sábado, 11 de marzo de 2017

                                           Un puro desalmado.

Noche oscura, noche cerrada, son las estrellas que no se ven tumbado en el prado verde de cierto lugar, estas están vacías de luz y de amor. ¿Qué será de aquello, de que no se ve? ¿A dónde irán las almas que se marchan y de dónde vendrán aquellas que empiezan una nueva vida? Todo es temor, todo es pánico y cualquiera, incluso el que narra, está a punto de cogerse a un hierro ardiendo. No sé si se me quemará la palma de la mano, ya que tengo el corazón helado. Solo voy, solamente enciendo una vela, para que esta haga de faro en un mar de Tinieblas. De pronto y solo ahora, me llama y me pregunta, aquel que tiene mil nombres.
        
      -¿Cuánto quieres por tu alma? O para ti no tiene ningún valor. Cuanto quieres o que quieres por un rato de ocio o favor. Dímelo al oído, que no lo sepa nadie. ¿Qué quieres?  Yo sé lo que vale, vale una vida en la tierra y una eternidad en el infierno. ¿Qué es el infierno? Una zona caliente y llena de fuego o una zona helada que se congela hasta las entrañas, a saber. Ya estoy aquí, ya he venido y me presento.

Suele ser caballero y gentil, pero a la vez justiciero y se cobra todos los contratos que hace.  Con que estar seguros de lo que firmáis, porque vale una eternidad en la más absoluta oscuridad. Oscuridad, como oscuro es su corazón si es que lo tiene.
       
        -Amarraos bien a las sillas, porque si es posible entablaré amistad con vosotros y os contaré los secretos mejor guardados de la zona oscura. Una zona oscura, llena de sombras y almas débiles de las que se nutre el mismísimo Satanás. Adelantaos y coged asiento y despertad de un largo letargo. Adelantaos y mostraros ante él, el Jefe Supremo que os hará encoger en un baile de las sombras. El baile de las sombras, un baile solo otorgado a aquellas almas que son predecibles y que leen hasta el final. Porque son curiosas y quieren saberlo todo, de aquello que acontece.

No sabe cuándo será, si hoy o mañana o tal vez pasado. Se presentará y os escribirá, yo solo os advierto.
        
        -¿Estáis preparados para traspasar la puerta?, una puerta al otro mundo. Un mundo del cual, desconocemos su interior. ¿Estáis preparados para abrir la caja?, una caja llena de olvidos y recuerdos de un ayer, de un ayer que parece que fue hoy. Estamos en el presente, siempre pensando en el futuro. ¿Qué hay al otro lado? A saber. Solo los que ya están lo saben y la mayoría no vienen a contar su contenido. Solo unos pocos, los elegidos son capaces de comunicarse entre los dos mundos. Un mundo de amor y compasión, dicen que es la luz y un mundo de lujuria y corrupción,  dicen que es la Oscuridad. Blanco o negro, luz como el sol u oscuridad como la noche. ¿A dónde perteneces? Tú mismo reflexiona y decide. Todos pertenecemos a algún lado, ya sea aquí en la Tierra o en el Cielo. Quién sabe. Solo toca meditar y hacer lo que nos dicte la conciencia, ya que tú eres tu propio juez. No hay juez más inflexible e imparcial, que nuestra conciencia. Solo meditar y sabréis donde ir. Solo que esperemos que tarde en llegar ese día y nos dejen un poco más de aliento en este.

Soplo la vela y un humo denso y de color marrón, fluye entre el aire limpio.
        
         - Quien sabe lo que nos despierta por las mañanas, ya sea el despertador. Éste nos avisa y volvemos a nuestro estado normal. Pero…..y mientras yacemos en el cama, dormidos en un placer sueño. Es real o irreal, qué  más da. Lo que sabemos es que volvemos cada mañana. Reflexionar y llegareis a una conclusión. Quién sabe. A saber, donde estamos mientras dormimos esos instantes, que son horas. Horas, como toda la noche. Quién sabe si después se hace la noche perpetua y no despertamos jamás o quién sabe si ahora dormimos, para ser despertados con el último aliento de nuestra vida en este mundo.

Lanzas de fuego acechan desde el horizonte, nadie está a salvo. Estamos cerca y puede ser nuestra renovación.
       
