martes, 29 de marzo de 2016


                                               ¿Quieres ser mi amigo?

Busco dentro de una cajita azul, un amigo con quien jugar. Busco y rebusco y solo encuentro piedras, que lo único que hacen es impedirme andar. Yo no quiero andar, yo quiero volar. Por ese motivo busco y rebusco a esa alma, a ese amigo en quien confiar. Busco y rebusco y me vienen aires de libertad, pero es una libertad mezclada con la soledad y la melancolía. Algo que no quiero, porque no quiero sollozar al recordar viejos tiempos. Tiempos que ya no volverán, como tampoco lo harán aquellas personas que me hicieron sentir gozoso dentro de mí.
Busco dentro de una cajita azul y encuentro al final un perrito, un perrito que me ladra y juega que juega, moviendo el rabo de lado a lado. Ello me hace feliz y me conformo con él. Sigo queriendo tener un amigo, con el quien conversar. Pero de mientras y por los años de los años, jugaré y cuidaré del perrito que estaba en lo más fondo de la cajita azul. Cuantas piedras me he tenido que encontrar dentro de ella, hasta llegar al final a donde estaba este pequeño animal. Animal sí, pero con más sentido y sentimientos que muchas personas, que por remordimiento meten en la cajita piedras. Piedras que algunas hacen sangrar el alma, llegando a hacer sollozar unos ojos. Unos ojos que no quieren ver en nada, lo que nada se nos pueden hacer privar. Por ello y porque quiero, me quedo con el perrito. Con él daré largos paseos, paseos y le hablaré, le hablaré y muchos me tomarán por loco. Da igual, al menos él me tomará por un amigo y eso, eso es lo que seré. No ningún dueño ni ningún amo, solo un amigo.

Ando y ando en círculos por la calle, la gente me dice "loco" y yo solo quiero que me dejen ser quien quiero ser. Ya no es un juego de niños y no pueden tenerme entretenido en cosas, en cosas que ni me dan vida ni me interesan y yo sigo andando en círculos. Sigo caminando con el miedo a torcerme un tobillo, "seré cobarde" o "seré valiente". Lo que es seguro es que mi mente sigue pensando, mientras sigo sentado en el sofá.
Ando y ando en círculos por la calle. Nadie me da una oportunidad y yo la pido a gritos, a gritos como si fuese un volcán en erupción me encuentro. Solo que no es lava lo que expulso, solo mi voz como un trueno. Un trueno de alguna nube quizás. Ya no sé lo que digo, solo escribo y escribo, pero como un "loco" sigo escribiendo. Sigo escribiendo porque nada más me divierte.

Sería muy fácil, desaparecer. Sería muy fácil, evadirme y pensar que yo solo existo. Que no hay nadie más en este mundo y que escribo hasta que me lo prohíban o me excluyan de un grupo. De un grupo que no sé si me leen, pero yo les sigo escribiendo, como el que escribe cartas sin apuntar dirección alguna.
Sería muy fácil dejarlo todo, dejarlo y ver hasta donde llego. A lo mejor acabo mis días solo, solo pero sin saber si he sido valiente o cobarde. Después de todo, no sé si merece la pena saberlo. Un pájaro no sabe si sabe volar hasta que se lanza al aire, pues uno tiene que hacerlo de la misma forma. No estar conforme y dar todo lo que da de sí, por el simple hecho de saber que está vivo.

Qué razón tienen los que se reúnen con los de su condición. Yo que haría en una sala de aviadores si me da miedo volar. Para eso tengo que buscarme salas donde se reúnan los que sean como yo. Ni más ni menos, la historia se repite y uno no para de darse con los dientes en el suelo. Qué más da lo que piense, si mis vibraciones no componen la misma música que aquellos que me rodean o piensan que me tengo que marchar. Yo sé cuál es mi sitio, otros no saben ni que están vivos. Tengo narices y dignidad, que no es lo mismo que tener vanidad. Aunque reconozca que de vez en cuando peco de ella, pero me considero una persona valiente. Pero a la vez me reconozco que soy una persona reservada.
Qué más da, si sale la Luna o sale el Sol. Si el día está nublado, nublado para aquellos que tienen algún tipo de trastorno mental. Ese soy yo, el de la izquierda ¿No me ves? Pues mira que se me ve claro y nítida la imagen y como me aburro, escribo y escribo sin ton ni son, pero seguro habrá quien me lea y es cierto, me siento nervioso y ansioso. Pero no solo por la vuelta y la aventura, pero todo queda así. De forma reservada, ya he os he comentado lo de la cajita azul y es que no hay que esconderse de nada ni de nadie, porque para vivir un poco hay que sentirse vivo y para ello, hay que estar un poco "loco".

Relata y relata, mientras te ata. Te ata, te cose la boca y te pone grilletes en los tobillos, quien será ese mal nacido. Quien será el que osa hacer cualquier cosa, con tal de tenerte atado. Quien será capaz, de como un pájaro en una jaula, tenerte de demostración. Si al menos supiese cantar, pero si por ello fuera, tendría que hacerlo debajo del agua, porque me parece que los peces no tienen oídos.
Solo relato y ahora no tengo nada más que un rato para un trato, ¿un trato con quién? A saber.
Algunos dicen que es con el mismísimo diablo, pero otros no creen en él. Yo no es que crea en él, es que yo soy él. Con el mismo que conversas, está en la oscuridad y en la rebeldía.

Porqué nacer y porqué morir, cuando te puedo ofrecer el ser inmortal. Cuando te puedo ofrecer los que otros con dinero no pueden comprar. ¿Estaré loco o será solo un relato? Que cada uno juzgue como quiera este escrito, que yo pito por que no acabe la partida. La partida de la vida, no quiero volver a empezar. Quiero continuar y aprender, aprender y vivir. Vivir un sin fin de situaciones, si la dichosa enfermedad me deja. Esa enfermedad que no es otra que las ganas de vivir.
Por eso mismo, si lo deseas. Solo tienes que llamarme en tus sueños y yo acudiré y te hablaré, te hablaré y te despertaré mientras duermes. Para que veas que es verdad, que la vida continúa. Que todo no son carnes y huesos, que sois algo más, algo que reluce en la oscuridad. En la oscuridad y en el vacío como un cable incandescente.

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