SERPIENTES ROJAS, SERPIENTES NEGRAS Lloro, lloro y lloro a lágrima viva y a llanto roto, todo por un desamor. Como puedo ser tan tonto, como puedo llegar a ser tan imbécil de no darme cuenta de las cosas. Por muy bella que sea su imagen, esta me destroza por dentro, esta me construye un castillo de naipes y esta, después lo sopla y lo derrumba juntando las dos manos alrededor de su boca. No puedo ser más infeliz, hay muchas, hay montones de mujeres, pero ella, ¡ay!, ella es la mujer de mis sueños. La que se me presenta todas las noches entre mis sábanas y viajo al otro plano con ella. Medio día no vivo y a medianoche me desfogo con ella en medio de la madrugada, cuando mi alma y la suya se encuentran donde los caminos se bifurcan. Entonces y solo entonces, me siento verdaderamente correspondido. Como si estuviese en mitad de la prime...
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Mostrando entradas de abril, 2020
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JUEGOS PARALELOS Somos unos campeones, somos los que somos, porque estamos fuera de secretos y tabús, qué más da lo que piensen los demás si uno se colma de felicidad. No intentamos seguir el juego de la vida, no intentamos ser lo que desean que seamos y somos nosotros mismos. Aunque las redes de los pescadores nos pescan y servimos de alimento, a la sociedad y al consumo. Somos de alguna manera, libres, libres de pensar y de actuar. Eso es al menos lo que se nos ve y lo que nos toca, cosa diferente es lo que se siente. Todo por querer engendrar y procrear, todo por querer ser familiar y monógamo. Hacemos todo lo posible por que así sea, pero hay algo dentro, algo oscuro que nos hace girar como gi...
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Esperanza, bonito nombre. Nieva, nieva mucho, los muñecos de nieve ya caminan solos por medio de la autopista y la temperatura sigue bajando, al menos es lo que creo yo o es la fiebre la que me domina y me hace no ser capaz de ser yo mismo y ver la realidad. Pasa la enfermera y mostrando una ligera tristeza, que intenta ocultar, apunta en la hoja los grados de mi cuerpo. Estoy que realmente me enciendo yo solo o es la sensación de querer fumarme un cigarrillo, creo que no pasaré de esta, me veo débil y sin fuerzas, tanto que sin darme cuenta pierdo el conocimiento. Como si estuviera en un gran hotel me siento, veo largas playas sin fin en el horizonte, oigo las olas irse y regresar a la orilla, yo camino descalzo por la blanca arena. Ya no veo la nieve, ahora veo el Sol, un astro que me calienta y me hace sentir el olor ...