sábado, 14 de octubre de 2017

                                                     Retales de vidas afortunadas.

Camino solo por la carretera, los coches pasan rozando el arcén. Pero no tengo miedo, me considero una persona afortunada. ¿Quién sabe hasta dónde me llevará la carretera? Solo, paseo sin rumbo, ¿quién se marca un destino?, solo los que tienen ilusión por la vida. Yo camino solo porque no hay querer, no hay querer ni amor. El camino es sin rumbo fijo. Veo pasar los coches y pienso, ellos si tienen destino. Tienen el abrigo de sus familias, tienen el abrigo de una mujer que espera.

Alguien vestido de “cruzado”, le susurra al oído…
        
               -- Ven, acércate, no tengas miedo. Abrázame y muéstrate tal como eres. Por una vez en tu vida, sé puro y transparente. Ya no estás en el mundo de los vivos, aquí si quieres puedes alcanzar las estrellas

Como si me faltase gasolina, hago un descanso. No llevo agua, no llevo pañuelo para secarme el sudor. Un sudor provocado por un sol, que sin descanso, se alza en lo más alto.

Destello de Luz, oscuridad perpetua de la noche, un eclipse provocado por aquella que se burla…
      
                         --   La que domina no te digo cual es, ya lo descubrirás tu solo. Sol y luna, blanco y negro. Todo es igual, como también el bien y el mal. ¡Qué más da!, ven, acércate y descubrirás un mundo que parecía un sueño. Solo tú, solo tú puedes verlo. Solo tú, al estar a mi lado podrás divisar el verdadero horizonte. Hasta donde alcanza el Sol y hasta dónde se esconde la Luna, todo pertenece al mundo que conocemos. ¿Pero más allá, que hay? Muchas son las preguntas y solo el que tiene la marca, te puede responder.

Los coches no paran, yo tampoco quiero que me recoja nadie. Ya estoy acostumbrado a caminar solo y caminar sin mediar palabra. Dicen que siempre que haces una ruta, encuentras compañeros de viaje. Yo no quiero, yo, solo camino solo. ¿A dónde me llevará la carretera si no me acuerdo ni adonde empecé?, voy a saber cuál es mi destino, un destino que me lleva  por un camino asfaltado y lleno de circulación. Como si fuese de andar por un árido desierto sin agua me encuentro, veo un oasis, veo un paraíso. Pero solo es un espejismo, ya que solo veo una silueta gris.
        
                 --- No tiene el poder de la verdad absoluta, nadie lo tiene. Ni el que dicen “todopoderoso”. Muchos se preguntarán si existe de verdad, yo no lo sé. A saber. Lo que si es cierto es que existe la luz y la oscuridad, el calor y el frío eterno. Solo necesitas que te guie un poco y te demuestre que lo que digo es cierto.

¿Cuándo llegará la noche, cuando haré un parón en el camino, dónde me hospedaré? No tengo mucho dinero y no sé dónde hay algún albergue. Albergue para aquellos solitarios, que caminan solos. Solos, sin ningún tipo de compañía. Para qué queremos compañía si somos caminantes sin rumbo, para qué queremos compañía si no tenemos nada que ofrecer, solo el llanto en el amanecer.

Cansado de andar, cansino es el caminar solitario y se tumba y se duerme en el arcén, haciendo oídos sordos a aquellos coches que circulan en sentido de un destino o de un lugar de encuentro. En este rato sueña que conversa con un halcón o al menos eso parece que es…
     
                           ---   ¿Cuál es tu verdadero nombre? El mío…..lo saben muchos y muchos son los que tengo. ¿Cómo te llamaban en el mundo que conoces? Dímelo al oído, que solo yo lo sepa. Hay mares, al igual que hay desiertos. Hay árboles altos, al igual que hay almas puras. Tú puedes ser una de ellas, demuéstramelo  para que pueda confiar en ti.

Como en shock entra y despierta, entonces se da cuenta que como una paloma blanca vuela, llevando el mensaje…
      
                                  --    Ya sé de dónde vienes, solo quiero saber cómo eres. Muéstrate tal como piensas y no como te han conocido.  Eres sincero o eres un hipócrita, eres bueno o eres malvado. Todo depende de cómo eres, así entrarás o no en la luz o en la oscuridad.

Lágrimas de sal, para el viajante. Lágrimas de sal, para el caminante. Siempre hay una dicha en el camino, solo falta darse cuenta y aprovecharla. Quién sabe si en el camino sin rumbo, hay una rumba que nos hará bailar el baile de la vida. Quién sabe sin el camino escuchará las trompetas de la libertad, una libertad que se goza mejor en compañía.
        
