viernes, 29 de noviembre de 2019


                                                          Rompiendo fronteras

Me viene bien a ver contar una historia, que me puede pasar a mí, que le puede haber pasado a alguien o a dónde quién sabe a quién le puede estar pasando ahora mismo. Para algunos, si os parece correcto, a ritmo de blues os voy a contar cierta odisea. Todo es relativo, todo depende de la vibración de la música y ésta me parece de buenaventura escribirla. ¿Será usted?, usted va a llevar a su casa la locura de aquel que puede estar de lo más tranquilo. Es posible de que así sea, yo me encuentro en la mía, en casa escribiendo este relato, para que vosotros sentados o de pie, en el metro o en casa, ya sea en la ducha o en un banco de algún parque cercano, lean y relean todo aquello que bien os venga.

No entiendo según qué cosas, no entiendo la historia que me quieres contar, no entiendo lo que me quieres decir, pero bueno ya lo sabré algún día.

Pantalones rotos, gordos zapatos de flamenco, destrozados de tanto caminar por la vida. Intento ser en mi vida algo o alguien, aunque esto signifique ser o estar en un verdadero infierno, infierno que no es nada, solamente un mar de lamentos o al menos eso dicen. ¿Quién hace de verdad lo correcto, tú?, tú todavía estás en este mundo. No sé lo que viene después, qué más da, ya que yacen ahí, otros platos para fregar. ¿Qué relativo es todo, eh?, qué pocas ganas tengo de ponerme. No quiero, solo se me ocurre mandarte a ti que te pongas a fregar los platos.

Agredir a alguien en este mundo, ¿dónde está el otro, en qué planos se puede esperar?, yo me siento extraña. Qué más da que diga, qué más da si está terminada. Sigue el dolor en Carmen, todo es causalidad, el repiqueo de las campanas en la noche, la luna ausente…

¿Qué sale de dejar a Ana?, él vuelve de mañana, qué más da que diga o lo que haga. Platos de fregado  en fregado, eso separa ahora la inteligencia de ser menos capaz, según dicen. Refrescando, a ver si pueden enseñarte algo, pero todo lo bonito es para que te diga. ¡Uy!, qué encima va a venir a verme a mí, que estoy sola completamente sola, la verdad, en mi casa no tengo muchas visitas. ¡La luna!, si se atreviera a venir, pues no sé si sería recibida con gozo y alegría.

Esta vida es muy cruel, solo el subsistir a algunos ya les vale,  sobre todo prima como en todo la selva negra, defiéndete o sino ya te comerán viva. Enciéndete otra vela, en el mismo infierno caerás, decide tú si eres capaz, las dos sois capaces de hacer o deshacer pensamientos de una extraña. Tú, extraño que piensas, ya te dan por las reflexiones, divaga y crea que crea. ¿Que creo en este mundo si yo soy soltera, pero vivo en pareja?, en la vida ni creo ni he creado nada, solamente escribo por escribir. Qué más da lo que diga, sí, lo he dicho antes de qué color me envía su energía que no es otra cosa que lo que ves.

Juan Alberto, regresa de su particular recorrido por las calles de la ciudad, no sabe cómo lo hace, pero siempre vuelve con más dinero de que con el que se ha marchado. No se sabe si por trápala o por ser trilero, si haciendo trampas o siendo un As en el juego. Solo desea una cosa al llegar a casa, solo desea lo que desea y ella no se lo permite.

                 Eres una simple friegaplatos, es que no te das cuenta todavía, día tras día no dejas de ser una friega platos.  Entonces de comer… te acepté cenar, pero no dejas de ser tú mi friegaplatos, no es que lo diga yo, es que lo ha dicho todo el mundo. Eres así, porque eres una triste alma, eres así porque todo el mundo te maniobra, no tienes las suficientes narices de dejarlo, estás haciendo tiempo para crear otra historia, para hacer otro cuento o relato, qué más da. Qué más da lo que veas o lo que digas, serás siempre,  friegaplatos.

