viernes, 10 de febrero de 2017

                                              Que es el amor ciego.

¿Qué es el amor, cuando se está en plena discordia? ¿Hablo yo o habla él?  Quién sabe, a saber. Solo sé lo que escribo, porque el escribir lo hago yo, ahora ¿quién es el que me relata o dicta? ¿Será un alma inmortal? Desde que los tiempos son tiempos y se hace el amanecer cada mañana, se sabe lo que se sabe y eso significa que “nada”. A muchos, no solo a mí, les gustaría saber a ciencia cierta, lo que hay detrás de la cortina transparente. Ese gran telón que hace terminar nuestra función y nuestra obra quede en si según hemos procreado o no. Lástima, a lo mejor yo por ese motivo escribo, para que todo quede impreso. Impreso, como mi vida misma. Quién sabe si lo que relato, solo es una parte de alguna obra de teatro. ¿Pero a quién no le gustaría elegir el papel? Yo solo escribo, mientras la música se canaliza por mis sentidos.

¿Quién es el que atraviesa por las noches la Gran Ciudad? ¿Quién es el que perturba la calma, en las noches sin sueño? Será, ¿quién será el circula por la serenidad de la Oscuridad?, cómo un diablo plácido es él. ¿Quién es el guardián de la noche? El Centinela que hay apostado en el faro grande de la Luna, solo la noche lo sabe, solo el Sol lo ciega.

    -Yo no camino, yo no corro, todo porque no salgo del lodo, todo por ser cómo no se debe ser, libre y sin alas con las que poder volar. Todo depende de lo que se deba o se juegue, Y yo no he sido bueno ni en una cosa ni en otra. Todo es el todo y nada es lo que poseo.

Banderas verdes, banderas rojas, ¿con cuales nadar? Todo depende de la que se alce en lo alto.  ¡Ojo! 
No llegar a perturbar la noche oscura. ¡Ojo! Con llegar a hacer sombra a la Luna.

¿Cuánto quieres por tu alma? O para ti no tiene ningún valor.¿ Cuanto quieres o que quieres por un rato de ocio o favor? Dímelo al oído, que no lo sepa nadie. ¿Qué quieres? Yo sé lo que vale, vale una vida en la tierra y una eternidad en el infierno. ¿Qué es el infierno? Una zona caliente y llena de fuego o una zona helada que se congela hasta las entrañas, a saber. Ya estoy aquí, ya he venido y me presento. Suelo ser caballero y gentil, pero a la vez justiciero y me cobro todos los contratos que hago, Con que estar seguros de lo que firmáis, porque vale una eternidad en la más absoluta oscuridad. Oscuridad, como oscuro es mi corazón si es que lo tengo. Amarraos bien a las sillas, porque si es posible entablaré amistad con vosotros y os contaré los secretos mejor guardados de la zona oscura. Una zona oscura, llena de sombras y almas débiles de las que se nutre el mismísimo Satanás. Adelantaos y coged asiento y despertad de un letargo largo. Adelantaos y mostraros ante él, el Jefe Supremo que os hará encoger en un baile de las sombras. El baile de las sombras, un baile solo otorgado a aquellas almas que son  fáciles de detectar  y que leen hasta el final. Porque son curiosas y quieren saberlo todo, de aquello que se acontece. No sé cuándo será, si hoy o mañana o tal vez pasado. Me presentaré y os escribiré. No os asustéis y si puedo os haré estremecer. ¡Ojalá lo consiga!, para mí solo es un divertimento. ¿Para vosotros que es? Dicen por ahí, que tengo más vidas que un gato. ¿Será cierto o solo será un plan prediseñado para lanzarme a la Oscuridad Quién sabe, a saber. Lo único que sé, es que no pasamos la vida eligiendo, poniéndonos a prueba, ya sea en la disputa o ya sea en el amor. Ya sea en una discusión acalorada o en los secretos de cama. Quién sabe, solo que domine el libre albedrío y todo sea dentro de un marco de tolerancia y respeto. Yo solo deseo eso y quién viene y no se presenta, quizás solo lo haga por pura diversión.
     
     -¡Sed mi amigo! Quiero que ayudes a superar mi agonía. ¡Sed mi hermano! Juntos venceremos a nuestro mayor enemigo, ese sí, el que hay dentro de mí. ¡Abrázame!, déjame que siente el calor de la amistad. Lloro, no dejo de llorar, por el vacío que hay en mi interior. Sin nada que lo llene, sin nada que lo perturbe, hace que me sienta desconsolado. ¿No hay nadie que me escuche? Solo el viento hace de testigo de aquello que no se ve, no se ve ni se escucha. Es mi vacío interior, es el que no quiere sentirse partícipe de la vida.

No temas, estoy aquí a tu lado, te mando un abrazo y mi más sincera amistad. Te escribiré una carta, para que veas de puño y letra, que lo que digo, lo digo con mi más verdadero sentir.

