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Mostrando entradas de julio, 2015
Señor espejo, no me hagas seguir las lineas blancas de la muerte. Una muerte cerebral, debido a su dañino efecto que hace en mi cerebro. Espejo, no me engañes. Que esas lineas son traicioneras y no me llevarán a buen puerto. Que marinero se dejaría prestar a tal suicidio, yo no. No reflejes una imagen mía de alegría y esperanza, cuando en verdad es de tristeza y desesperación. Cuando esté perdido, te darás la vuelta y no querrás saber de mí. Cuando esté verdaderamente enganchado y perdido, no querrás reflejar mi imagen. Una imagen de un hombre sin esperanza y desconsolado. Que no encontrará refugio en su cabeza, para tal descanso. Que más da, dirías tú. Pero yo soy más fuerte de lo que parece y no lo probaré ni siquiera. Seguiré con mi mente aburrida, pero contenta. Estoy por tirarte al suelo, espejo no traes nada bueno. Hay casos, en los que la linea blanca entra como un suspiro. Pero como los campos de plantación, son cortados de raíz y tu mente se descoloca, llegando a no sabe...
Llueve a cántaros, la noche es oscura y fría. Yo me abrigo con una manta en el sofá, mientras que veo una película. Es de acción, bélica y como siempre se espera que ganen los “buenos”. Quienes son los “buenos” y quienes son los “malos”. Quien tiene más negro el corazón? Quien empuña primero un arma, con ansia de matar. Los postigos de la contraventana, golpean con fuerza y me levanto. Abro la ventana y el aire y el agua, me hacen correr deprisa a cerrarlo todo. No pienso en nadie ni en nada, solo vuelvo al sofá. Para terminar de ver la película, son las diez de la noche. Pero no hay prisa, es viernes y mañana toca día de descanso. Descanso, después de una semana larga. Escucho caer las bombas y los tiros, a través de los altavoces del televisor. Me arropo y me sitúo en posición fetal. No quiero ver más muerte, solo quiero que acabe este infierno. No sé porqué, solo es una película más. Pero yo me arropo, me abrigo con la manta y me coloco en posición fetal. Siguen cayendo las bom...
Dale al botón y apaga la luz, sopla la vela del barco hasta que nos lleve a buen puerto. Sopla la vela, dios del viento. Naveguemos por el mar de tinieblas, que es la vida. Caminemos por los senderos de la noche. Circulemos por las vías, como si fuesen nuestras propias venas. Arde la sangre, que albergamos en nuestro cuerpo. Quien sabe de donde procede, solo sabemos de que estamos vivos. Cinco minutos antes, cinco minutos después. Nos puede cambiar el destino de forma radical. Solo el Sol  y la Luna, hacen de testigos de nuestra lucha. Una lucha diaria, una lucha que no cesa. Como no sea para emprender el nuevo camino, después de la vida. Luchemos entonces, porque entonces aprenderemos que no todo es en vano y quizá, solo quizás alguien o alguno, se acuerde de nosotros y de nuestro paso por la vida. Solo el simple latido del corazón, nos esboza una ligera sonrisa. Que al vernos en el espejo, nos hace reír. Reír y creer en nosotros,  en nosotros mismos. En lo que podemos llega...
Rayo veloz es el que me acecha. Rayo veloz es el que me impacta, me impacta pero no me quema ni me destruye. Su energía eléctrica, se desvía desde los dedos de mis pies. Miro aquella chica, aquella chica inalcanzable. No por mi economía y estatus, sino porque según ella. Les gustan rápidos y lanzados. Yo le comento, que me ha alcanzado un rayo y que me siento pletórico de energía. Que venga a mis brazos y se lo demostraré. Hace caso omiso y me ignora, bueno, no es la primera. Han habido muchas que han tomado esa actitud. Yo no me he echo para atrás, inundo de energía el local y solo pienso en acercarme a ella, pero sin llegar al acoso. No duermo por las noches y por las mañanas, me encuentro solo y sin compañía. Que daría, por tener un rato de amor y roce con ella. Pero es inalcanzable, ella los desea, quizás más guapos. Yo no soy feo, pero no llego a superar sus espectativas y me rechaza una y otra vez. Me siento derrotado y me voy a la barra, la única rubia que me es fiel y me ent...