sábado, 29 de diciembre de 2018

                                                  Alma desarmada

Como alma nocturna, esta zarandea la noche. Como alma perdida, no encuentra su sitio. Y es que cada uno, cada Ser, cada alma desea ser poseída por alguien superior. ¿Qué será de mí, qué será de él?, cumbres nevadas, cimas de las montañas escarpadas vigilan desde el exterior, todo aquello que nos alberga en el interior. Y es qué, ¡qué más da!, somos simples mortales, o quién sabe.

Busco una chica sin compromisos, que no quiera comprometerse. Solo amar, solo deseo carnal hasta el amanecer. Solo desnudos los dos, a la luz de la luna. Quiero amarte, pero por solo una noche. Dame placer y yo te daré deseo. Una copa, un sorbo y un beso hasta que el Sol, abra el día. Dame esta noche, lo que busco toda la vida. Déjame que te haga mía y te prometo alejarme de ti mañana.

Solo se sabe que se nace y se muere, sea rico o pobre, eso es lo que tiene uno  predestinado. Algunos nacen entre algodones, otros nacen con un pan bajo el brazo, pero los menos afortunados, nacen con la valentía, de tener que luchar cada día en la jungla urbana. Un roquero de las avenidas de la Gran Ciudad, es el que apoyando la suela de su zapato en la farola, enciende un pitillo al mismo tiempo que mira alrededor, observa y piensa  en como adueñarse de un alma joven. Necesita poco para ser feliz, solo alguna muchacha que desee un poco de acción.

Pasa el rato, pasan las horas y el día empieza a despertar, ha llegado la hora de dormir. Como pescador que recoge las redes se siente y sin pesca ninguna se marcha para casa.

                               ALGUNOS VIVEN – OTROS MUEREN

La negritud envuelve todo regalo de luz, la oscuridad se adueña de todo lo puro y lo vuelve impuro, turbio quizás, pero no malvado. Todo es razonable, nada es caótico, todo sigue un camino en columna de a uno. Como un desfile militar, caminan todos aquellos apenados y orgullosos, solo se van con el alma, dejan atrás un triste y viejo cuerpo. Como si fuesen a cambiar de ciudad, cambian de lugar.

Como si fuesen a ser enviados a un lugar mejor, sonríen y cantan alegres.

Solo quiero amarte, solo quiero desearte. Déjame y te volveré loca. Soy el amante perfecto, solo tienes que confiar en mí. Te deseo y serás mía. Te deseo y seremos uno, en el lecho del amor y del deseo carnal. Déjame amarte y solo serás por una noche, la Reina de las reinas. Serás una diosa del deseo en mis brazos. Como quieres que te lo diga, como quieres que te lo escriba. Solo serán besos, besos y caricias. Hasta que te haga mía y me adentre en toda tu alma. Sin plantar semilla te haré brotar y como una abeja en flor te haré la cópula. Solo tú, solo yo. Sabremos esto. Lo llevaremos en secreto, un secreto que será a voces. A voces silenciosas, pero a la vez y por una sola noche, serán escuchadas por toda la ciudad.
                             
                                        ALGUNOS VIVEN –  OTROS MUEREN

Sombras, solo sombras en el atardecer sombrío de un día de invierno.  ¿A quién le importa, a quién le interesa lo que sucede en una avenida de la Gran Ciudad?

A mí. Se escucha dentro de mi cabeza, será una voz lejana o serán voces producidas por el cansancio y stress.

Un abuelito con su perro pasea, son las seis de la mañana. Pasea, camina, anda a paso lento. El perro, también mayor, no tira de su amo, sabe que no le sobran las fuerzas.

No me des la vara, yo vengo a rodearte, yo vengo a envolverte con mi energía. Eres mío, solo mío y de nadie más. Quién puede ser capaz de llamar a mi puerta y esperar que le abra, para que me robe mi alma. No es Satán, no es Belcebú, no es Lucifer, ellos me camelarían, ellos me intentarían atraer de alguna forma, tienen clase.