Sola y atrapada se siente, teme sus llegadas y pasa el tiempo de forma pausada y lenta, hasta que cerrando la puerta se marcha a la habitación. Se siente culpable, se siente en desventaja hacia cierto individuo que tan bien se siente. Se hecha su largo sueño, ella lo mira mientras duerme, a veces y solo a veces le vienen a la cabeza ideas retorcidas. Pero se siente tan atada, que piensa que sus alas ya no tienen fuerzas para volar. Así y así, dando círculos en el comedor, en una de estas lo ve en pie, despierto en el umbral del comedor. No dice nada al principio, pero pasados dos minutos se enciende un pitillo y le dice…

                 Ahora me voy al cine a ver una película, luego escribe la tuya porque te conozco y sé que así lo harás, esta noche quiero que lo friegues todo. Zapatos limpios con betún, al mediodía, ¿te acordarás?, los calamares los fríes tú y todo por igual yo. Hoy me voy al cine, mañana no sé lo que haré, pero lo que no voy a hacer es un plato más, porque no me da la gana, ¿entiendes? Como en un hotel quiero estar, explicado de otra forma, ya sabes que puedo ser muy celoso. Aunque a veces pasemos del corazón al sexo en unas pispas se puede hacer. Qué es que puedo enviar a cualquier persona al garete, pero a ti, a ti te amo, te quiero mucho. Me queda muy poca paciencia, nervioso estoy y haz lo que te digo, ¿entiendes?  No hay otra vuelta de hoja, todo depende de cuánto es, si suena desde el lado bueno.

Hartándose de reír, a carcajada limpia, le acaba por decir…

                 Yo manejo a la gente, manejo influir sobre las personas, soy maestro de los títeres, llevo las cuentas de todo el mundo. Me divierte matar, me atrae, me descoloca en mis sentidos. Tengo tal ansia del gran poder, que tengo que parar, que si no se me va de las manos. De los fritos no sabes, de dónde eres tú ya sabes hasta dónde puedes llegar. ¡No!, tú sabes a dónde puedes ir, tampoco de aquí no te muevas porque lo digo yo. Me he traído yo lo que hace falta, ya basta, gastáis como nunca, te lo digo yo. Me voy al espectáculo, a ver sí, yo solito. Deja a Ana, además ni que sea como una perrita, yo me valgo yo por mí mismo, no por mí solo y ella, cuando vuelva quiero ver la casa limpia, quiero yo, no es que sea mi madre, no sé, se ve esposa. Es que es la mujer que tengo en casa, ya puede ser mi hermana, mi prima,  mi tía, mi abuela. Da igual, ¡qué más da!,  yo soy así y así seré por los tiempos de los tiempos. Nunca perderé, es triste pero cierto, que os alegre para mí mismo. Porque me siento fuerte atacando a los débiles,  me siento fuerte haciendo saber a los demás que soy yo el que manda. Qué más da lo que os que diga,  qué más da lo que haga, soy yo el poderoso. Soy el más grande que puede haber en la tierra, además que yo solamente yo “Vaporcita”, yo solamente soy yo el que hace mover el mundo.

Cierra la puerta, siguiendo la “charla” por la escalera…

                 Viajo, viajo a menudo, sí cierto es viajo a menudo. Pero qué más da lo que haga, que me has estado haciendo, que vida yo sigo viendo, mi ritmo de mi música es esa que me hace moverme. Arquitecto soy, olvida si tú, friegaplatos y ya está, ¡cállate ya la boca! Quién te crees que eres tú, para mandarme, quién te crees que eres tú para decirme lo que debo de hacer yo. Yo soy yo, ya sé que solo yo llevo los pantalones en esta casa, tú.

No se lo piensa dos veces, cierra la puerta dejando la llave atravesada. Se vuelve a sentir segura, no sabe por cuánto tiempo ni que hará cuando vuelva de su “excursión”.

                 ¡No!, tú qué sabes que soy yo. Si soy tu mujer o no soy tu mujer, si soy tu madre o no soy tu madre, si soy tu abuela no sé. ¡Tu abuela!, ¿qué parentesco tengo yo contigo?

Se siente como si tocara con la cabeza el techo, le hierve la sangre y por una vez, por una sola vez, piensa para ella misma. No hace maleta alguna, no huye ni se marcha, luchará hasta que él se vaya y pueda volver a abrir la ventana y respirar el aire de la libertad.

“Me rebelo contra ti, me rebelo contra el opresor, ¿quién eres tú para decirme quién soy yo?, simplemente elijo, simplemente déjalo todo, que en serio y todo no sé con lo que tú dices que soy una friegaplatos, nada más. No es nada malo fregar platos, es un trabajo como otro cualquiera, pero yo me descargo más en la tierra, yo sé que lo sabes tú o sea estoy tú que soy yo. Porque yo ando, camino por la calle con la cabeza baja, no por mí ni por ti, sino por la sociedad. Como aguanta no sé, cómo estáis a lo mejor en lo cierto, deseo fregar platos. Tendré que dejarte a ti, lo dejaré todo, que yo llegaré a la última. Fotos de marionetas, choque de bayonetas qué más da, soy yo. Solamente deseo ser yo y mi nombre, mi nombre es Carmen, ánimo que no tiene nada que ver antes de que al fin de la que me tengo que defender y esa soy yo nada más que yo, eso estoy yo”.

