Vísteme de negro. Luís, hombre de mediana de edad, soltero y truhan, ronda a cierta señorita. Quiere que sea una más de sus conquistas, pero se lo pone difícil y eso le hace más interesante el deseo de enamorar a tal cierta dama. No sueña, no levita, no divaga ni reflexiona. Pero le escribe cierta carta, para que como si fuese un trovador y esta le llegue a ella al corazón. “Vísteme de negro, no me lo digas más. Vísteme de negro, que voy a un evento oscuro de deseo. A un evento, a un festival fantasma, no sé a qué hora volveré, no sé si en verdad, sinceramente volveré a acercarme a ti. Todo depende del color de tu corazón, todo depende del aura que desprendas y si me quieres de verdad. Si no es así, no volveré, no volveré a insistir ...
Entradas
Mostrando entradas de abril, 2018
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Dame un poco de paranoia, por favor. Como puñales en el corazón, van pasando las horas y va pasando lentamente de bar en bar. No tiene familiares, no tiene amigos, solo su propia conciencia. Sí, esa misma a la que no deja de traicionar, no llora, solo lagrimea por su fatal desdicha. Las nueve marca su reloj, cuando decide volver a su casa, diciéndose “nunca más, que es hora de cambiar”. Pero el alcohol hace su efecto y sentándose en el bordillo de la acera, vomita y reflexiona. “Todo lo que hay en mi corazón es odio, como lo hago para expulsarlo, no, ¿una simple mujer cambiaría la cosa? No tengo padres, no tengo amigos, solo un asqueroso y rutinario trabajo de siete de la mañana a las tres de la tarde. Solo eso y encima debo sentirme agraciado, ya que co...