                --   ¿Tienes frío? Eso es la conciencia, es nuestro verdadero verdugo. A nuestra conciencia  no se le puede engañar. Si has sido justo, esta te perdonará. Si has sido cruel te  convertirás en una sombra. Solo los justos entran en la luz y solo los justos entran en la oscuridad. No lo entiendes y tienes frío. ¿Nadie te abraza, nadie te ha querido nunca? Pues ven para acá que aquí serás bien recibido y serás acogido. Aquí no nos quedamos solos, solos en la oscuridad.

Es de día, el cálido Sol surge y solo hace sombra a aquellos edificios altos que sobresalen. Camino por la calle, sin miedo, estoy a las puertas de mi bonita ciudad. No tengo nada que perder, no tengo porque esconderme. Hay quienes lloran al vivir aquí, yo no. Si hace frío me abrigo, si hace calor me baño en las playas de mi ciudad. Esa ciudad, que es mi albergue, que es mi casa. En la que no me falta de nada y donde río todas las noches, al lado de una fogata.
       
                             --- Déjame de mirarme, te estoy viendo a través de los rayos telescópicos. Déjame de mirarme, me estoy cansando de tu acoso visual. Haz lo que quieras, pero lárgate ya. Me tienes harto. Déjame de mirarme, eres pesado. ¿No tienes nada mejor que hacer, no tienes que barrer?  Barre la basura que eres, me tienes harto. Te tienes que sentir infeliz, ¿no sabes que para saber que te vas a morir, primero tienes que aprender a vivir? No se puede ir por los sitios, como si fueras el sheriff de la ciudad. ¿Dónde te has dejado la estrella?, la estrella de colgao, no vales para nada. Márchate y vive en otra parte, porque aquí solo vivo yo. Lárgate y mira para otro lado, porque a mí me tienes frito.

Muchos temen llegar a esta situación, porqué llorar. Solo nos queda reír, ya que aquí no se queda ni el gato. Todo lo que construyas quedará en el olvido, porque por mucho que queramos, solo quedaremos en el recuerdo de algunos. Las fotos se lanzarán a la basura, como si nuestra vida no hubiera existido.
      
                                            --  ¿No te cansas,  porque no dejas de mirarme, que eres fan mío o soy tu ídolo, no tendrás un póster con una foto mía? A lo mejor me idolatras, pero yo no quiero saber nada de ti. No progresas, no maduras. No ves más lejos de ti y a mí me tienes en tu punto de mira. ¿Qué quieres, dinero? No tengo ni un duro, lárgate y déjame en paz.

Se acerca un tren, está al lado de la estación y nadie se percata de su presencia. Una presencia anónima y solitaria, con la única compañía de un perro. Camina despacio, no tiene prisa. Las prisas son para aquellos, que son esclavos del tiempo. Un tiempo, para ganar más dinero. Dinero que se va y que si no lo tienes, no te acuerdas de él.

Las noches de juerga han pasado a la historia y no tomaré ninguna copa contigo, con que márchate. Yo busco otro sentido a la vida, déjame en paz. No te cansas de salir cada mañana, de solo mirarme a mí.
        
                       -- Te he dicho que te he visto con mis rayos telescópicos y no eres de metal. Eres como todos, de carne y hueso, pero de carne podrida y de huesos entumecidos por la humedad y el alcohol. Si pudiera te echaba una cerilla para que ardieras en el infierno, olvídame que eres tóxico. No quemes mi sangre ni la hagas arder, que bastante tengo con la vida que me ha tocado vivir. Eres pesado, a ver si te marchas ya y me dejas dormir en paz.

No quiero pensar que por la mañana voy a tener tu mirada fija. Menos mal, que no hablas mucho. Porque si no recordaría tu voz. Menos mal que mañana será diferente, menos mal que me dejarás en paz.

No deja de mirarlo todo, de observarnos. Quien es el que nos controla a cada paso. A quien pertenece el ojo eléctrico. Todo lo ve, todo está dentro de su radio de acción. ¿Qué es?  Un tercer ojo o simplemente uno que tiene vista de lince y todo lo alcanza.

Solo me dan una barra de pan, en una panadería  y el café en un albergue. El resto es buscarse la vida, pero soy muy feliz. Porque no tengo miedo, de perder lo que nunca he tenido. Ni tengo miedo, ya que la vida es un suspiro. En un suspiro nos conciben y en un suspiro nos vamos. Que vamos a hacer, así es la vida. Por ese motivo, no hay que tener miedo. Si te sientes solo, solo tienes que ir a una estación y te sentirás acompañado por la gente que va y viene. A veces me pregunto, que se siente siendo uno observado. ¿Es que nos guía de alguna forma?  Quién sabe, solo se sabe que existe y es el ojo eléctrico. Porqué su nombre cuando no utiliza energía eléctrica o es que es como todos, pura energía. Solo divago y solo pienso en que no para de mirarnos. Como ojos que atraviesan las paredes sin dejarnos algún rincón de intimidad.
       