Sombras, solo sombras de baja energía que quieren apoderarse de la mía. Ello les haría calcular por cien o por mil, su propia luz. Esa que es tan baja, esa que es tan vaga, que no asciende ni un metro del suelo. Me veo rodeado, me veo que circulan por alrededor de mis pies. Son como pequeños peces, esperando picar a su presa. Yo no les dejo, yo les cierro la puerta, pero despacio, con cautela no vaya a ser que se den cuenta.

Dime tu nombre y yo no te diré el mío. Yo seré tu galán anónimo, como romancero vendré y te amaré y pondré velas y otras tenderé para que sople el viento. Un viento que será del sur, un viento que será del norte. De donde eres tú, que me tienes prendado, prendado por una sola noche. Yo no busco compromisos, ¿y tú?. dime que buscas lo mismo y disfrutemos de la oscuridad a la luz de una vela que nos dé calor. Calor en el amargor del día y calor en la oscuridad de la noche.

Mujeres, es una voz femenina la que viene. Es la misma de Lucifer transformado en hembra o quién es. Tiene don, tiene clase, no es una simple sombra al acecho. ¿Qué hacemos, que debo hacer?, su fragancia me embriaga y como si mi paso flotase, me dirijo a la calle, me dirijo a la noche de la Gran ciudad. Esa que nunca falla, esa que nunca falta, ¡qué más da!, si soy alcohólico o drogadicto, o simplemente mujeriego. Me dejo llevar por la única adicción de la que no me querría curar. Estaría todo el día, todo el santo día pecando una y otra vez. Con una, con dos o con tres, por separadas o a la vez. ¡Qué más da!, solo se vive una vez o al menos nadie ha vuelto a decir lo contrario.

Tú no me quieres como yo te quiero a ti.

A la luz de una farola espero, espero que tú me mires. Con solo una mirada me iría a dormir contento, pero no es así, tendría entonces toda la noche para soñar contigo. Salir juntos, sería un escándalo, escándalo al estar tú casada. Pero ¡qué más da!, pero no te dejo de querer, yo no te dejo salir de mi mente. Porque es como un runruneo que no lo puedo controlar. Mírame por favor, no hace falta que me saludes. Yo sé que sientes lo mismo por mí.

                            ALGUNOS VIVEN – OTROS MUEREN

Hoy estoy solo a la luz de una farola, enciendo un cigarro y espero, porque sé que acabaré a la luz de una vela. De una vela que hará de testigo de nuestro amor, amor prohibido, amor entre dos. No es nada malo, vente conmigo y te haré un campo de amapolas, para que cada día que despiertes veas el amanecer de colores. Yo te quiero sin condiciones y romperé tus ataduras. Yo romperé todo aquello que te ata a tu vida, a una vida sin amor y sin razón. Yo sigo amándote, yo sigo queriéndote. Yo no cambio y sigo aquí, a la luz de una farola. Fumando se pasa otra noche y yo velo tu ventana. Una ventana de una habitación con fortuna, para aquel que consuma por las noches. Una habitación de la que siento envidia, una habitación que tiene dueño, un dueño que ama a una mujer sin amor correspondido. Yo soy el que tenía que estar, yo soy el que tenía que ser dueño de la habitación.

Maldita sea mi suerte, mi deseo y mi corazón se desboca.

Si fuera dueño de tu destino, te pondría flores todas las mañanas al despertar. Si fuera dueño de tu destino, yo te besaría como si fuera la última mañana que te fuera a ver. Te amo, pero se hace de día y tengo que marchar a la rutina, una rutina que me mata sin tu amor. No tengo ánimo, no tengo ilusión sin tu amor.

