Un puro desalmado.
Noche oscura, noche cerrada, son las estrellas
que no se ven tumbado en el prado verde de cierto lugar, estas están vacías de
luz y de amor. ¿Qué será de aquello, de que no se ve? ¿A dónde irán las almas
que se marchan y de dónde vendrán aquellas que empiezan una nueva vida? Todo es
temor, todo es pánico y cualquiera, incluso el que narra, está a punto de
cogerse a un hierro ardiendo. No sé si se me quemará la palma de la mano, ya
que tengo el corazón helado. Solo voy, solamente enciendo una vela, para que
esta haga de faro en un mar de Tinieblas. De pronto y solo ahora, me llama y me
pregunta, aquel que tiene mil nombres.
–
-¿Cuánto quieres por tu alma? O
para ti no tiene ningún valor. Cuanto quieres o que quieres por un rato de ocio
o favor. Dímelo al oído, que no lo sepa nadie. ¿Qué quieres? Yo sé lo que vale, vale una vida en la tierra
y una eternidad en el infierno. ¿Qué es el infierno? Una zona caliente y llena
de fuego o una zona helada que se congela hasta las entrañas, a saber. Ya estoy
aquí, ya he venido y me presento.
Suele
ser caballero y gentil, pero a la vez justiciero y se cobra todos los contratos
que hace. Con que estar seguros de lo
que firmáis, porque vale una eternidad en la más absoluta oscuridad. Oscuridad,
como oscuro es su corazón si es que lo tiene.
–
-Amarraos bien a las sillas, porque
si es posible entablaré amistad con vosotros y os contaré los secretos mejor
guardados de la zona oscura. Una zona oscura, llena de sombras y almas débiles
de las que se nutre el mismísimo Satanás. Adelantaos y coged asiento y despertad
de un largo letargo. Adelantaos y mostraros ante él, el Jefe Supremo que os
hará encoger en un baile de las sombras. El baile de las sombras, un baile solo
otorgado a aquellas almas que son predecibles y que leen hasta el final. Porque
son curiosas y quieren saberlo todo, de aquello que acontece.
No sabe
cuándo será, si hoy o mañana o tal vez pasado. Se presentará y os escribirá, yo
solo os advierto.
–
-¿Estáis preparados para traspasar
la puerta?, una puerta al otro mundo. Un mundo del cual, desconocemos su
interior. ¿Estáis preparados para abrir la caja?, una caja llena de olvidos y
recuerdos de un ayer, de un ayer que parece que fue hoy. Estamos en el presente,
siempre pensando en el futuro. ¿Qué hay al otro lado? A saber. Solo los que ya
están lo saben y la mayoría no vienen a contar su contenido. Solo unos pocos,
los elegidos son capaces de comunicarse entre los dos mundos. Un mundo de amor
y compasión, dicen que es la luz y un mundo de lujuria y corrupción, dicen que es la Oscuridad. Blanco o negro, luz
como el sol u oscuridad como la noche. ¿A dónde perteneces? Tú mismo reflexiona
y decide. Todos pertenecemos a algún lado, ya sea aquí en la Tierra o en el Cielo.
Quién sabe. Solo toca meditar y hacer lo que nos dicte la conciencia, ya que tú
eres tu propio juez. No hay juez más inflexible e imparcial, que nuestra
conciencia. Solo meditar y sabréis donde ir. Solo que esperemos que tarde en
llegar ese día y nos dejen un poco más de aliento en este.
Soplo la
vela y un humo denso y de color marrón, fluye entre el aire limpio.
–
- Quien sabe lo que nos despierta
por las mañanas, ya sea el despertador. Éste nos avisa y volvemos a nuestro
estado normal. Pero…..y mientras yacemos en el cama, dormidos en un placer sueño.
Es real o irreal, qué más da. Lo que
sabemos es que volvemos cada mañana. Reflexionar y llegareis a una conclusión.
Quién sabe. A saber, donde estamos mientras dormimos esos instantes, que son
horas. Horas, como toda la noche. Quién sabe si después se hace la noche perpetua
y no despertamos jamás o quién sabe si ahora dormimos, para ser despertados con
el último aliento de nuestra vida en este mundo.
Lanzas
de fuego acechan desde el horizonte, nadie está a salvo. Estamos cerca y puede
ser nuestra renovación.
–
- ¿Quién quiere vender su alma al
diablo? Todavía está a tiempo. Dentro de poco, no habrá marcha atrás. Dentro de
poco, se hará la oscuridad. El sol se volverá negro y absorberá todo el sistema
solar. ¿Quién es el Sol?, sino solo una estrella del Universo. ¿Quién es
Lucifer? Solo un ángel caído, que llora por el destino de las personas. No es
un ser tenebroso y frío, al menos con aquellos que merecen su hospitalidad. Que
es el Sol en un Universo oscuro y frío.
Todos
queréis ir hacia la luz, pues id. Ya mismo será el fin y todo será engullido.