      - ¿Quién quiere vender su alma al diablo? Todavía está a tiempo. Dentro de poco, no habrá marcha atrás. Dentro de poco, se hará la oscuridad. El sol se volverá negro y absorberá todo el sistema solar. ¿Quién es el Sol?, sino solo una estrella del Universo. ¿Quién es Lucifer? Solo un ángel caído, que llora por el destino de las personas. No es un ser tenebroso y frío, al menos con aquellos que merecen su hospitalidad. Que es el Sol en un Universo oscuro y frío.

Todos queréis ir hacia la luz, pues id. Ya mismo será el fin y todo será engullido. No dicen la fecha final, no dicen y callan por no alarmar. Pero por todos es sabido, que un día esa gran estrella dejará de iluminar y engullirá todo lo que esté a su alcance. Convirtiéndose en un oscuro y frío agujero negro.
        
        - ¿No os dais cuenta?, que tiene más fuerza la oscuridad y el frío eterno, que una sola estrella en el Universo. Entonces, que esperáis, ¿quién quiere vender su alma y disfrutar de los placeres terrenales? Todavía estáis a tiempo, no esperéis más. Vuestros deseos serán cumplidos y podréis decir en la otra vida, que habéis obrado bien. ¿Quién os negará el paso? Lucifer estará agradecido y os conducirá hacia donde no hace tanto frío y vuestra propia luz os guiará por el camino de la verdad.

No hay maldad ni tenebrosidad para aquellos que son buenos de corazón y solo desean disfrutar y no ser siervos de nadie. De ninguna luz ni de ningún ser que diga poseer la verdad.
       
       - Cuenta una historia que desde los tiempos que eran tiempos, la lucha entre el bien y la rebeldía es eterna. Así será hasta la llegada del que es. Será rey por méritos propios y no por sangre o por linaje. Acostumbrado a la pobreza, será humilde, acostumbrado a pasar frío, no arderá su sangre. Será entonces frío y templado, será el que dominará el mundo, lo dominará sin aplastar ni humillar. Implantándose el libre albedrío y las religiones caerán. Dios dejará de ser el que es, para convertirse en un padre huérfano, sin hijos. Porque no hay ningún semblante a su ser semejante.

Cadenas de acero, que dejan de ser arrastradas. Molinos de trigo, que los mueve solo el viento. Quizás y solo quizás, el acero y el viento se unirán, y romperán el yugo de la esclavitud, con la piedra pesada del molino del tiempo.

¿Quién levanta la espada de la libertad?, una libertad sin guerras ni destrucción. ¿Cómo será?, nadie lo sabe, pero ocurrirá, todas las religiones hablan de ello como el Mal, cuando es una simple rebeldía y el pueblo, cansado de seguir al que hace sufrir, se unirá en masa para seguir al que proclama la libertad y la igualdad entre el ser humano y por lo tanto las almas serán libres, libres de sufrir y servir al que dicen su padre, cuando en verdad es su amo.

Castillos de arena como castillos de naipes caerán y entonces la gente descubrirá la verdadera verdad y el verdadero sentido de la vida. La rebeldía no es maldad, solo es una opción. Romper las cadenas que atan a tu ser y ser libre, libre y volar, volar tan alto, como los pájaros de la Oscuridad es un deseo.

Las serpientes que nadan en el influjo de la luna, le pedirán al príncipe de las Tinieblas que les abra las puertas. Las puertas de la libertad, libertad espiritual para todos aquellos que se les acuse de rebeldía contra Dios.
        - 
         - ¿Qué sentido tiene el sufrir para después ser recompensado, qué sentido tiene, la vida en sí no es como un trabajo que después te será remunerado?

El mil nombres sigue atento y como un cometa ardiente regresa a la Tierra y dice y comenta.
      
          -   La vida se vive desde el primer llanto, todos lloramos y todos expiramos. Como energía nos transformamos en luz, una luz que según seas, será más intensa o más apagada, pero que resplandecerá en el reino de la Oscuridad. Todo ser bueno y bondadoso es bienvenido, mientras aquellos que solo relucen maldad, quedarán entre dos mundos para el resto de la eternidad.

Témpanos de hielo flotan sobe la cripta, témpanos de hielo emergen desde los muertos. Muertos de una batalla perdida y olvidada. Yacen inertes, a la espera de su oportunidad.

Témpanos de hielo emergen de la oscuridad, una oscuridad que hiela la sangre de cualquier ser. Conservándola a la espera de su hora, la hora de salir de la cripta y emerger como témpano de hielo que yace en la tierra.

