Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2017
                                                    Cuento para difuntos Abro una carpeta descolorida y ojeo un cuento, un cuento que no es de hadas ni de princesas. Un  cuento que no es de dragones ni de cuevas que llevan a ningún abismo. Contemplo, observo los dibujos y sus colores. No son solo amarillos y azules, hay tantos, tantos que se puede traslucir un gran arco iris. Y no es porque llueva de manera fina, solo el Sol me entra por la ventana. La tengo abierta de par en par, hace un día estupendo claro de cielo azul. Entra el aire enrarecido de la fábrica de pinturas que hay a cien metros, todo es como un ambiente psicodélico y las nubes no las ve, pero amenazan con enturbiar más el mal día de Luis. Paranoia, esa es la frase que surca por muy claro que sea el día de cielo azul… Lágrimas y llantos, pero también un canto a la alegrí...
                                                              Quienes somos…. Hace tiempo, pero mucho tiempo, en un Sistema Solar, existía un pequeño planeta llamado La Tierra. Este giraba y giraba alrededor suyo y alrededor de una estrella llamada Sol. Como una niña pequeña, que se disfraza de princesa, giraba y giraba, mientras cantaba una dulce canción en su pequeña habitación. Esa habitación se llamaba Universo, en ese mundo existía una especie llamada “humanidad” y era el Ser viviente que dominaba sin piedad. Aplastaba por gusto a todo Ser vivo que no era deseado o domesticado, llegando incluso a llevarles a la propia extinción.  Dominaba por encima de cualquier animal o vida terrenal y se creía con el derecho de crear y de destruir a su antojo. Todo iba bien, todo funcionaba a base de crear un sistema llamado “soci...
                                                      Retales de vidas afortunadas. Camino solo por la carretera, los coches pasan rozando el arcén. Pero no tengo miedo, me considero una persona afortunada. ¿Quién sabe hasta dónde me llevará la carretera? Solo, paseo sin rumbo, ¿quién se marca un destino?, solo los que tienen ilusión por la vida. Yo camino solo porque no hay querer, no hay querer ni amor. El camino es sin rumbo fijo. Veo pasar los coches y pienso, ellos si tienen destino. Tienen el abrigo de sus familias, tienen el abrigo de una mujer que espera. Alguien vestido de “cruzado”, le susurra al oído… –                         -- Ven, acércate, no tengas miedo. Abrázame y muéstrate tal como eres. Por una vez en tu vida, sé puro y transparente. Ya no es...
                                               Mares infernales. Como un poder supremo me impregna, como si fuese una estrella de rock me siento y en algo totalmente desconocido me adentro, en el cielo de la oscuridad del Universo. Alumbro la noche con los faros de mi Ford, doy voz, doy lumbre a aquel que se desvía y lo enderezo, haciéndole seguir el camino de la perdición. Cuál será mi nombre, cuál será mi poder, ¡ese sí!, el de encarcelar y hacer enloquecer por medio del alcohol. Éxtasis de placer vivo, éxtasis me entra por la nariz y con ello, enloquezco. A 80 kilómetros por hora va mi coche, más rápido va mi cabeza y mi corazón. No soy dueño de él y mi mente está enturbiada por la bebida ajena, que me hace creer que soy un superhéroe. Solo me falta volar, aunque el cerebro parezca que ya lo haga, al no tener los pies en la tierra. ...