No dicen la fecha final, no dicen y callan por no alarmar. Pero por todos es
sabido, que un día esa gran estrella dejará de iluminar y engullirá todo lo que
esté a su alcance. Convirtiéndose en un oscuro y frío agujero negro.
–
- ¿No os dais cuenta?, que tiene más
fuerza la oscuridad y el frío eterno, que una sola estrella en el Universo.
Entonces, que esperáis, ¿quién quiere vender su alma y disfrutar de los
placeres terrenales? Todavía estáis a tiempo, no esperéis más. Vuestros deseos
serán cumplidos y podréis decir en la otra vida, que habéis obrado bien. ¿Quién
os negará el paso? Lucifer estará agradecido y os conducirá hacia donde no hace
tanto frío y vuestra propia luz os guiará por el camino de la verdad.
No hay
maldad ni tenebrosidad para aquellos que son buenos de corazón y solo desean
disfrutar y no ser siervos de nadie. De ninguna luz ni de ningún ser que diga
poseer la verdad.
–
- Cuenta una historia que desde los
tiempos que eran tiempos, la lucha entre el bien y la rebeldía es eterna. Así
será hasta la llegada del que es. Será rey por méritos propios y no por sangre
o por linaje. Acostumbrado a la pobreza, será humilde, acostumbrado a pasar
frío, no arderá su sangre. Será entonces frío y templado, será el que dominará
el mundo, lo dominará sin aplastar ni humillar. Implantándose el libre albedrío
y las religiones caerán. Dios dejará de ser el que es, para convertirse en un
padre huérfano, sin hijos. Porque no hay ningún semblante a su ser semejante.
Cadenas
de acero, que dejan de ser arrastradas. Molinos de trigo, que los mueve solo el
viento. Quizás y solo quizás, el acero y el viento se unirán, y romperán el
yugo de la esclavitud, con la piedra pesada del molino del tiempo.
¿Quién levanta la espada de la libertad?, una
libertad sin guerras ni destrucción. ¿Cómo será?, nadie lo sabe, pero ocurrirá,
todas las religiones hablan de ello como el Mal, cuando es una simple rebeldía
y el pueblo, cansado de seguir al que hace sufrir, se unirá en masa para seguir
al que proclama la libertad y la igualdad entre el ser humano y por lo tanto
las almas serán libres, libres de sufrir y servir al que dicen su padre, cuando
en verdad es su amo.
Castillos
de arena como castillos de naipes caerán y entonces la gente descubrirá la
verdadera verdad y el verdadero sentido de la vida. La rebeldía no es maldad,
solo es una opción. Romper las cadenas que atan a tu ser y ser libre, libre y
volar, volar tan alto, como los pájaros de la Oscuridad es un deseo.
Las
serpientes que nadan en el influjo de la luna, le pedirán al príncipe de las Tinieblas
que les abra las puertas. Las puertas de la libertad, libertad espiritual para
todos aquellos que se les acuse de rebeldía contra Dios.
– -
- ¿Qué sentido tiene el sufrir para
después ser recompensado, qué sentido tiene, la vida en sí no es como un
trabajo que después te será remunerado?
El mil
nombres sigue atento y como un cometa ardiente regresa a la Tierra y dice y
comenta.
–
- La vida se vive desde el primer
llanto, todos lloramos y todos expiramos. Como energía nos transformamos en
luz, una luz que según seas, será más intensa o más apagada, pero que resplandecerá
en el reino de la Oscuridad. Todo ser bueno y bondadoso es bienvenido, mientras
aquellos que solo relucen maldad, quedarán entre dos mundos para el resto de la
eternidad.
Témpanos
de hielo flotan sobe la cripta, témpanos de hielo emergen desde los muertos.
Muertos de una batalla perdida y olvidada. Yacen inertes, a la espera de su
oportunidad.
Témpanos
de hielo emergen de la oscuridad, una oscuridad que hiela la sangre de
cualquier ser. Conservándola a la espera de su hora, la hora de salir de la
cripta y emerger como témpano de hielo que yace en la tierra.
No hay cruces, no hay recordatorios. Solo una
cripta, que como si de una fosa común se tratase, yacen los cuerpos de aquellos
soldados, que a la orden del que tiene
la marca. Esperan y esperan con suma paciencia. Paciencia, que algún día tendrá
su premio y lucharán, lucharán por la libertad y el libre albedrío. Una fecha
no concreta, que no se sabe. A saber. Solo se sabe que, aquel que tiene la
marca ya está en la Tierra. Espera, espera y aprende, para el día que ya
muerto, se eleve y se dirija después a las profundidades, para comandar un
ejército no imaginable de numeroso, en el que solo las sombras, tendrán la
oportunidad de redimirse y volver a formar parte del Cosmos. Un Cosmos que
anhela una batalla entre las dos fuerzas. No son el bien y el mal, porque no se
sabe con qué criterio se mira. Todo tiene su parte buena y su parte mala, pero
no por ello se tiene que ser malvado. Solo aquello que no son de ellos, son
malvados y no cuentan para la batalla. Las sombras, al tener conciencia y ser
conscientes, serán perdonados el día en
que la Oscuridad se imponga.