                      ---  Madura, que ya es hora. Nada tiene valor ni nada tiene precio. Solo tu propia vida, como tu propia alma. Tiene el valor y el respeto, que tú quieras darle. Aquí estamos, temiendo por algo que no tiene tanto valor. Todo lo construido o conseguido, se puede esfumar como el humo de un cigarrillo. No pierdas el tiempo y vive, sal a la calle. Sal a la calle, vive y disfruta. Toca la guitarra y canta si sabes, escribe para que quede plasmado en un papel o en internet. Que todo el mundo conozca tus inquietudes, que eso si tiene un alto valor y te tiene que llenar de orgullo. Vive y disfruta, no te sientas solo.

No hay derecho a que nos observe ni nos mire de esta manera. Habría que buscar su fuente de energía, si es que la tiene y destruirla. Es solo un ojo eléctrico, el que todo lo ve. Pero quien procesa tal información o solo lo hace por pura diversión. A saber, yo solo soy el que escribe, no soy nadie relevante, ni nadie importante. Solo soy el que escribe.
     
                                    ---     Yo el dinero me lo jugué, porque lo desprecio. Desprecio que las cosas materiales, tengan más valor que el respeto entre las personas. Lloro, pero me siento consolado a la vez. Por el pasar de la gente cada día. Yo el dinero me lo bebí y lo disfruté. Ahora abstemio, solo bebo café y cuando amablemente me lo ofrecen. No pido ni para la bebida ni para el juego, eso es cosa del pasado. Pasado de mi juventud, que una vez disfrutada ha llegado la hora de madurar y analizar lo vivido y lo que viviré el resto del tiempo que me quede en este mundo. Para mí, el reloj se ha parado en la mitad del tiempo. Tiempo que pienso disfrutar, con los pequeños placeres, ya que no dispongo de dinero para más. Y para qué, para fumarlo o esfumarlo. Por eso escribo desde la puerta de la estación, en un ir y venir de la gente. Que no vive, prisionera del dinero.
       
                    ---   ¡Ojo eléctrico dónde estás! Yo te buscaré para destruirte. No me gusta que me observen de esta manera y con esta desfachatez. Te crees superior con tu mirada, si es que la tienes. Yo dudo de que seas algo o persona. Solo serás un ojo que no procesa la información, si es así, no deberé preocuparme. Porque solo serás eso, un ojo eléctrico.

Para muchos, una vida así es una condena. Para muchos, el tener posesiones es indispensable, para ser feliz. No piensan en ser ricos, como personas. No piensan en el calor humano y sentir el abrazo honesto de un ser humano. Yo tengo muchos abrazos y todos son verdaderos. Yo tengo algún que otro beso sincero y doy  todo mi amor, por ello. Si llueve, me refugio. Si hace sol, me descubro ante él. Solo, en el frío de la mañana, solo, esbozaré una sonrisa y después al anochecer, me refugiaré en unos periódicos. No paso frío, no paso hambre. Solo siento, el no poder decir un “hasta mañana” a una persona querida. Pero tengo muchos compañeros, a los cuales les deseo lo mejor y a ellos les digo un “hasta luego”. No sé lo que es la soledad, solo me siento pobre de bolsillo no de espíritu. De eso soy rico y sumamente feliz y cuando se acercan fechas señaladas y veo que la gente se acerca al prójimo, me da un vuelco el corazón. Porque para mí, siempre son esos días mágicos, que para la gente corriente, solamente dura un par de semanas.

Cuando muera, vendrán muchos a despedirse de mí. Todos iguales que yo, vendrán con sus mejores ropas. Que no serán otras que las de cada día. Un cada día, que no cambia. Soy libre ya, con que cuando muera, ya no me hará falta guía. Un guía que me lleve hacia esa luz de la que tanto se habla y que la gente necesita, para sentirse libre, yo no la necesito. Espero que tarde en llegar, soy sumamente feliz y veo que se ha parado el tiempo en la estación de la felicidad perpetua y no me encontraré nunca solo, entre cuatro paredes de hormigón. Solo cuando fallezca, en la oscuridad, entre las estrellas me buscarán cuando quieran hablar conmigo.



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