desvanécete entre la niebla si quieres, pero márchate de una vez y déjame tranquila, quiero vivir disfrutando de aquellos y aquellas que me rodean. No creas que te dejo que me domines y que me hagas zozobrar como un barco a la deriva. Tengo, tengo mucho que perder es cierto, por eso es de merecer mi esfuerzo en alcanzar lo que yo creo que es de mérito.

La sangre burbujea, a 39.5 grados Celsius, todo es relativo. Yo sigo divagando, evaporándome en el aire, pero no le dejo ganar a cualquier coste. Todo en esta vida y en esta muerte tiene un precio.

      Coge papel y   bolígrafo  o si lo prefieres hazlo a la antigua usanza cómo lo hacían  los antiguos escritores,  con  plumín y tinta china. Pero que sea letra gótica que se note la calidad de la escritura,  narra todo aquello que te voy a contar para que se sepa hasta en Antequera, ya que fui la que fui y ahora soy lo que soy.

Un maldito huésped entró en mi cuerpo y entró en mi vida,  tanto fue  que acabo con ella. Pero en fin, también tengo que reconocer que empiezo una nueva qué es la que llevo ahora, que es mejor que la antigua. Todo por un maldito huésped que me dominó hasta no poder más, de ladrona a señora es lo que soy ahora, todos somos víctimas alguna vez.

Preciosa eres, preciosa, guapa eres guapa por dentro y por fuera, qué más da lo que opinen los demás, son mis ojos al verte lo que me hacen pensar en verde. Tú  y nada más que tú eres la más fuerte, qué más ha ocurrido en la vida, no te vayas todavía. No te vayas que queda mucho camino que hacer, no, no, no lo consiento. No es posible que yo sea el que se quede y tú tan guapa, la que te vayas. Ya me iré contigo no te preocupes, no tardaré en coger ese barco, que no será el barco de la discordia ya qué navegaremos siempre por el mar Pacífico. Juntos de la mano navegaremos por todos aquellos mares,  pensarán que disfrutar es de tontos, pero no pienses más. Veo los fluorescente blancos acercarse cada vez más a mí, ¿eres tú o eres yo el que se va? Yo ya no lo sé, será la fiebre que me da, “hola amor, que te tengo a ti, no lo olvides.”

Ella ya se ha marchado, me ha dejado un triste vacío en mi corazón será por egoísmo, pero me gustaría cambiar mi lugar por ella. Será por no sentir esté triste vacío que me inunda toda mi alma.

      Ángeles del infierno, venir demonios enmascarados, volar, traerme de vuelta a las tres de la madrugada a mi querida chica. Hago el cambio por ella ahora, ahora que me siento sentado en una butaca de la habitación. ¿En dónde debo de firmar para que así se cumpla?

Noche es la noche, el amor verdadero mueve los desvelos. Quién no ha pasado una noche en vela por el amor de su vida, si no ha sido así es que no siente ni ama y andáis equivocados si yo voy a consentir que esto cambie a peor. Yo, Lucifer, le contesto y le digo y le dirijo hacia la felicidad….

      Yo no lo sé, pero que lo sepas que me hago la señal de que yo me cambiaré por ella. Los mártires asisten a la velada los mártires mueren por su fe, pero en verdad no hay razón alguna por la que morir. Siendo un mártir…. pero si este es tu deseo, que así sea. Abre la ventana para que yo, Lucifer, entre e intercambie las almas una por otra, y como si fuese una canción de blues, los hago intercambiar a ella por él, lo que necesitará es el corazón. Hay algo que es superior a mí, no sé cómo llevarlo, no sé cómo puedo tentarlo para que cambie de cuerpo o como si fuese una brisa que entra por la ventana, yo el día de hoy está hecho un pacto con el diablo.

Yo le dije que fuera por cambiarme por ella, qué le voy a hacer todo aquello en qué es imposible nacer y vivir, eso, pero yo no me lo creo, yo quiero creer, no creo solo en lo que quiero que es mi verdad. No es porque sea portador de la verdad absoluta sino porque si soy portador de la esperanza, esto idea vida. Yo sé que en algún lugar de este mundo, yo seguiré en un lugar del Universo. Todo que os dije de mi mujer, si puede ser ella misma y puedo cambiarme por ella es cierto. Truenos y rayos quisiera lo que ocurra, me siento sonámbulo, solo siento cómo me desvanezco en el aire y eso plantó a ella otra vez en la vida. Rápido vienen aquellos de bata blanca, ¡bravo!, qué bien a aquellos a los que les debemos a veces la vida, vienen corriendo. No es posible que sea real lo que está ocurriendo, me meto dentro antes de que lleguen a ver  mi cuerpo ahí tumbado en el suelo, desvanecido, desvanecido de la oscuridad. Empieza dentro de mi corazón y el huésped ha cambiado de cuerpo, ¿quién sería el huésped, que quiere?, que dominaba a mi mujer.

El que esta mujer, yo por ella me he cambiado porque no tengo miedo a la muerte ya  que solamente es un cambio y yo sé que ella me lo agradecerá siempre. Ya que decir, más joven que yo, siempre tendrá más ganas de vivir es de suponer. En ese nadie y así todo para ella qué más puedo pedir que cumplir mi sueño, ya depende de ver pasar los días pasando soles y dos noches. Yo ya no soy el mismo, mi corazón late poco a poco y el de ella, ¡ay!, el de ella, envía que yo no muera. Yo sé que quieren que reencarnado en alguien, ¿pero en quién?, para hacer saber este es el pacto que tengo hecho y que será cumplido por crecer no solo porque me lo merezca sino porque sé que esto es así. Se ven nubes negras en el cielo o seré yo que estoy viajando y hacia la oscuridad, a saber. Mi corazón ha dejado de latir, el huésped lo ocupa, pero mi alma, mi alma le pertenece a mi mujer. Por ella he dado la vida y todo, absolutamente todo. Ahora quedo a merced de lo que desee Lucifer.

Solo pido antes de marcharme, cantarle o dedicarle una canción, solo una canción no es, es la canción que nos unía y nos hacía cruzar las miradas. Porque yo siempre seguiré amándola, aunque fuéramos de forma liberal, el amor y la complicidad está llena de pactos. Si los quieres cumplir, todo se puede conseguir, yo ya navego por el Universo infinito en busca de mi nuevo hogar, aunque por mucho que me digan siempre me quedaré con ella, como el último suspiro que di. A ella me acerqué y a ella besé en los labios, cerrando como un sello lacrado nuestro compromiso. Solo deseo que viva, aunque seguramente le inundará la melancolía y la nostalgia de aquellas noches en la gran ciudad. Da igual, yo seguiré amándote.

 

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