viernes, 22 de enero de 2021

 

LA TRAMONTANA

Como una rosa de los vientos, hago esta girar a mi antojo. Ahora son los hombres, ahora son las mujeres lo que más deseo. A unos por tener ciertos privilegios a la hora de hablar, de las mujeres quién sabe quizás. Solo quiero ser del mundo y que este me trate bien, solo deseo ello y camino por las ramblas de Barcelona en busca de ciertas cosas, por ciertos motivos. Quién sabe lo que me encontraré, todo es un suponer, ya que nada más lejos de la realidad todo está mezclado como el agua, solo hay que echarle un poco de azúcar para que la vida sea un poco más dulce. Ya puedes rezar, ya puedes orar a quién quieras que lo que tenga de ser, será.

Soy obrero de la construcción y mi nombre da igual decirlo o no, por ahora prefiero permanecer el anonimato, como la vida misma me mantiene. No suelo escribir sobre mi ciudad favorita, no suelo decir lo que yo llevo a amar esta ciudad, cosmopolita y urbana. Todo es tanto, tanto es el tiempo que llevo sin pisar ni el campo ni el bosque, que me rasco el brazo y saco cemento y hormigón de él. Tanto tiempo estoy dando vueltas que me dan las tantas. Así que me voy a casa, un piso en la calle Balmes de alquiler, que es dónde hago verdaderamente vida y me siento a gusto. Tardo un rato en llegar, el rato que me lleva el paseo cansino del caminar tranquilo. Tomando el Sol estaba y es que sus rayos luminosos me sientan mejor que cualquier copa, no tengo prisa, tardo un tiempo en llegar. Es de casi una hora de camino, ya que he sido de ir a caminar despacio, me gusta observar a la gente, que con sus prisas solo van a su propia destrucción. El correr y consumir, es lo que la mente, el alma les lleva a seguir el ritmo de cualquier ciudad. Me propongo subir un día de estos al Tibidabo, solo por subir, no por entrar en el parque de atracciones, no, solo por ver todo el panorama de la ciudad al borde de la orilla del mar y ver como la vista se me pierde a lo lejos.

Abro la puerta y entro en mi casa, en mi lugar de protección, en mi zona de confort, no me lo pienso dos veces y quitándome la ropa en mitad del pasillo, ya estoy dentro de la ducha. Dejo caer el agua caliente, cierro los ojos y pienso que estoy debajo de una cascada, rodeado de verde por todos los lados. Solo, en este momento, me da por imaginar cierto relato imaginario.

“Yo sólo sé qué camino por el río sin mojarme los pies, ando por la orilla sin apoyar las manos ni en las piedras  ni en los troncos cercanos de los árboles, me fruto los ojos y miro al cielo. ¿Qué será de todo ello, aquello que me domina y me supera a mí?, canaliza su gran poder haciéndome imaginar cierto texto. Será posible que haya un ser superior un ser de tal respeto que ni yo puedo negarme a ello, todo es posible en esta vida, hasta ser zurdo, diestro o siniestro. En fin todo es así, el que diga que no, no está diciendo la verdad, todo es así, pura energía. Esa qué tanto nos sale por la mente, esa que tanto que quién sabe realmente si lo que llegamos a hacer está bien hecho.”

Cierro la ducha y cogiendo una toalla, me seco desde la cabeza a los pies. Pero en un momento de duda, en un segundo de incertidumbre, pienso, llevándome la toalla otra vez a la cabeza y hablo o mejor dicho, grito en voz alta, mientras me la vuelvo a secar, como si quisiera sacarme algo de esta, me froto como si tuviese alguna mancha o algo agarrado como una garrapata.

      Tú, si tú qué crees que me dominas tú, si tú qué te crees que te canalizas, me crees que no lo sé, todo puede quedar en agua de borrajas sí es mi deseo.

Miro el espejo empañado del lavabo y paso la mano para ver mejor. Sin poder evitarlo salen palabras de mi boca, más bien balbuceo con voz grave.

      Bien no sabes lo que dices, tú simple mortal bien no sabes tú, eres parte del Universo y el Universo lo soy yo si lo quisiera te dejaría dominar el mundo pero no, no puede ser, soy yo el más grande.

Tiro la toalla al suelo y haciéndole la señal con el dedo, salgo del lavabo al mismo tiempo que digo al aire.

      Eso es lo que te crees tú, alzo la mano en post de la libertad, en el libre albedrío qué debemos navegar.

Ya fuera de la ducha, expulsado como quién dice, coloco una vela imaginaria, escucho a un susurro que surge del viento. Todo es como es nada más, es cierto no salgo de la sala y ello me lleva a divagar y a reflexionar todo es como es. Nada más es cierto que los diferentes planos que se abren delante de nuestro sexto sentido, ese, ese que tiene tantos puntos y tantas estrellas. Ahora sí, con un simple bolígrafo y una simple libreta, escribo y escribo.

“La melancolía me inunda, me llena de estupor, no sabes lo que soy realmente. Una simple alma, un siempre yo que no fallará nunca a su propio criterio,  todo por ser como soy, ahora no camino por la calle.”