Sombras, solo sombras veo resurgir desde el suelo. ¿Serán demonios? O quizás el mismísimo Lucifer que viene a buscarme con su cuadrilla de gárgolas. ¿Quién remará en el mar gélido de la Oscuridad? Luz, yo quiero ver luz. Solo eso y el libre albedrío, de aquello que se tolera y se respeta. Siento el abrazo del que se dice ser mi amigo, siento el calor, mucho calor. Pero no sé si me engaña o es verdadero. Sombras y solo sombras en la negritud de la noche, noche negra para ver la luz del amor y de la amistad. Esta se hace un hueco y destruye el vacío, destruye aquello que no es sincero. A veces y solo a veces lo que es malo es solo rebeldía y aquello que se dice ser bueno es solo sometimiento y servidumbre. ¡Ay! Aquella oveja que se descarríe, acabará sola, sola y vacía. Todo por tener pensamientos diferentes y además puros. Nadie puede vencer al vacío, si no es con la complicidad de aquellos que demuestran ser amigos. El tiempo nos cambia las expresiones de la cara, el niño hoy en día es un abuelo, tiene las cicatrices de la vida marcadas. Surcos, como una canción de vinilo, quedan ahondados por culpa de la aguja de la vida, esta que marca las sonrisas y las decepciones.

Chica guapa, valiente mujer, es la que se presta a serle fiel. ¿Quién marca el giradiscos de un gramófono? Solo, realmente solo, se siente aquel que se dice amigo de la bebida. Solo, realmente solo se siente el que en ella se cobija. No hay remedio, no hay quizás solución alguna. No hay remedio de que él su vida destruya. Solo hay la esperanza de que aquella que parece su amiga, se rebele antes de tiempo. Solo queda que él quede adormecido y  en un banco quede sin sentido. Tumbado a ras de cielo oscuro, que sus pies acaben sin zapatos y congelados, por el frío intenso del invierno. Los primeros copos caen en el ambiente, helado y sombrío es el mes de febrero y solo un cartón de vino barato le acompaña. Solo, como una araña ha ido tejiendo su red el alcohol, hasta que cae como una mosca. Sirviendo de alimento, para aquello que no tiene vida propia. Pinceladas  de cielo gris blanquecino, trazos de personas caminando por el paseo marítimo. Bancos vacíos por la intensa helada de la noche. Víctima de los años, víctima de aquella araña, que lo atrapa ajeno a los peligros que acechan su historia.

Diez, veinte años pasan y algo se mueve por dentro de él y no es precisamente su alma, esta está adormecida por el letargo de aquella que produce somnolencia. Quita el frío, quita las penas, pero el dolor con los años se acrecentaran y alguna enfermedad surgirá. Ya sea una pulmonía o algún tipo de cáncer, que hará de araña compañera y se lo comerá por dentro, recorrerá su interior, aniquilando todo aquello es vida. Minará toda la salud y vitalidad y no será por culpa del paso de los años. Tambores resuenan con un sonido tormentoso, lágrimas de sal como lluvia caen en cascada.

¡Despierta! Pero él sigue adormecido. ¡Despierta! Qué será, será si ella lo quiere rescatar. No es una araña, pero también le lanza su red, intenta pescarlo como si fuese un pez en peligro.

Solo desea de qué no sea ahogado en la barra de algún local. Solo quiere que la quiera y que sea el amor incondicional lo que lo salve. ¡Sujétate! Suena una voz, como si viniese de algún país lejano. No hay mejor bandera, que aquella que florece como un almendro.¡ Lánzate a la vida! Solo la Luna hace reflejo, para que esta le sirva de guía.

¡Quieres dejarle en paz! Este hombre, esta alma es mía y tú ni nadie podrá salvarle de su caída. Yo le concedo una copa más, por el simple hecho de que va a ser mío. No podrás convencerle, la red ya ha sido tejida y él, el que tiene nombre pero no se menciona, será mi fiel perro de presa. Una alma como la suya es la que buscaba, sí, será un perro. Pero no un perro cualquiera, será un guardián de la puerta. Le haré superar su cobardía para enfrentarse a la vida y le convertiré en un valiente animal.

Triste pero cierto, yo no lo dejo en paz y que elija por sí mismo. Verdad es, que solo busco su compañía. ¡Seré egoísta! , solo busco mi propia satisfacción y desahogo personal. Solo soy una mujer, una alma fémina que busca un hombre con quién compartir algo más que una simple copa, como puedo ser tan mezquina. Tú sí que sabes, lo volverás valiente y no acabará sus días como un cobarde. Será un buen perro, cierto y eso te lo debemos a ti. Yo pensaba que la Luz era lo más grande, que era el amor y la amistad entre aquellos que quieren ser hermanos. Pero me has despertado de mi error, ahora sé que es más grande el ser un alma con decisión y coraje.

Suena una guitarra acústica a lo lejos, una canción, un réquiem por alguien que fallece. La mujer en cuestión y el hombre en sí, se encuentran en un hospital. Ella de pie con los ojos sollozos y él, el que tiene nombre pero no se menciona, se encuentra tumbado, inmóvil en una camilla de la sala de urgencias. Mucho pensar y mucha soledad, ha marcado su vida, la que es de su propiedad. Ella, asustada y preocupada por dónde irá, le agarra la mano derecha con fuerza. El médico le ha dicho que no despertará ya jamás y que su cuerpo perecerá en un pequeño intervalo de tiempo. A dónde irá ahora, solo el estallido de una bombilla, alerta de la muerte. Solo eso y ella se siente aliviada, porque sabe que al final será un valiente y le manda un pensamiento y ese es el que la espere en el otro lado de la cortina transparente.

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