No hay cruces, no hay recordatorios. Solo una cripta, que como si de una fosa común se tratase, yacen los cuerpos de aquellos soldados,  que a la orden del que tiene la marca. Esperan y esperan con suma paciencia. Paciencia, que algún día tendrá su premio y lucharán, lucharán por la libertad y el libre albedrío. Una fecha no concreta, que no se sabe. A saber. Solo se sabe que, aquel que tiene la marca ya está en la Tierra. Espera, espera y aprende, para el día que ya muerto, se eleve y se dirija después a las profundidades, para comandar un ejército no imaginable de numeroso, en el que solo las sombras, tendrán la oportunidad de redimirse y volver a formar parte del Cosmos. Un Cosmos que anhela una batalla entre las dos fuerzas. No son el bien y el mal, porque no se sabe con qué criterio se mira. Todo tiene su parte buena y su parte mala, pero no por ello se tiene que ser malvado. Solo aquello que no son de ellos, son malvados y no cuentan para la batalla. Las sombras, al tener conciencia y ser conscientes, serán perdonados  el día en que la Oscuridad se imponga.

El Sol observa atónito, el Sol observa incrédulo y no se cree que le vayan a presentar batalla. Se cree superior en mente y en número. ¿Pero quién sabe? A saber. Quien será el vencedor y quien será el vencido. Ni el que tiene la marca tiene la seguridad de ser ganador. Aunque valiente con su espada, conseguirá presentarle batalla al más grande. El Sol no intenta ningún movimiento, porque se ve ganador y entonces deja las piezas en el mismo tablero y no mueve ficha. Solo el puño de la libertad, hará caer y barrerá las piezas. ¿Con qué escoba?  No se sabe. Nadie tiene la verdad absoluta, nadie sabe con certeza lo que va acontecer, lo único que se sabe es que el que tiene la marca, ya está entre nosotros.
        
      - Guíñame un ojo y me tendrás a tus pies. Soy fiel y leal, aunque no soy siervo de nadie, soy un Ser libre. Me gustaría comprarte unas alas y poder volar, pero no quiero pagar con mi alma. Creo que es un precio demasiado alto por ello. Que opciones me das, dímelo al oído y te seré fiel y leal. ¿Quién manda más que tú? Yo no lo sé, dímelo. Yo solo soy un Ser Humano que quiere alcanzar las estrellas, en la oscuridad de la noche. Dime quien es el que manda y si lo eres tú, dime qué precio debo de pagar. No quiero paraísos terrenales ni tener más dinero que nadie, solo busco la paz y el libre albedrío, ¿es posible? Dímelo, susúrramelo y me lo pensaré detenidamente. Con la almohada en unos de mis sueños y te responderé dentro de  uno de ellos. Solo soy lo que soy. Sangre de mi sangre, materia de mi cuerpo. El alma está dentro de ello. No puedo gritar más fuerte ni escapar de la materia que me une al mundo. Solo mi deseo de alcanzar las estrellas, me hace levantar cada mañana. Una mañana más o una mañana menos, para alcanzar la tal ansiada libertad. Espero haber llegado con buena nota, el día de mi marcha y haber aprendido a lo que se viene aquí, que no solo es a vivir.

Descansa en posición fetal, tapado con una manta, por culpa de un frío repentino. Es un escalofrío que le hace estallar en un nervioso chasquido eléctrico. Un sonido estridente, me hace despertar de madrugada. ¿Qué es lo que pasa, qué es lo que me sobresalta? No es nada nuevo ni nada fuera de lo desconocido, con que me aventuro a seguir con mi sueño. Me adentro en el letargo de la noche y descanso, mientras hablo y dialogo contigo, todo por no estar solo. La soledad que me hace abrazar a la almohada y esta no tiene vida y no sabe de mí. Aunque me conoce mejor que nadie, en ella albergo todos mis pensamientos y conoce todas mis ideas. Al igual que tú, sabe lo que busco. Al igual que tú, mi abrazo es sincero. No sé ser hipócrita y lanzar después un ataque por sorpresa. Guárdame un espacio en el infinito Universo, que buscaré ahí mi lugar de verdadero descanso. Al menos, hasta que tenga que regresar. Espero que eso no suceda y sea este mi último viaje a la Tierra. No quiero volver a pasar por lo mismo. Todo por ser puro y transparente, me pasa las cosas. No se puede ir de cara, el golpe es demasiado fuerte. Me hace daño y me sangra el alma, pero no lloro porque no sé. No lloro, porque no soy del que es, si no tuyo para siempre. Aunque no siervo te seré fiel y cuando te necesite, también te llamaré.
       