El Sol
observa atónito, el Sol observa incrédulo y no se cree que le vayan a presentar
batalla. Se cree superior en mente y en número. ¿Pero quién sabe? A saber.
Quien será el vencedor y quien será el vencido. Ni el que tiene la marca tiene
la seguridad de ser ganador. Aunque valiente con su espada, conseguirá presentarle
batalla al más grande. El Sol no intenta ningún movimiento, porque se ve
ganador y entonces deja las piezas en el mismo tablero y no mueve ficha. Solo
el puño de la libertad, hará caer y barrerá las piezas. ¿Con qué escoba? No se sabe. Nadie tiene la verdad absoluta,
nadie sabe con certeza lo que va acontecer, lo único que se sabe es que el que
tiene la marca, ya está entre nosotros.
–
- Guíñame un ojo y me tendrás a tus
pies. Soy fiel y leal, aunque no soy siervo de nadie, soy un Ser libre. Me
gustaría comprarte unas alas y poder volar, pero no quiero pagar con mi alma.
Creo que es un precio demasiado alto por ello. Que opciones me das, dímelo al
oído y te seré fiel y leal. ¿Quién manda más que tú? Yo no lo sé, dímelo. Yo
solo soy un Ser Humano que quiere alcanzar las estrellas, en la oscuridad de la
noche. Dime quien es el que manda y si lo eres tú, dime qué precio debo de
pagar. No quiero paraísos terrenales ni tener más dinero que nadie, solo busco
la paz y el libre albedrío, ¿es posible? Dímelo, susúrramelo y me lo pensaré
detenidamente. Con la almohada en unos de mis sueños y te responderé dentro
de uno de ellos. Solo soy lo que soy.
Sangre de mi sangre, materia de mi cuerpo. El alma está dentro de ello. No
puedo gritar más fuerte ni escapar de la materia que me une al mundo. Solo mi
deseo de alcanzar las estrellas, me hace levantar cada mañana. Una mañana más o
una mañana menos, para alcanzar la tal ansiada libertad. Espero haber llegado
con buena nota, el día de mi marcha y haber aprendido a lo que se viene aquí,
que no solo es a vivir.
Descansa en posición fetal, tapado con una
manta, por culpa de un frío repentino. Es un escalofrío que le hace estallar en
un nervioso chasquido eléctrico. Un sonido estridente, me hace despertar de
madrugada. ¿Qué es lo que pasa, qué es lo que me sobresalta? No es nada nuevo
ni nada fuera de lo desconocido, con que me aventuro a seguir con mi sueño. Me
adentro en el letargo de la noche y descanso, mientras hablo y dialogo contigo,
todo por no estar solo. La soledad que me hace abrazar a la almohada y esta no
tiene vida y no sabe de mí. Aunque me conoce mejor que nadie, en ella albergo
todos mis pensamientos y conoce todas mis ideas. Al igual que tú, sabe lo que
busco. Al igual que tú, mi abrazo es sincero. No sé ser hipócrita y lanzar
después un ataque por sorpresa. Guárdame un espacio en el infinito Universo,
que buscaré ahí mi lugar de verdadero descanso. Al menos, hasta que tenga que
regresar. Espero que eso no suceda y sea este mi último viaje a la Tierra. No
quiero volver a pasar por lo mismo. Todo por ser puro y transparente, me pasa
las cosas. No se puede ir de cara, el golpe es demasiado fuerte. Me hace daño y
me sangra el alma, pero no lloro porque no sé. No lloro, porque no soy del que
es, si no tuyo para siempre. Aunque no siervo te seré fiel y cuando te
necesite, también te llamaré.
–
- Dímelo al oído y me lo pensaré.
Hay mucho escrito sobre ti y me intriga conocerte, me hace pensar en lo
rebelde. Yo desconozco tal hecho y solo conozco el sometimiento y el ser servil
por el hombre, sobre aquello que no ve ni ha visto nunca.
¿Qué es la fe? Yo solo conozco la esperanza,
la esperanza de que todo no acabe aquí. Que no sea agua pasada que no mueve
molino y sea de experiencia lo vivido y por lo tanto reconocido en el otro plano. De qué sirve tener conocimientos y levantar
cimientos si como el agua de la orilla, lo arrastra hasta el fondo del mar.
¿Qué sentido tiene? Dímelo y dime cuanto me cuesta o cuanto debo de sudar, para
conseguir unas alas. Unas alas que me lleven a alcanzar las estrellas. Esas que
por derecho propio se han ganado un nombre. Cosa que tú, tienes miles y te
llaman de muchas maneras. Yo no te nombro por ninguno, pero tú ya sabes el mío
y sabrás reconocer mis actos, mis actos no de misericordia ni ser servil, pero
sí de nobleza y semejanza y empatía….