Con las manos en los bolsillos, paseo cansino en torno la sala, cigarrillo en boca, me cuesta tirar para arriba como la vida misma. Todo es un suponer, todos los que intuyo son de verdad, no quiero realmente separarme de ello. No son y que sería de mí sin ti, ¿sería libertad o sería fracaso de todo aquello por lo que he luchado?, nunca se sabe realmente la verdad. Sólo cuando el cuerpo perece, sólo cuando nuestra mente se libera lo es. Cuando aprendemos de la verdad del Universo, este se sincera, todo depende de lo qué depende. Como a nosotros que dependemos de un hilo, no, ese no es hoy telefónico, no porque simplemente cuando rasgas la cortina transparente, ves realmente lo que hay después como un suspiro. Pensé yo, que es el descargar todas las fuerzas de la energía y deberá ser el cuerpo, pero en fin eso era a lo mejor otra historia. Ahora simplemente me dejo llevar por la música y nada más qué más da lo que escuche, si la energía se canaliza entra dentro de mí.

He perdido mi religión, he perdido mi fe y mi esperanza. ¿Qué será de mí?, ahora no, no sé realmente, necesito saber y si lo supiera no diría nada, me lo callaría, me lo guardaría es lo más profundo de mis entrañas, qué más da lo que soy o dejó de ser. Como todas las cosas sigo navegando en mis dudas, dudas e incertidumbres qué sería de mí si uno  pensara y sé de mí, sí navegara al son del sonido de una flauta, había mejor acabado  siendo uno más del redil. Todo eso es una ilusión, pero no se pierde la esperanza, ¿al igual, quienes pierden la esperanza de que salga el sol cada mañana?

Sigo paseando por mi casa ya de madrugada del día siguiente es sábado y no debo de madrugar así que la prisa debe de esperar.  Vuelvo a mirarme al espejo y ahora soy yo el que habla a un niño que se me refleja.

      Hola niño, ¿qué haces por aquí solo, quién está contigo?, ¿porque no estás en tu casa con tus padres?

Son altas horas de la noche ya y lo veo corretear como si nada, como si fuera de día y los demás estuvieran ausentes. Se asusta al verme y sale corriendo, pero no le doy más importancia y dejo de mirar al espejo y tomando asiento, me pongo a escribir.

“Entre los mares de Orión, en las líneas de Pegaso se cruzaron a nuestro paso un sinfín de guerreros, un sin fin de luchadores valientes con ellos, ellos y para ellos escribo este relato. ¿Quieres que sea para cerrar un trato de tratos, de esos que se hacen con la Oscuridad?, oscuridad no hay sólo hay en lo que veis o vuestra mente,  mente inteligente es  capaz de discernir y es capaz me formar una imagen, ya que ellas dicen valen mucho más que diez mil palabras, aunque yo con ello no estoy de acuerdo, ya que como escritor que soy, creo que la expresión escrita es lo mejor. Ya que es capaz de manifestar en palabras y en letras, todo aquello que la imagen no puede decir a simple vista.”

Hola, no tengas miedo, no os asustéis, escuchar atentos todo aquello que como un susurro entra dentro de nosotros mismos. Ese día de aquello que me sobresaltó o de la vida misma me resultó cercano, las sombras de la noche no nos tentarían a acompañarlas, sombras son sombras y estas son vigiladas por el centinela. Tienes, puedo decir y digo que no es que sea la verdadera verdad, aunque yo humildemente no soy portador de ella. Que como un juego de cartas a veces es la vida, ¿cómo un juego de cartas, quién no se ha echado un farol de vez en cuando? Las sombras me inundan dentro de mí, me hacen canalizar energía negativa, para qué ellas, no en mi familia sino dentro de mí, siga escribiendo.

“Ya es por la tarde del domingo, un fin de semana diferente pensando en un mañana que ya está cercano, que sea de nosotros la bondad y la alegría, que lo qué hacemos sea veces bonito. Nos creamos alrededor nuestro una utopía, pero en fin, como digo muchas veces todo ello es otra historia.”

Me gustaría tener más amigos, me gustaría ser más conocido, porque realmente hay personas que no me valoran, pero en fin sigo haciendo lo que puedo. Me siguen escribiendo las sombras a luz de una vela, para que le sirva de faro a todo aquel que se quiera acercar y se canalice dentro de mí amor.

A veces me inunda la tristeza pensando en solo que todo acaba aquí, que en renacer en otra vida no es posible, hay algo. Hay algo que intuyo, qué me dice dentro de mí que estoy equivocado, pero la esperanza es lo último que se pierde y que siempre arde la llama de la amistad y del libre albedrío. Qué más da si eres camionero o bombero, los dos saben conducir de manera profesional y tienen su dedicación propia. Todo aquello que creemos se puede hacer realidad, sólo lo debemos de despertar. Que tarde en reaccionar qué más da, lo que quiero hacer es ser un búho por la noche y un halcón durante el día, todo lo demás es relativo y eso me hace pensar qué futuro nos espera ya que este siempre está en movimiento.

“Te amo, te quiero me lo digo a mí mismo, se lo digo a mi propia alma, ya que es lo único que poseo desde mi nacimiento, qué más da lo que piensen los demás. Si quieres vivir solo o en comunidad, nada me hará cambiar, yo seré como soy, pero además sé de alguien que nunca cambiará.

Todo es relativo, todo se mueve cómo lo hace el mismo planeta que gira y gira alrededor del Sol, por ello mismo yo me salgo evoluciono en línea recta, para no seguir soñando y no despertar dentro del sueño. Se acabó ya el fin de semana y con ello el descanso del obrero,  qué más da no solamente sé qué me quiero.”

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