Nubes negras, negras como tizones amenaza tormenta, sigue paseando por la avenida con unas miradas, más que perdidas. No encuentra el Norte de la tierra en esta ciudad que le haga vibrar dentro de sí, no sabe  lo que le espera en casa, aunque pueda tumbarse debajo del sol, solamente podrá ver lo qué es la lluvia a través de la ventana, eso se ve deprisa, pero bueno ese no es la bestia en todo, te guste o no, así que rompe las barreras. Para empezar las barreras, hay que luchar y decir la verdad, es una mujer, mi madre y mi hermana, igual si fuera mi tía, mi cuñada, qué más da. Qué más da, yo no sé qué es, que es de verdad solamente ser odiado en esta vida. He vivido y estudiado y he fumado y todo para que ahora nada, a sentirme ahora solo.

Que realmente es lo que busco en esta vida, a veces me pregunto, ¿te llevo a casa, te casarías conmigo? Mi mentalidad, es que yo digo que solamente el ruido completamente salva. Me estaba viendo ida, me estoy  llevando hacia tres lugares el pensamiento humano, que no creía que puede llegar a ser verdad. Lo cierto es que sin ti es como todo, es decir adiós al mundo cruel. No quiero llegar a ese extremo, seguiré  luchando, te estoy viendo entrar por la puerta y te digo cosas que no te quería decir, porque todo depende con quién vivas. Solo algo que tener en cuenta, solo algo en que rendir cuentas a mí misma, sea eso cierto y nada más que cierto. Para convivir, no hay que gastarse en la otra persona, también para poder vivir la gente tú eres tu propio servidor de las cosas. Qué más da cómo tienes la pared, golpéame, que mi cerebro sea el compartir en la arena agujeros en el agua. Total, no llega el vaso a dónde está el límite, depende de qué depende, todo depende ser yo y si soy capaz o no. Sola y en paz quiero vivir conmigo, solo escuchó que hablaba con otra persona, de cómo eres conmigo y con quién habló o quizás quién sale o no todo dependerá que de repente no me hagáis mucho caso. Así, pero tampoco he llamado a nadie, no hace falta de lo contrario, simplemente cuando no aguanto más me voy a la cama y a dormir. Nunca más estaré de volver a ir a pasear. ¿Qué dices?, con llegando sola, una persona, las nubes amenazantes, me refugio rápidamente en la habitación desnuda de mi casa, esa qué es mía aunque sea helada, quién sabe, a saber vivo solo.

Escribe una carta de amor, amor, ¡ay amor!, que es amor sino es el cariño sexual, en la atracción hacía la otra persona.

                 Que te parece si nos enfrentamos por interés, quién lo sabe de camino por la calle con las manos en los bolsillos.

“Que todavía no me lo pregunto, pero acertada es, ya no sirve con ninguna joven que es un adulto maduro  y todavía pienso y te pienso que te iba a llegar la reflexión. No es normal, creo que eres así, ya estoy mejor o no lector. Está lo que pensé que iba a estar lo que diga, chiste de quedar en una rebeldía o en una muerte cercana,  esa, esa que nos llega a todos. Pero en fin todo depende de qué depende, ya me cuentas que el Sol es por la mañana de este día que está levitando. Quizás de acuerdo le dejará, qué más da, no me voy a poner a rezar, porque no creo en ningún Dios, me voy a orar en nadie, porque no tengo a nadie a que rezar, en qué pensar. Pero si es mi mujer, si es mi abuela y mi tía, si es mi madre y mi hermana qué más da. Es una mujer, me voy a la cama sin fregar en la cocina, todo manga por hombro, me enojo, me enfado”.

Llega y dice las cosas, le digo que no puede ser, que esto creo que esto no lleva ningún buen camino. Solamente me responde de manera alta y clara, que estoy aquí para fregar los platos y ya está, no me desea para nada más.

Pienso, sin saber cómo ha entrado en mil cosas, cosas que se entrecruzan y acaban formando estas frases…

“No serás perdonado en esta vida, te digo que la vida tiene una eternidad, como sea posible o sea algo que me concierne, que yo desee y pueda hacerlo, tú no vivirás más en esta vida ni en la próxima, si existe. Serás  un ajusticiado sin derecho a nada, a estar en la calle peor que estas personas pobres que no han tenido la justicia social que deben de tener. Tú porque maltratas a la gente, te verás cómo te verás, porque no te queda más remedio, si hubieras subido peldaños intentando llegar a la meta y traerte cruces, te hubieras caído del cruce de bruces con todo aquello que tú no quieres, pues todo, todo no es de buen saber camino saberlo”.


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