Será mi secreto, seré cómplice si tú quieres. Será mi secreto y contigo compartiré mis besos y mis susurros al oído. Unos susurros que me llevan a caer como en el vacío sintiendo el vértigo del querer. Del ser correspondido, del ser más querido y amado y gritar en silencio nuestro amor.

Hasta mañana señora, hasta mañana amada mía. Mañana volveré a la misma esquina y a la misma farola. Para que su luz me ilumine y me dé aliento para seguir en esta sin razón. Porque el querer no tiene dueño y sí destino y si es caprichoso y hace que nos crucemos, Yo te prometo y te juro fidelidad eterna, aquí en la tierra como en el cielo, haciendo que la luz de la vela, haga de testigo de nuestra unión.

¿Quieres que yo te ame o solo que te consuele, quieres que sea tu amante o simplemente un amigo?  Para las dos cosas sirvo, pero hay una de ellas que se me da mejor que la otra. Yo te puedo consolar toda la vida, pero amarte.........  ¡ay!, amarte solo una noche. Pero que no olvidarás nunca, nunca soñaras con ser de nuevo amada si no es por mí. Tendrás muchos pretendientes, bonita eres un rato. Pero solo yo, me fijo de verdad en ti. En que sea solo por una noche, dime que sí. En que sea solo por una noche, déjame entrar en tu corazón. Para que pueda ver tu alma por dentro y llegar a él, como ladrón en la noche.
 
                           ALGUNOS VIVEN – OTROS MUEREN

Te robaré lo más preciado, pero no lo venderé. Me lo quedaré en grato recuerdo de la noche vivida. Solo tú, podrás reclamarme lo que te he robado y solo tú podrás reclamar tu derecho a ser amada por otro hombre. Yo arderé de celos, pero me consolaré yo solo. Porque ya te habré tenido, tenido en mi lecho. Un lecho de amor y deseo carnal. Solo busco, en libre albedrío. El deseo de tener una noche de fuego y arder dentro de la sábana de seda. Una seda, que envidiarán las demás damas. Porque dentro de ella, recogido como en una noche de frío. Solo estoy yo, esperándote a que entres en ella y nos tapemos con su fino tacto y tú sepas que todo lo que hago, lo hago por ti. Solo, yo solo te espero. Te espero y te deseo esta noche y seré tu amigo confidente toda la vida. Pero primero tengo que amarte, primero tengo que desearte. Para poder  al final comprenderte y saber realmente quien eres.

Porqué te has marchado, no me has dejado ni una sola nota. Al final, he sido yo el que se siente solo. Me he despertado y no te veo a mi lado. Solo la huella de tu figura se desdibuja en la sábana de seda. Dime porque te has marchado sin un adiós o un hasta luego. Yo quería ser tu amigo, yo solo quería desearte una vez.

Eso lo he conseguido, solo que me siento aturdido. Como resaca de una noche de copas, tengo la cabeza y como deshojado tengo el corazón por tu marcha. Dime que me recordarás, si es que te llega mi voz. Porque mi aliento, se ha quedado seco. Seco de llorar tu ida pero no vuelta. Recuérdame, recuérdame y yo seré feliz. Feliz con el recuerdo de la noche vivida.
   
                              ALGUNOS VIVEN – OTROS MUEREN

Como piratas de otra época, hemos luchado por un trofeo o un tesoro. Un tesoro bien escondido y que no ha sido fácil encontrar. Solo una noche de amor desenfrenado, puede hacer brillar el dorado de tu alma. Solo una noche y tú me la has robado. Se han intercambiado las tornas. Yo tenía que ser quien te robara el alma y has sido tú la que te has llevado mi tesoro, mi tesoro que es mi corazón. Espero verte pronto, no para desearte, sino como te dije para ser tu amigo y confidente. Espero poder darte un solo beso, un beso que denote nuestra amistad y deseo carnal. Una lucha de sexo compartido y de amor hasta la locura. Una locura que es tu alma y tu corazón.

El tuyo para siempre.


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