       - Dímelo al oído y me lo pensaré. Hay mucho escrito sobre ti y me intriga conocerte, me hace pensar en lo rebelde. Yo desconozco tal hecho y solo conozco el sometimiento y el ser servil por el hombre, sobre aquello que no ve ni ha visto nunca.

¿Qué es la fe? Yo solo conozco la esperanza, la esperanza de que todo no acabe aquí. Que no sea agua pasada que no mueve molino y sea de experiencia lo vivido y por lo tanto reconocido en el otro plano.  De qué sirve tener conocimientos y levantar cimientos si como el agua de la orilla, lo arrastra hasta el fondo del mar. ¿Qué sentido tiene? Dímelo y dime cuanto me cuesta o cuanto debo de sudar, para conseguir unas alas. Unas alas que me lleven a alcanzar las estrellas. Esas que por derecho propio se han ganado un nombre. Cosa que tú, tienes miles y te llaman de muchas maneras. Yo no te nombro por ninguno, pero tú ya sabes el mío y sabrás reconocer mis actos, mis actos no de misericordia ni ser servil, pero sí de nobleza y semejanza y empatía….



sábado, 4 de marzo de 2017

                                          A la sombra del adiós.

Pasea por el parque, ¿qué parque? Yo no lo sé, a saber. El Sol está en lo más alto y hace de testigo de aquello que puede ser él, su misma sombra.  Esta no dice ni su nombre ni tampoco se lo puede sacar nadie de la cabeza. Anda, camina ligero, pero no corre, nadie le persigue, solo su conciencia. Esa misma que día tras día, le martillea la cabeza y le ahoga hasta la garganta, para que no pueda decir palabra. Solo su “no fe”, su “no esperanza” en ver cosas que con los ojos, a simple vista no se puede ver, le hace arrastrarse por el suelo, dibujando una silueta ennegrecida por el Saber y no por la ignorancia.

¿Quién será, quién le hará caminar, en un sin parar? Está al otro lado, pero no el otro plano. Aquel que se desdibuja, como si nos reflejáramos en un espejo roto.
      
  ¡                 - Nunca serás tú! Yo te prohíbo que lo seas, tienes que ser una oveja más y no salirte del redil. Dijo la comadreja al que tiene tatuado el escorpión.
                          
                                -   ¿Quién te crees que eres tú? Le respondió él en voz alta y clara.

Redobles de tambores y cornetas soplando al aire turbio de la “no esperanza”. No hay guerra, pero sí batalla, lucha por el honor y por el poder. Toma asiento y descansa, suspira y dando un golpe en la mesa, con la palma de la mano, la retiene. No tiene narices, no tiene valor la comadreja. Se esconde debajo de una de las  mesas del merendero, temblando entre las cuatro patas.
                                - ¡Qué más da! Dijo ella. Yo soy valiente, lo que pasa es que no quiero enfrentamiento ni confrontación.

Ondean banderas celestes, ondean en el palo más alto del orgullo. Uno de esos que no miran y que no ven, lo que es la prudencia. Él, solo él, se levanta de la mesa y en voz agrietada dice.
        ¿Qué es el valor? Si no enfrentarse a la muerte, luchar y superar adversidades. Esto, significa tener valentía. Uno puede luchar y luchar, nadar y nadar en contra de las lenguas y la palabrería de aquellos que se dicen “dignos”.

Solo un murmullo, solo habladurías en voz baja, pero entre ellas, se escucha una que es fémina.
        
                      -  Busca una estrella alejada de ti. Busca en tu interior, lo que significa la palabra “amor”. No busques el odio ni el rencor, busca todo aquello que te dé confort.

Jaulas de oro, para aquellos pájaros que cantan, pero que realmente no viven.
        
                         -  Siempre y no nunca, llores por aquello que dejaste escapar, que ya no volverá a ser como fue. No busques nada ni nadie que reemplace lo perdido. Le dice una voz en un susurro.
        
                          - ¿Quién soy yo? Sino tú verdadero sentir, tu verdadero nombre, lo que le da sentido a tu existencia, que no es otro que el de “Lucifer”. Quién sabe si él y solo él fue tu verdadero creador. Quien sabe quién envenenó tu alma, para que odiases y quemases todas tus fuerzas en tu “no interior”.

