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Mostrando entradas de septiembre, 2016
                                         A saber… ¿Cuál es la realidad no ficticia del no saber, cuál es el destino que nos pertenece?, si no lo elegimos nosotros. ¿Cómo llegar a saber si no tenemos más inteligencia, el destino que nos aguarda? No sabemos nada, solo sabemos levantarnos cada mañana, primero con un pie y después con el otro. Cantan una canción en un coro, suenan las trompetas y los violines. No por nadie en especial, solo por ti, sí por ti que sé que me lees. ¿Serás tú el próximo en saber la verdadera verdad  o quizás será el que escribe o relata?  Ahora solo saber seguir un camino, ahora solo escucha el pasar a la gente por al lado de la ventana. Esta está abierta en par en par, se mezcla el aire frío con el aire caliente. Uno, que es él, tiene calor o más bien bochorno de la humedad que se cuela entre las carnes. Solo  desea saber,...
                                                  Destinos.                                       Morena de larga melena es ella, pero nadie, ninguna la puede igualar, es bella. Morena de larga melena, no es de salir mucho y se queda sola mirando por la ventana, mientras el aire le da en el rostro.  Se hace de notar, se hace de mirar, ella se lo creé. Pasan las horas, pasan los días. No saben su nombre, pero se dicen a ellos mismos “que la quieren para ellos”. Son dos muchachos que de escapada en escapada, intentan robarles el beso a más de una. Pero no saben y ni se quieren acordar, a cuantas les dañaron el corazón. A cuantas les hicieron impacto ...
                                               Tumbas ardientes Ellos siempre presentes, nunca se descomponen. Polvo no es al polvo, son aquellas que son elegidas y no vuelven a germinar, como un girasol en el barro. Ellos siempre presentes, nunca se les oye, ¿qué será ello? Quién sabe, a saber. La Luna no hace eclipse, pero se mantiene dentro del misterio, misterio en aquello que son tumbas ardientes. Estrellas iluminadas en el firmamento oscuro, que es el Universo. ¡Ese sí! Al que pertenecemos y no podemos mirar durante el día. Dicen algunos que todos ahí, tenemos nuestra nueva casa, nuestro nuevo mundo. Ese que no lo mueve la codicia y el dinero no existe ni tiene valor. Solo nuestra fuerza y energía es la que nos mueve y al no tener cuerpo, no tenemos sed y no tenemos hambre. Todos somos iguales,  el color de la piel no importa ya que carecemos de él....
                                                El coche de Javi. Conduce despacio, no tiene prisa, es domingo y ni tiene tampoco a donde ir. Solo escucha la música estridente, por los altavoces integrados en el salpicadero y conduce. Va lento, como si se hubiese sacado el carné  hace  dos días. Conduce, pero no aprieta las manos en el volante y conduce sin los nervios de a lo primero. Todavía se acuerda cuando le temblaban hasta los párpados de los ojos, cuando su  único y principal objetivo, era subir en su coche y que fuera a su lado, la chica más guapa del barrio. Todavía conserva el mismo, han pasado tres años y solo se han sentado en el auto, su madre y su hermano. Pero no pierde la esperanza y cuando pasa por al lado de la gasolinera de la carretera secundaria de la playa, no duda al ...
                                        ¿A dónde va señora? A galope, va montada a caballo. Al trote, va sentada de lado. Quién es tan alzada mujer, que no se detiene ni por nada ni por nadie. Será reina o duquesa, ¿pero de dónde? No hay casona ni castillo alrededor de hasta dónde alcanza la vista a uno. Salta, brinca, salvando los obstáculos del camino.  Pero, ¡ay! Mi señora no se descuide, que en estos territorios olvidados de la mano de Dios, se esconden lo peor de la humanidad. Aquellos que no dudan en clavarle una daga a uno, por dos perras gordas. ¿Porque no espera a que algún gentil caballero le acompañe? No para, solo quiere llegar lo antes posible. ¿Pero a dónde? A saber. Quien lo sabe a ciencia cierta, son unos años en los que superar la barrera de los 35 años, ya era motivo de alarde o sorpresa. La sigue, pero pararla no consigue. La llama a voz tan al...
                                               La karraka. Una vez yo volé muy lejos, solo una vez. Solo fueron algunos años, de los que me acuerdo a ráfagas. Tengo ciertas lagunas, debido a que solo era en mis sueños cuando yo vivía y yo alcanzaba el cielo. Solo era entre los árboles llenos de amapolas, cuando yo era feliz. Me posaba en ellos, como un pajarillo silvestre y cantaba una canción. No sé qué pasó, no sé qué sucedió, pero un día una gran tormenta me despertó y dejé de ser feliz, para enfrentarme a la cruda realidad. Ese bucle que solo te dice lo que tienes que hacer y solo te dice lo que tienes que decir, sin llegar a ser realmente del todo pleno. El río se llevó las amapolas y los árboles se quedaron sin hojas, debido al viento. Un viento que no se sabe a ciencia cierta, desde donde provenía. ...