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Mostrando entradas de septiembre, 2018
                                                 Maldita seas tú que…. Una pala para hacer fosos, una pala para acabar con todo aquello que no ha sido de recibo. ¡Qué más da!, yo solo soy un hombre, un hombre que no soporta ni tolera ciertas cosas. Sería más fácil arrancarme los ojos y no verlo, pero entonces me quedaría a oscuras y me perdería lo que ocurre a mi alrededor. Todo depende de cómo se mire, todo es según el prisma que se utilice. Cavo y cavo, hago pequeñas montañas de arena a alrededor. Es curioso, hacer un foso, para ti mismo, un agujero del cuál no podré salir. – Suenan los tambores, suena la corneta de aquel que lleva el estandarte de un país llamado Centuria. Estandarte rojo, como el de la sangre derramada por jóvenes con ideales, jóvenes demasiado alocados y entusiastas. No hay mayor guerra, que aquella que cada día se libra una batalla en e...
                                             Una mujer llamada Dolores. Que no digan que no me acuerdo, que no digan que no lo tengo ni mucho menos en el pensamiento. Si ya a mi edad no busco querer y no quiero hacer un hombre de papel. Solo escribo este relato en su recuerdo, como si fuese ayer cuándo me puso el anillo en mi dedo. Desposándome y haciéndome suya, para siempre de todos los tiempos. Aquí dejo escrito sus palabras o parte de aquello que al final aconteció. – ¡Tú! Sí tú, al que llaman el Más Grande. Como es posible que no me ayudes, cuando te lo imploro y me machacas como a golpes de martillo cuando descanso. Dice ella, levantándose de la silla, apoyando las manos en la mesa y mirando al techo. David clava, David sierra y pule y pule la madera, como si de su propia vida se tratase. No hay nadie, huraño y solitario no contrata a ningún peón, por  no ...
                                                      Affair No es que lo diga yo, pero dicen los que lo dicen, que un hombre de familia. Un hombre hecho y derecho,  como dicen los que lo dicen.  Andaba por un maizal, rozando con las yemas de los dedos las mazorcas que brotaban a la luz del Sol. Correteaba su hijo pequeño, un niño de siete años llamado David. Corría y corría, su padre, el hombre de familia llamado Juan, le seguía con el oído su cantar. Un hombre de familia de 37 años que nunca había pensado, nunca se le había ocurrido el tener un affair.  Cuál sería su sorpresa, cuál no fue una descabellada idea, sino los signos de su corazón, que su amante iba a ser quién iba a ser. Todo empieza o todo acaba, según se mire un seis de junio de un año que más vale recordar o quedar en el olvido, según se mire y según se quiera saber o d...
                                                     El bosque del olvido amanecer. Sombría atardecer, ilusionante mañana, es la de aquel que se imagina un mundo como en un arco iris. Como será Carlos, como será este hombre, que un día y otro, intenta hacer lo que es imposible. En el amanecer boscoso del monte de Urano, se despierta con todo de proyectos e ilusiones, que luego, quedan arrugados y tirados en una papelera imaginaria. Todo son lágrimas al anochecer, que como chubasco nocturno, caen los planes imaginarios llevándolos a saco roto. Saco roto, que va perdiendo y perdiendo fuerza a medida que pasa la noche, una noche sin estrellas que iluminen el oscuro cielo del bosque. Todo sería diferente, todo sería más feliz, con la compañía de Silvia. Una chica, bueno, ya toda una mujer que se enfrenta a todas las habladurías, ya que él es veinte a...
                                           Vuelo al más acá. –                           -  Taxi, taxi. Dice en voz alta y clara a la salida de uno de los hoteles más céntricos de la capital española. Es un día tormentoso, el granizo es del tamaño de una piedra de unos cuatro centímetros. Un botones le tapa con un paraguas y le despide con un, “le deseo un buen viaje señor” Se sube y toma asiento en la parte trasera del coche, no le da ni una sola propina al empleado del hotel, pero eso no le preocupa, es su costumbre. –                             -  Al aeropuerto, gracias. Le dic...