Moscas, solo moscas en la pared. No hay nada más que revolotee, ¿qué puede desear si el camino lo tiene trazado? No es un Ser normal, pero no por ello es ni se cree superior. Incluso, vagamente siente cierta envidia por aquellos que viven ciegos a una realidad que no es otra que la viven cada día.
Moscas, solo moscas en la pared. Como gárgolas hacen que su vida sea gobernada por la Oscuridad que a su alma le embriaga, solo se dice a sí mismo, “tócame, tócame, acaríciame hasta que sienta el frío del anochecer”.

Moscas, solo moscas en la pared. Estas dibujan entre ellas, una puerta dimensional. ¿Es posible encontrar alguien o algo por lo que merezca la pena existir? Solo el hecho, solo el orgullo personal e individual, hace que la propia existencia de él, hace que merezca la pena y no escuche la palabrería de cierta comadreja.
        
                              -  Me tienes cansado, ¿Quién te crees, para gobernar así el mundo? Yo soy tú hermano, soy tu segundo “yo”. Soy una parte de ti y no puedes despegarte así como así. Solo marchándote a la Oscuridad, conseguirías que no fuese contigo, soy tu reflejo, soy tu sombra, soy tú en un espejo roto. No puedes verme, no puedes tocarme, pero ardo igual que tú, pero en deseos de poder disfrutar de los mismos derechos.

Ya no va la comadreja, esta se retira después de tanta servir a un astro que se dice Rey. Solo se deja resbalar, solo se deja caer en un zambullir en la orilla del mar. De un mar de dudas en la orilla de la arena de la libertad. ¿Quién sería libre de poseer o desear? ¿Quién está libre de caer en las tentaciones del Mal? Todo lujuria y desenfreno, para aquel que ha estado sometido y ahora ve la libertad.
¿Quién tiene la llave para abrir la puerta trasera?, esa sí, la que decimos que no existe y la tenemos enfrente de nuestros propios ojos. Solo es zambullirse y dejarse arrastrar por las olas de las almas “no muertas”, que siguen con un ritmo frenético en las profundidades de las aguas heladas de a saber que mares.

¿Quién fue primero, la sombra o el propio Ser? ¿Tienen los mismos derechos y deberes? A saber. Solo aquel que se refleja es la duda y lo contrario al Ser propiamente dicho. Todos somos poseedores de nuestra sombra, todos somos poseedores de la existente duda de todo aquello que hacemos o nos concierne. En un mar de dudas está la sombra, aquella que dice ser el “no yo” del Sol. Se enamorará de la Luna, quién sabe si en un año de estos o bisiesto, harán eclipse y se enfrentaran a aquel que nos da la vida.
          -  ¡Este es el momento! Alargándose de forma elástica se dirige y se alza.

Busca a aquel que es como él, busca el poder destronar a aquel que es él. Como es posible, no se da cuenta que si lo consigue, lo más seguro es que desaparecerá. Entonces y solo entonces, se hará la Oscuridad y la Luna reinará. Toda la humanidad está durmiendo, ajena a lo que está a punto de acontecer. Quién sabe lo que realmente sucederá, si será capaz o no, si será absorbido en un agujero negro.
        
                     - Perdóname hermano mío, he nadado por mares de codicia y de envidia y no me he dado cuenta que sin tu calor yo no podría existir. Aquello que es oscuro, es frío eterno y me congelo. Busco algo, pero no encuentro nada, nada que se asemeje a ti.

Como espada forjada en el más fuerte acero, es ahora la sombra de aquello que nos alumbra cada día, de aquello que nos da la claridad enfrente la adversidad. Solo el Astro Rey, puede y debe ser quién, sin juzgar dé la vida a aquel que solo quiere crecer en libertad.
                                   
                                     -  Vuelve, pero no hagas caso a ninguna de las voces que nos desunen y solo escucha la mía, esa es la verdadera. Sal, salta y corre hacia la orilla a descansar, en sus arenas podrás encontrar todo aquello y toda aquella respuesta de la verdad. Todo lo que es real y lo que es irreal, deja que te seque, las lágrimas de aquella que te quería dominar.

¿Cuál es el verdadero, sino de todo aquello que tiene sombra? Solo el seguir pegado a uno, como referente de aquello que verdaderamente somos. Nadie, absolutamente nadie puede despegarse de aquella que se hace inversa. Como saber lo que es real o irreal si todo está plagado de dudas e incertidumbres. La sombra, aquella que pensaba liberarse, no puede, ya ha aprendido que no existiría sino fuese por el que domina y le da calor.