En nombre de quién. Miro al cielo, miro al Sol, le desafío, le muestro que no me falta valor para ello. Qué más se puede desear, solo la mujer de la que siempre me enamoré hace antaño. Ahora no soy nada más que un hombre de cierta edad, al que la pasión le ha sido relevada por la prudencia, pero al mismo tiempo por el desasosiego. A mis años y despertar ahora como si fuese un recién nacido, me hace llorar y gritar alto, tan alto que se me debe de escuchar desde los más lejanos planetas. Muchos dicen, algunos hablan, de que cada uno de nosotros tenemos nuestro propio planeta o venimos de él hasta este. Quién sabe la verdadera verdad, la verdad absoluta. No sé si existe algún Ser supremo, no he tenido ocasión de conversar con él. Pero si es así, le ruego que me diga mi nombre, mi verdadero nombre, aquel que me haga renacer del olvido y seamos todos recor...
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Mostrando entradas de febrero, 2017
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Que es el amor ciego. ¿Qué es el amor, cuando se está en plena discordia? ¿Hablo yo o habla él? Quién sabe, a saber. Solo sé lo que escribo, porque el escribir lo hago yo, ahora ¿quién es el que me relata o dicta? ¿Será un alma inmortal? Desde que los tiempos son tiempos y se hace el amanecer cada mañana, se sabe lo que se sabe y eso significa que “nada”. A muchos, no solo a mí, les gustaría saber a ciencia cierta, lo que hay detrás de la cortina transparente. Ese gran telón que hace terminar nuestra función y nuestra obra quede en si según hemos procreado o no. Lástima, a lo mejor yo por ese motivo escribo, para que todo quede impreso. Impreso, como mi vida misma. Quién sabe si lo que relato, solo es una parte de alguna obra de teatro. ¿Pero a quién no le gustar...
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Tacones rubios. Chica rubia 90-60-90 es lo que soy, solo un cuerpo bonito en un mundo feo y egoísta. Nadie quiere ver más dentro de mí. Solo me ven pasearme y deslizarme por la barra que hay en el centro del escenario, solo eso. Y yo veo, veo y sigo viendo, un montón de hombres de mediana edad, sin mayor deseo que el de comerme con los ojos. No hay nadie que les espere, no hay nada en la nevera que les llene, solo tienen la bebida aguada de cierto local de una ciudad perdida. Que será de mí, que será cuando ya no sea tan joven, solo cumplo ahora los 27 y me veo sola, sola y sin destino ni futuro cercano. Sigo adelante y sigo en la barra, hasta que veo como el tiempo de mi turno se agota, dándome un descanso y me marcho a mi camerino. Llego a la puerta y esta está abierta, solo el salir del humo del tabaco delata qu...